Hay discos fáciles, otros no. En esas mismas categorías los hay buenos y malos. La música y el Metal da para todo, a veces un disco sencillo de oír se hace insoportable a la segunda pasada y uno complejo enamora en la décima revisión. Es que además depende de muchas cosas: el estado de ánimo, el contexto temporal de cada quién, la edad, la experiencia musical... tantas y tantas variables determinan la manera en la que cada uno de nosotros establece una relación con una banda y una grabación, incluso el tiempo va cambiando las perspectivas, nada es estático en el mundo del arte, ésta también es una de las grandes verdades del querer humano.
Un disco como "Imperative Imperceptible Impulse" de Ad Nauseam tiene por fuerza que generar contradicciones importantes entre los seguidores del Metal, en específico los del Technical Death. Este trabajo es, sin lugar a dudas, una de las obras más interesantes del joven año. Léase bien que utilizo el término 'interesante'. El que se pasee un poco por los lugares de costumbre de la red habrá visto las calificaciones que ha causado, las cuales -si no lo han hecho- bandean entre la perfección y lo insoportable... ¿Cómo es eso posible? Realmente no importa, lo que dije arriba es parte de la respuesta, habrá quien se impacte como quien lo sufra, depende de muchas cosas, por eso hacer críticas de arte es tan inútil como divertido.
Pero aquí, en ELOMC, yo si me comprometo (me 'mojo' como dicen en España) y me arriesgo a decir qué opino del segundo trabajo de estos italianos que mezclan su intricado Death con fuertes elementos tomados del Avant-Garde e incluso un poco del Doom. Este es un gran disco, pero no para todos los gustos. Ya la sola definición estilística realizada debe prender algunas alarmas para los menos curtidos en las artes oscuras del Metal. No me extrañaría ver "Imperative Imperceptible Impulse" como disco del año de unos cuantos especialistas, creo que tiene los elementos necesarios para ello, pero para nadar hasta esa orilla hay que tener unos años de práctica.
Atmosférico, hipnotizante, abrasivo, ultratécnico en lo que a la ejecución instrumental se refiere, con una voz ominosa y transportadora, extraño o más que eso en los tiempos rítmicos y muy envolvente. Ad Nauseam no estaba en mi radar hasta la llegada por sorpresa de "Imperative Imperceptible Impulse" pero está claro que luego de esta presentación no van a pasar desapercibidos de cara al futuro, ni para mi ni para muchos. Éste es quizás uno de los discos más interesantes en lo que respecta a innovación en bastante tiempo, si acaso hace falta podría equiparar sus sonidos a cosas realizadas por bandas como Ulcerate o Deathspell Omega, quizás más a esta última y eso son palabras mayores.
Reitero la pregunta: ¿Puede un disco tan complejo, tan intenso y crudo ser el marcador del año? Es difícil encontrar un respuesta a esa pregunta en un mundo donde el hedonismo y la satisfacción instantánea predomina, pero si se tratara de ver con el cristal de la gran calidad que ofrece el Metal extremo, ese que requiere tiempo para dominar, estoy seguro que la respuesta sería un rotundo si. Aquí no hay riffs melódicos, ni coros épicos, ni luces hermosas, por el contrario, se consiguen colores ocres, transmisión de emociones histéricas y lugares inaccesibles, cabe preguntarse ¿No es eso también difícil de transmitir? Temas como Coincidentia Oppositorum, nominada a canción del año, pero también cualquier otra de las cinco que compone "Imperative Imperceptible Impulse" lo demuestra. Ad Nauseam se luce, estentóreamente, casi groseramente.
9/10. Nominado como disco del año.