En uno de los muy inusuales comentarios realizados aquí de trabajos puramente instrumentales, me siento obligado (mentira, lo hago porque me da la gana, pero sirva para argumentar) de traer a Dream The... perdon, a Liquid Tension Experiment, unos chiquillos que les ha parecido oportuno volver a juntarse bajo esa denominación mil años (22) después para tocar unos pocos temas inéditos y varias versiones de temas conocidos, mayormente de tipo clásico-cinematográfico, con su giro propio. El trabajo "Liquid Tension Experiment 3" (porque es el tercero en fila con el mismo nombre, aquí no hubo demasiado esfuerzo), hay que oírlo, aunque sea solo por nostalgia.
Estaba claro -clarísimo- desde que se anunció la extraordinaria reunión discográfica (la de verse para tocar privadamente debe ocurrir a cada rato), en la que nuevamente los apellidos Petrucci y Rudes se iban a poder leer en la misma portada con el de Portnoy, que el nivel sonoro y técnico no iba a bajar de 'excelso'. El grupo, con el apoyo de Tony Levin en el bajo, otro manco que entre otros proyecto toca con Peter Gabriel, presenta en "Liquid Tension Experiment 3" una clase magistral de Progresivo, Jazz Fusion y Clasica/Cinematográfica.
Catorce temas componen el disco, conté seis originales y ocho versiones de viejas canciones, en todas y cada una de ellas la banda se esmera en entregar lo más puro de su sonido, haciendo sonar cada instrumento exactamente como se supone que se debe hacer, con todos los matices, arreglos, intensidad y capacidad que semejantes monstruos de la ejecución son capaces; por supuesto que John Petrucci no iba a perder la oportunidad de exhibir sus dotes de guitarrista y hacer de nuevo esos larguísimos solos que lo han distinguido en más de treinta años de carrera.
Yo he disfrutado mucho este disco desde la perspectiva de lo que es, una entrega de laboratorio, posiblemente salida de la cantidad de tiempo libre que la pandemia nos ha dado y que en sus temas inéditos tiene algunas cosas muy interesantes, especialmente las cuatro primeras pistas, las cuales son de factura mayor. Luego el impacto baja cuando el disco se decanta por las versiones... que si, que están bien hechas, pero que no me llenaron tanto, incluso en algún momento me parecieron anticlimax, pues la rememoración de DT pasa a segundo plano, miel que era la que yo venía buscando para mi boca. Para cuando se llega a las cuatro canciones de cerrar, el disco se hace largo y quizás menos agraciado en lo que a impacto y gusto se refieren.
Dream Thea... joer.. Liquid Tensión Experiment es una oda a la calidad interpretativa de sus ejecutantes, los teclados Hammond de Rudes transportan, la batería de Portnoy milimétrica -como buen hijo de Neil Peart- y las cuerdas de Petrucci, intrincadas y todo lo largas que hacen y no hacen falta. Me faltó LaBrie para completar a Liquid Tens... digo, a Dream Theater.
7/10