El Lado Oscuro Metal Critica

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viernes, 30 de marzo de 2018

Saxon - "Thunderbolt" (NWOBHM / Heavy)

Otra de las bandas icónicas del NWOBHM, ya no tan new, es Saxon. Si a mi me preguntaran cuál es uno de los diez riffs mas importantes de los ochenta, sin duda incluiría Denim And Leather. Como Judas Priest, estos ingleses tienen su altar ganado en el templo del Metal por habernos salvado del Disco cuando ya todo lucía perdido. Recordemos siempre sus méritos y toda la música que nos dieron.
 


"Thunderbolt" es otro disco de la banda, el veintidós o algo así, Byford suena muy mayor y los temas son buenos pero poco novedosos, en su conjunto suenan todavía bien, como reiterando el dicho castizo, 'quien tuvo retuvo'. En lo particular les agradezco el tema They Played Rock And Roll, un homenaje a Motörhead y a la forma en la que Lemmy presentaba a la banda al comienzo de sus presentaciones cuando decía, 'we are Motörhead, and we play rock ´n roll'. Saxon, quien tantas veces salió de gira con ellos, les hace honores merecidamente.

"Thunderbolt" -si uno pone atención- sigue sonando exactamente como sonaba la banda, con un songwriting frontal, lo que en el fondo me hace preguntarme por qué ellos, con estas características no llegaron a tener el lugar que sus pares si alcanzaron. Aunque pueda estar sujeto a una buena discusión, regada de cerveza -siempre-, no creo faltar el respeto al decir que nunca fueron tanto como AC/DC, Iron Maiden, Dio o el nombrado Judas. Es claro que su sonido no quisieron cambiarlo, quizás siempre fue un poco más oscuro dentro de la corriente del Heavy.

Este disco luce algunas canciones que valen la pena, quizás las más interesantes son The Secret Of Flight, Thunderbolt y Sniper. En general donde la guitarra de Paul Quinn se hace presente se pasa un buen rato. Sin embargo y con la consideración que me merece, Biff Byford ha decaído. Trato de imaginarme algunos de estos mismos temas con aquella intensidad casi histriónica de Princess Of The Night y me dan ganas de ponerme mi bandana de colores en el cuello y prender Mtv... el tiempo ha pasado y ha cobrado... para todos es así, para Saxon también.

"Thunderbolt" no es un tributo a la creatividad temprana, pero tampoco es un disco nostálgico, es un disco aceptable, digno de la historia de Saxon y posiblemente un regalo para los seguidores del NWOBHM. Diría que puede estar al nivel de sus últimas cuatro grabaciones, muy por encima de aquellos discos menores de la banda como "Rock The Nations" (1986), pero lejos de sus éxitos principales, como "Wheels Of Steel" (1980) "Strong Arm Of The Law" (1980... si, en aquella época se podían grabar dos y tres discos en un año y ser todos buenos) y "Denim And Leather" (1981). Como digo esto y sin querer sugerir que es hora de eso, también me pregunto de forma retórica cuál podrá ser la señal para dar cierre a la carrera... espero que no sea un disco mediocre, de momento, "Thunderbolt" cumple.

7/10
 

miércoles, 28 de marzo de 2018

Slugdge - "Esoteric Malacology" (Progressive Death)

¿Está contento? ¿La melodía y los colores alumbran su vida metalera? ¡Deje de sufrir! "Esoteric Malacology" te pudrirá el alma y eliminará todo vestigio de esperanza... garantizado! El enigmático dúo inglés de Slugdge se propone con su cuarto larga duración en un lustro dejar claro que no hace falta tocar una sola nota armónica y dulce para hacer grandes cosas. Este es uno de los discos más importantes del año, pero requiere agallas para su disfrute, como debe ser.


El Metal tiene tantas vertientes, géneros y subgéneros, que es una proeza tan siquiera conocer todos los principales estilos, sin embargo en el fondo se le puede catalogar en dos grandes sectores: melódico o no. Este disco tiene la banderita del segundo. En estilo Progressive Death, aunque hay quien le agrega el apellido Sludge (ojo, estilo y banda no se llaman igual) por aquello de que es más novedoso que el Death puro, "Esoteric Malacology" es un trabajo de cincuenta y ocho minutos largos, centrado fundamentalmente en explorar el sonido agrio, crudo y cortante del Death, ejecutado por un par de virtuosos que -por lo que he leído- no se atreven o quizás no les interesa ejecutar en vivo. Tanto es así que circula el comentario que grandes nombres les han ofrecido su concurso para llevar los discos al escenario, sin mayor éxito.

En lo instrumental, este trabajo tiende -con la facilitad de quienes saben qué decir- a los límites de la excelencia, quizás cierto abuso en la duración y algún tema que se ensimisma demasiado (por no decir que se autosatisface de manera impura ;) le quitan el nivel casi perfecto que creo que tiene. Varios temas impactan, entre ellos Salt Thrower y Limo Vincit Omnia, pero específicamente dos hacen de esta grabación un ataque sensorial de dimensiones superiores, necesarios para ganarse mi humilde favor y un lugar en mi rotación fija, ellos son Crop Killer, con uno de los bajos y riff más impresionantes del Death y el estruendoso y total Putrid Fairytale, con todos los ingredientes que una canción Progresiva de este estilo necesita, incluyendo uno de los solos de guitarras más asquerosamente buenos que he logrado oír en largo tiempo, queda -cómo dudar- nominada a Canción del Año.

Uno de los puntos focales de Slugdge en este disco es el tratamiento vocal, la capacidad de Matt Moss es excelente, pero evita convertirse en una distracción, e incluso cuando los coros entran (que creo que el mismo canta) no hace sino darle más sensación de ignominiosidad, dolor y aridez. El segmento rítmico está muy bien realizado, sin malabarismos exóticos, posiblemente grabada por ello mismos, razón por la cual tiene también ese sentido de conjunto con el sonido general. 

Sin duda el mejor elemento de "Esoteric Malacology" y que es el más difícil de conciliar en cualquier trabajo es el songwriting. Canción tras canción, minuto tras otro, la atención se mantiene inamovible en el siguiente cambio, en el próximo recodo del camino musical. A pesar de la complejidad y crudeza de los sonidos del trabajo, el mismo no aturde, no se hace intragable y por el contrario, al menos en mi caso, me dejó queriendo más, descubriendo tras cada nueva oída un nuevo matiz y una textura diferente.

Si eres de los que le huye al sonido atonal, posiblemente Slugdge sea demasiado, pero si te atrae el estilo, creo no equivocarme al sugerirlo como uno de los mejores trabajos de 2018.

9/10 Segundo nominado a Disco del Año de ELOMC.

martes, 27 de marzo de 2018

Rivers Of Nihil - "Where Owls Know My Name" (Progressive Technical Death)

Tengo sentimientos encontrados con "Where Owls Know My Name", es un trabajo que tiene una interesante instrumentación y se percibe que los integrantes son músicos proficientes en su estilo, sin embargo lo siento estático, como si se quedaran a medio camino a la hora de desarrollar los temas, los riffs son limitados y no rematan la faena. Siendo Rivers Of Nihil una banda de Technical Death, muy al estilo de Ne Obliviscaris, Monarchy o Gojira, de buena hechura estética, pienso que podían haberle sacado más jugo al disco.
 
 
No estoy diciendo que el trabajo sea malo, incluso pienso que tiene unos momentos brillantes, especialmente en canciones como The Silent Life y Terrestria III: Wither, quizás en algunos temas más, pero -perdóneseme el atrevimiento- hay algo que no me terminó de hacer click, de darme esa sensación de satisfacción total que quienes oyen este estilo entienden perfectamente. Puede ser quizás algo de inexperiencia en la 'venta' de la idea. Quiero decir, estas mismas canciones, en manos de uno de esos productores veteranos, quizás habría causado impacto total... bueno, eso creo.

El disco tiene como grandes virtudes una fuerte sensación atmosférica y potencia, ciertamente hay pasión en la ejecución de "WOKMN" y como tercer trabajo de Rivers Of Nihil diría que muestran buena forma respecto a "Monarchy" (2015) disco bien recibido en su momento. Como elementos menos agraciados está la forma de mostrar el mensaje, es decir, la instrumentación. En este caso, más no es más, al contrario, la cantidad de sonidos y arreglos del trabajo se perciben desordenados -a veces, incluso, incoherentes-, como quien por saber demasiado atropella sus ideas al expresarlas, temas como Old Nothing, Subtle Change y Death Is Real son para mi pruebas evidentes. Reiterando el enorme respeto que los músicos siempre me han generado, especialmente los metaleros, el elemento Tech/Prog que incorporan no siente que sea del todo cohesionado, al contrario, pareciera estar un poco desparramado.

Por las mismas razones que señalado, creo que "Where Owls Know My Name" adolece de fijación en la memoria, siento que ocurren demasiadas cosas al mismo momento como para causar el efecto de impactar en el recuerdo, sin embargo eso es a la vez uno de los motivos por el cual alcanza un nivel aceptable: el intenso malabarismo instrumental, incluyendo los sonidos de viento, mantienen la tensión durante el recorrido del trabajo, siendo también un punto a su favor el estilo de voces, entremezcladas y poderosas.

Cierro asegurando que he querido que este disco me gustara más, lo he oído con detenimiento varias veces, intentando descubrirle la liturgia y si bien le reconozco sus valores, no puedo dejar de sentir que pudo haber sido mejor, más organizado, o quizás han debido decantarse por el caos puro... su 'término medio' no me satisfizo totalmente. Metal Blade Records permite oír el disco entero en You Tube, abajo lo pueden seguir.

7/10. La portada será considerada como una de las mejores del año.
 

lunes, 26 de marzo de 2018

Necrophobic - "Mark Of The Necrogram" (Blackened Death / Melodic Death)

Para no haber llegado a abril, estoy tentado a decir que lo mejor de 2018 se centrará en el sector más duro del Metal. "Mark Of The Necrogram" de Necrophobic es una de las sólidas razones que me amparan para hacer esa afirmación. Este disco contiene una de las mezclas más interesantes y destructoras del Blackened Death / Melodic Death en un largo rato, luciendo como heredera de gente extraordinaria en el estilo, tipo  Behemoth o Dissection, banda esta última que luego de doce años de su trágica desaparición todavía trae buenos recuerdos.
 

Estos suecos, cultores del satanismo, la oscuridad y el antisistema, de más de veinticinco años y seis discos previos, se han lucido con este  nuevo trabajo gracias a su grandilocuencia, a la capacidad de mezclar melodía, épica, capas de sonido y emoción con una muy gruesa cantidad de Metal destructor. Este tipo de discos, como en general cuando de Metal intenso se habla, está reservado para los oídos más selectos... aquí estamos hablando de tonos que sólo se entienden desde la perspectiva de la emoción, no necesariamente feliz, que cubre todo lo que el estilo que bandas como Necrophobic cultiva.

Algunos de los 'villancicos' que "Mark Of The Necrogram" destila son francamente buenos, Odium Caecum -nominada a Canción del Año de ELOMC- o Tsar Bomba, por ejemplo, son un par de temas geniales, Pesta y From The Great Above To The Great Below se meten en la mente y así casi cualquiera de las canciones no hacen sino machacar con clase su calidad, sin caer en las caricaturas a las que estilo tan fácilmente se presta; apenas dos o tres canciones no alcanzan el impacto buscado. En general este disco muestra una mejora importante frente a su "Womb Of Lilithu" (2013), aunque pueda todavía haber lugar para mejora, especialmente en comparación con "The Nocturnal Silence" (1993) ampliamente considerado el mejor disco de Necrophobic.

Dicho lo anterior diría que el disco se encuentra sólidamente situado como uno de los mejores de su historia particular y seguramente este año va a ser considerado así por muchos. Está claro que la idea del substrato melódico que tiene el sonido de la banda le puede quitar algún entero entre los metaleros más masticaclavos, pero les aseguro que ese toque, que por momentos recuerda la más vieja y rancia escuela del Melodeath -a lo At The Gates- no hace sino añadir el toque hipnótico que un buen trabajo requiere.

Original, recordable, rápido, suficientemente complejo y de buena producción a pesar de su bajo Rango Dinámico de apenas 6 dB (tampoco lo peor que hay por ahí) le dan a "Mark Of The Necrogram" un cariz intenso y de calidad.

8/10
 

domingo, 25 de marzo de 2018

Judas Priest - "Firepower" (Heavy)

El tiempo no pasa para casi nadie (Lemmy es la excepción), para Judas Priest lo ha hecho y sin embargo han sabido tomárselo bien, con gracia y lo demuestran en su último trabajo, "Firepower". Especialmente Rob Halford quien ya no canta como en los inicios, pero sigue haciéndolo bien, con pasión y fuerza, rememorando porque "British Steel" (1980) o "Painkiller" (1990) son de los discos más importantes del Heavy Metal. A su vez la banda puede que también haya rebajado la frontalidad de su música (quién no recuerda temas inmortales como Living After Midnight) por sonidos, en su conjunto, menos impactantes, pero bien realizados. El que medio ha estado involucrado en este sector de la música sabe que se le debe a gente como Ian Hill (bajo) y Glenn Tipton (guitarra) la definición del estilo, así que hagamos honor a quien lo merece.
 

En "Firepower", su décimo octavo disco de estudio, tras prácticamente cincuenta años de carrera (si, un 5 y un 0 detrás), a Judas Priest no hay más remedio que compararlos contra ellos mismos, no existe realmente otra medida razonable para hablar de estos ingleses y a la vez puede sentirse un poco injusto que el análisis no se realice partiendo de otras bandas del género, pero bien pensado no es posible, Judas es una institución y su propia historia es incluso más grande que ellos mismos. Es la bendición maldita de este tipo de agrupaciones, junto con otras cuatro o cinco, no más.

Desde esa perspectiva entonces, "Firepower" es uno de sus discos aceptablemente buenos, interesantes, de muy buena hechura, excelentes coros, no digamos producción y grabación (nada sorprendente), con unas cuatro canciones que casi cualquier banda de las que pululan en el ambiente ya quisieran para sí y sólo unas dos o tres que parecieran relleno. Reitero, este comentario está parado sobre lo que durante muchos años oí (y sigo oyendo) de la banda, este tipo de Heavy sería incluso difícil de comparar contra grupos nuevos, porque -incluso, me atrevo a decir- ya no hay tantas que lo hagan así. Acepto -por supuesto- que allá afuera hay verdaderos 'connoisseurs' de Judas Priest, lo que confieso, yo no soy a ese nivel.
 
Temas como Firepower, Lightning Strike, Flame Thrower y Never The Heroes hacen este disco un carrusel de emoción. Hay una canción que me parece especial que, aunque no sea la mejor del trabajo, busca activar la memoria de los fanáticos, me refiero a Children Of The Sun, con interesante ritmo Doom. Para bien o mal en esta canción, a pesar de lo bien que me sonó en su conjunto, es donde se evidencia más el ajuste que Halford ha debido hacer para lograr el efecto deseado.

Quien esté llegando a la fiesta del Metal que no deje de oír "Firepower", es un interesante punto de partida; luego, para entender hacia donde vamos con referencias históricas, pueden darse una vuelta por lo más conspicuo de la banda, que si de recomendar se trata, además de los dos discos mencionados en el primer párrafo, incluiría a "Screaming For Vengance" (1982) y "Defenders Of The Faith" (1984). En todo caso, Judas Priest parece estar en buena forma y dudo que este sea su trabajo de despedida.

7.5/10