Me ha acojonado mucho -pero no sorprendido- escuchar que la gran mayoría de las bandas y artistas de Pop o géneros mainstream no presentan lo que ellos quieren, realmente todo termina en lo que a los productores les parece que va a ser 'exitoso', es decir todo por un tubo de la misma mierda que vende porque asi se ha educado a la gente; jovenes o viejos, todo el mundo escucha lo que a unos cincuentones les parece que se va a vender, si un talento pretende salirse un tanto así del carril, morirá en el intento, nadie lo grabará, no llegará ni a Instagram. Así me fue confiado por alguien que sé que está en ese medio y así creo que efectivamente pasa, a las pruebas de la monotonía y la falta de novedad ad nauseam me remito. En el Metal, especialmente el muy underground, está la esperanza y quien sabe si la salvación.
Aunque no creo que haya total pureza en lo que nos llega, con excepciones hay novedad, ganas de impactar, o de joder... pero de que algo hay, hay. Es cierto que en el Metal hay grandes nombres propios, con apoyo de mucho peso por disqueras, pero quedan grandes sectores que a mi parecer todavía están descontaminados de la máquina machaca ideas, no más hay que ver tantas bandas de Black, Sludge, Brutal y esos géneros frontales, un poco como lo que hace White Ward y nos presenta en su más reciente, "False Light"... sea lo que sea a los oidos de quien llegue, lo cierto es que este tipo de innovación no es lo que en el mundo mainstream se consigue con facilidad. Atreverse es en sí mismo un éxito, si luego además lográn comprenderlo a uno, pues el cielo.
"False Light" es un buen disco, no me parece genial, pero es más que oíble, pero lo destacado es que son gente que quiere proponer, eso de usar un saxofón es interesante, su songwriting no teme reinvertar sonidos que en el Black se dan por supuestos. En lo particular creo que este quinteto ucraniano se ha permitido presentar el disco más innovador del año, con un sonido extraodinariamente propio... ciertamente sobre un tapiz de estilo usual e incluso un poco abusado, como es el Post Black. Pero su experimentación renueva el aire que respiramos, le da razón nuevamente a la tesis que le da título a ELOMC, de que si en la música todavía es posible la salvación del arte, ciertamente es en el Metal donde la vamos a encontrar, al menos para los ambientes populares. ('El Metal es, básicamente, aparte de la música clásica y el jazz, la única forma de música compleja que queda (y la única popular)'... la frase no es mía).
Hay bandas que hacen cosas similares, como Deafheaven, no es que White Ward sea la única, pero me parece que "False Light" les ha quedado muy logrado y aunque la voz principal de la banda suene un tanto genérica, el conjunto logra un buen efecto. Sus zonas de impacto y sus remansos de paz no se sienten forzados, se amalgaman bien, la instrumentación alcanza el objetivo, la producción del disco es muy buena, suena claro y definido, los temas Leviathan y Cronus destacan especialmente y en general demuestran que tras diez años de existencia y tres discos anteriores, son una banda madura; todavía creo que su "Futility Report" (2017) tiene madera para sostenerse en el tiempo.
Aunque como en todos los sectores de la creación humana haya mases y menos, el Metal y gente como White Ward me siguen pareciendo una de las últimas de líneas de defensa contra el producto pre-empacado por el que todos tendríamos que decantarnos. Prefiero el arte difícil al facilismo y la ordinariez. Parece que por aquí estamos en el camino correcto.
8/10