Con "Kinship", el grupo danés de Melodeath Progresivo Iotunn catapulta a los oyentes a un mundo de intensidad épica y cósmica. Su segundo álbum combina elementos de los géneros nombrados y algo de Power en una mezcla compleja, melódica y a menudo, de otro mundo. En esta oportunidad, a diferencia de su debut, "Access All Worlds" (2021) tiene un disco bien grabado, creo que ahora si van a destacar, veremos.
La banda ha mantenido intacta su reputación de paisajes sonoros amplios y constructores de universos con "Kinship". Los temas van desde riffs inspirados en el Thrash hasta elaborados paisajes sonoros sinfónicos. Si bien la comunidad no es ajena a los álbumes ambiciosos, a Iotunn no le interesa simplemente llenar el espacio; parecen estar creando nuevos planetas con cada pista. "Kinship" logra parecer enorme e íntimo a la vez, como un cielo nocturno lleno de estrellas donde cada destello cuenta su propia historia.
Uno de los puntos fuertes del disco es el trabajo vocal de Jón Aldará, cuya voz es nada menos que potente. Realiza una transición magistral de limpiezas conmovedoras a gruñidos guturales, siempre perfectamente combinados con la intensidad instrumental en constante cambio. En temas como las enormes Kinship Elegiac y Earth To Sky -las mejores del disco y probables temas del año- la voz de Aldará se siente como si te guiara a través de montañas envueltas en niebla, solo para lanzarte al vacío sin fin con un grito que podría partir estrellas. El efecto es nada menos que emocionante.
Los guitarristas Jesper Gräs y Jens Nicolai Gräs aportan una precisión claramente escandinava a su forma de tocar, con riff tras riff saliendo como acero fundido. Los solos surcan oscuros, memorables y sin caer nunca en la previsibilidad. Mientras tanto, el baterista Bjørn Wind Andersen sustenta todo con ritmos que van desde el atronador contrabajo hasta intrincados rellenos inspirados en el Jazz, recordándonos que no solo mantiene el ritmo sino que le da forma.
Temáticamente, "Kinship" explora todo, desde la resiliencia humana hasta el existencialismo cósmico, combinando letras que se sienten profundas y personales. Salvando todas las distancias estilísticas y el idioma, me recordó mucho a Heroes del Silencio en su forma de cantar poesía. Iotunn tiene una habilidad especial para escribir letras que suenan como una epopeya filtrada a través de una novela de ciencia ficción, y es muy atractiva. Incluso si los cuentos intergalácticos no suelen ser lo tuyo, "Kinship" seguramente resonará con su cruda profundidad emocional.
Otras canciones que destacan mucho pueden son Mistland y Twilight, aunque cualquiera de las siete que compone el trabajo son una delicia auditiva; el disco, de enorme hora y ocho minutos se puede escuchar en bucle sin cansar, permitiendo descubrir cosas, muchas cosas, muchos detalles. En resumen, "Kinship" es un viaje extraordinario que combina una musicalidad alucinante con narrativas cargadas de emociones. Iotunn ha capturado la infinita belleza y el terror del universo y los ha destilado en un álbum compacto y apasionante. Es una escucha obligada para los fanáticos del Progresivo y para cualquiera con gusto por lo épico y lo desconocido. Para mi un disco perfecto, para atesorar.
10/10