No existe la necesidad de presentar a Wintersun. Estoy seguro de que todos saben quienes son estos finlandeses. Su álbum debut (homónimo) fue uno de los más exageradamente promocionados de todos los tiempos. No se puede mencionar sin oír alabanzas de ese álbum -merecidas-, para que luego realmente esté destinado a cierto grado de ostracismo. "Wintersun", el álbum, es según muchos, el pináculo, epítome y estándar de todo lo glorioso en el metal épico, con elementos Death. Yo puedo concordar bastante con esa visión.
De tal manera, no es de sorprender que este sea el lanzamiento más esperado de este año, por encima incluso de "The Lord Of Steel" de Manowar. Muchos probablemente han estado siguiendo de cerca todos los rumores acerca de este álbum, perdiendo el sueño por él y sufriendo cada vez que se anunciaba una nueva demora en la fecha de lanzamiento, pues se retrasó no menos de cuatro o cinco veces.
Pero pare de sufrir, ya está aquí. El álbum que esperó todo el mundo desde hace ocho años está entre nosotros. Y... mmmm... es relativamente bueno, pero por sobre todas las cosas, es hilarante. Lo cierto es que los fanáticos han esperado ocho largos años para recibir un álbum que es esencialmente tres canciones. Y si bien es cierto que "Time I" está lleno de Melodic Death y Power a super velocidad, con un enorme y rimbombante sonido sinfónico, apenas dura cuarenta minutos, de los cuales, Metal como tal, serán sólo unos treinta y pocos.
Tengo la amarga sensación de que con este proyecto paralelo, Jari Mäenpää (Ensiferum), saca este disco en el marco de una estrategia de mercadeo que le permita ganarse un dinerito, haciendo saber que el año que viene (?) publicará "Time II". De todos modos, el hecho cierto es que lo que los fans esperábamos se parece mucho a un 'coitus interruptus'... se disfruta, pero no es el final esperado.
Una de las cosas que realmente me sorprende del disco es lo diferente que es del álbum debut, pues rara vez se mantiene en línea con sus raíces sombrías, en cambio, el álbum parece destinado a ser espeso y dramático, aunque al final es un poco enredado, sin estructura definida, como se supone que un disco conceptual debería ser.
"Time I" ciertamente contiene muchos vestigios del Melodeathpower original, pero en este largo viaje se ha convertido en algo demasiado pomposo, olvidando la cruda intensidad de la que todo el mundo se enamoró en el primer álbum. Y en su lugar se consume en una obra algo sobreactuada y rimbombante, reemplazando la furia original con un masivo asalto sinfónico.
Puede que esto no sea malo, pero si eres uno de los que esperaba de Wintersun una vuelta triunfante, probablemente te preguntes como yo: ¿Cómo se toman ocho años para trabajar básicamente esas armonías japonesas? Que sin duda tiene un sonido pulido y hermoso, pero confuso... no dirije adecuadamente, sino hace pensar en la película "The Last Samurai" o algo así y cuando finalmente alcanza niveles rimbonbantes y épicos, suena como si algo faltara.
Este álbum me recuerda a "A Night at the Opera" de Blind Guardian, sin embargo, el intento no es cautivante, ni su naturaleza épica parece explotada a su potencial máximo. A pesar de que ofrece bellas sinfonías y las pistas son interesantes viajes musicales, no termina por llevar a esos lugares fascinantes, como debería ser.
El lado positivo es que todo el tiempo dedicado a este disco lo hizo grandioso en su producción, cada nota, cada acorde, cada arreglo se escucha a la perfección, siendo impecable en términos de sonido. Cada uno de los tres temas principales es enorme y ciertamente progresivos. También está la abrumadora cantidad de capas en cada pista. Al seguir con atención cada canción se descubren complejidades de alta factura en la música, siendo Sons of Winter and Stars probablemente el mejor ejemplo, además de la mejor canción. El disco describe un mundo con paisajes invernales sin fin, infinitas maravillas de la belleza gélida, aunque con algunas dosis de cursilería, eso sí.
En resumen, "Time I" es, para mi entender, un disco masivo, exagerado, pretencioso, interminablemente sinfónico y sin embargo, no alcanza el pleno potencial que era de esperar de un álbum que estuvo en el taller durante ocho años y no es, ni de cerca, todo lo magnífico que fue su predecesor, por lo que creo que el mismo tiempo que nos hizo esperar, lo desvanecerá. Mejor sentarse para recibir "Time II" en 2013 (?!) para ver si se endereza la carga.
6/10