El Lado Oscuro Metal Critica

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sábado, 30 de noviembre de 2024

Theurgy - "Emanations Of Unconscious Luminescence" (Brutal Death)

El Metal extremo, el que realmente rompe paradigmas, no busca sino impactar... en un marco de sonido. Cuando se navegan estas aguas durante años se llega a entender que hay bandas, discos, gente, que no quiere trascender por enigmáticos, ni  oscuros, ni siquiera por -eso- extremos, sino que quieren que se sepa que les sabe a mierda lo que piensen de ellos, el punto es hacer esa cochinada estruendosa y atropellante, dejar claro que su momento son los treinta minutos que dura el disco, siga y sume si puede. Un atrevimiento como el de Theurgy con "Emanations Of Unconscious Luminescence" es prueba palmaria.

Este disco jamás será en la puta vida Disco de Año de una web metalera 'decente', no está hecho para eso, pero si es la grabación de 'cada momento' en el que se tienen lo webos para ponerlo a sonar. Un trabajo absolutamente asqueroso, en el mejor sentido de la palabra, cuyo fin último en dejarte tirado en la cuneta de la autopista del Brutal para que te levanten luego de encontrarte con los gusanos saliéndote por todos tus orificios (me encanta el término 'orificios' en el contexto de esta música).

De una vez advierto, por si acaso para este momento no ha sido intuido: estamos hablando de lo que musicalmente hay más allá de 'más allá'. Definitivamente abstenerse neófitos, posers y chiquillada, esto está elaborado para generar verdadero impacto en vivo en una sala con cien personas, una experiencia casi más física que musical. De entrada, el querubín cantor de Brian Mohler tiene un squeal acochinado que puede generar infartos a los no iniciados, las cuerdas en pizzicato y rasgadas totalmente disonantes son un trago grueso y los cueros milimétricos y obstinados de Tyutin se llevan al oyente por delante.

Este debut me deja con las dudas usuales: ¿Serán capaces de repetir este nivel? ¿Seremos flor de un día? Todo está por ver. Pero en treinta minutos (con este grado de agresión no podía ser más) tenemos uno de los trabajos más destructores, animales, intensos y extremos del año. Ninguna 'melodía' podrá permitirte recordar lo que Theurgy ha mostrado con "Emanations Of Unconscious Luminescence", porque -de hecho- no existen, es todo Metal grueso, nunca fue esa su intención, sin embargo, para quienes aprecien este nivel de asquerosidad sonora, estarán fascinados.

Al disco le falta algo de diferenciación entre temas y que la de cerrar, Harmonization of Sentiments Through the Lush, Spiritual Insights of the Flourishing Inner Shrine pareciera que tiende a suavizar intencionalmente el discurrir del trabajo, por lo demás, la grabación es el atropello de un tren de mercancías. Puto discazo debut porque eso de que lo extremo esté por encima de todo -aunque no te entiendan- es de valientes... bien por Theurgy.

8/10


jueves, 28 de noviembre de 2024

Opeth - "The Last Will And Testament" (Progressive Death)

"Pale Communion" (2014) es para mi el pináculo de la actividad tardo-musical de Opeth, refrendado por lo realizado posteriormente con "Sorceress" (2016). Ahora con "The Last Will and Testament", el decimocuarto álbum de estudio de la banda, me encuentro con un tapiz sonoro que entrelaza sus sensibilidades de Rock / Metal Progresivo y raíces Death, un pequeño retorno a casa. Este disco es una clase magistral de narración, que canaliza la grandeza de la música pesada de los años 70s con la intensidad visceral de sus inicios.

Conceptualmente, el álbum está ambientado en un contexto posterior a la Primera Guerra Mundial, y desentraña el drama que rodea el testamento del patriarca, una narrativa realzada por la narración de Ian Anderson (de Jethro Tull) y las contribuciones de flauta. El resultado es una historia gótica melodramática llena de tensión y atmósfera. Musicalmente, Opeth logra un equilibrio entre sus eras. Temas como §3 muestran riffs de inspiración oriental, mientras que §5 ofrece growls y riffs que recuerdan la agresión de su era "Watershed" (2008).

El álbum se siente centrado y cohesivo con cada canción estructurada como un capítulo en la historia que se desarrolla. Los momentos destacados incluyen la voz cruda de Mikael Åkerfeldt, los solos de guitarra de Fredrik Åkesson y los toques barrocos de teclado de Joakim Svalberg y el debut de Waltteri Väyrynen en la batería que agrega ritmos intrincados, aunque carece del estilo distintivo de sus predecesores.

A pesar de la escala cinematográfica del concepto tanto por lírica como por excesiva duración, "The Last Will and Testament" mantiene la accesibilidad. Si bien la narrativa ofrece giros y peso emocional, que van desde revelaciones de ilegitimidad hasta corrupción moral, el álbum evita la indulgencia excesiva, manteniendo las pistas concisas según los estándares de Opeth. Esta moderación permite que el álbum fluya sin problemas, con pasajes interconectados que forman un todo. La balada de cierre, A Story Never Told, es un final exquisito y conmovedor, que resalta la voz limpia de Åkerfeldt junto con delicadas melodías de piano y guitarra, obvia nominación a Canción del Año.

En general, este disco es un triunfo de la evolución creativa de Opeth. Combina su estilo anterior más pesado con la experimentación Progresiva de su era más reciente, ofreciendo algo para los fanáticos de todo el espectro de su discografía y creo que sirve como culminación de su viaje de cuatro décadas: un trabajo reflexivo, ambicioso y elaborado por expertos. Tanto para los seguidores como para los nuevos oyentes, "The Last Will and Testament" exige y recompensa la atención, consolidando su lugar entre los lanzamientos de primer nivel de Opeth.

8/10


lunes, 25 de noviembre de 2024

Fellowship - "The Skies Above Eternity" (Power)

Si alguna vez te has preguntado cómo suena cuando un grupo de entusiastas de Dungeons & Dragons excesivamente optimistas se encuentran un sintetizador y pantalones de spandex, no busques más allá de "The Skies Above Eternity" de Fellowship. Esta obra de Power es menos un álbum y más una recreación teatral de cada lugar común del género que hayas escuchado, interpretado por personas que claramente no tienen miedo al ridículo.

El primer disco de la banda, "The Saberlight Chronicles" (2022) me impactó más favorablemente, estábamos saliendo de la pandemia y se necesitaba alegría. En esta oportunidad el disco tiene menos duración -gracias-, pero también menos de otras cosas. El disco es lo que cabe esperar, cada canción trata sobre elevarse hacia los cielos, triunfar sobre la oscuridad o alguna otra cosa similar que hace que "The Skies Above Eternity" suene como si hubiera sido escrito inspirado en tarjetas Hallmark y -lo menos bueno- caras B de Dragonforce. Para un álbum que aparentemente trata sobre heroísmo, está sorprendentemente desprovisto de originalidad o, quizás, estaba dentro de mis expectativas que hubiera algo de crecimiento.

Musicalmente, la banda es compacta, demasiado compacta. Es casi sospechoso lo pulido que suena este álbum, como si lo hubieran grabado bajo presión de un productor entusiasta con un fetiche por el metrónomo. Los solos de guitarra son abrasadores, sí, pero también parecen sacados directamente del libro 'Power Metal 101'. A la tercera pista has escuchado tantas escalas y arpegios que podrías comenzar a marearte. ¿Y los teclados? Es como si alguien le hubiera dado un Casio a un duende y le hubiera dicho: vuélvase loco XD

Esto no quiere decir que "The Skies Above Eternity" no tenga mérito. Es divertidísimo. Es el tipo de álbum que pondrías en una fiesta para confundir a tus amigos 'paint corpse' o para convocar a una horda de entusiastas del Señor De Los Anillos. Hay un cierto encanto en lo exagerado que es, como una película de serie B que se inclina hacia lo caricaturesco. Al final, Fellowship no hace tanto un viaje musical como una historia con moraleja sobre lo que sucede cuando nadie en el estudio dice: 'Quizás deberíamos bajarle un poco'. Si te gusta el Power y tienes una gran tolerancia a lo cursi, estás en tu terreno. Veredicto final: tres espadas esmeraldas de cinco.

6/10

 


viernes, 22 de noviembre de 2024

Thy Catafalque - "XII: A gyönyörű álmok ezután jönnek" (Blackened Progressive / Folk)

Thy Catafalque, el proyecto que originalmente era Avant-Garde de Tamás Kátai, ha ocupado durante mucho tiempo un nicho único en el mundo de la música: un espacio donde el Black, el Folk, la Electrónica y el Progresivo colisionan en un caleidoscopio de sonido. En "XII: A gyönyörű álmok ezután jönnek" (que se traduce algo así como XII: Los bellos sueños que vienen después), Kátai profundiza en su sonido característico, pero que como ya adelantaba en "Vadak" (2021), se ha venido alejando cada vez más del estilo extraño que centró entregas anteriores, como "Naiv" (2020), "Meta" (2016) y "Sgurr" (2015), entregando en esta oportunidad un álbum ricamente texturizado y ecléctico que se siente a la vez introspectivo y expansivo.

Primero, dejemos algo en claro: este álbum es innegablemente ambicioso. La capacidad de Kátai para tejer géneros dispares en un tapiz sonoro cohesivo sigue siendo inigualable. Las canciones de abrir, Piros kocsi, fekete éj y Mindenevő, sirven como un microcosmos perfecto del espíritu del álbum. Comienzan con capas de sintetizador  antes de explotar en un frenesí de riffs distorsionados y melodías Folk. Es una declaración audaz: espera lo inesperado.

A lo largo de "XII", hay un énfasis distintivo en los contrastes. en los temas se yuxtaponen voces operísticas elevadas con guturales, mientras que se mezclan pasajes acústicos suaves con ritmos electrónicos pulsantes. Esta interacción crea momentos de belleza, particularmente en el uso de motivos folclóricos húngaros, que anclan el álbum en un sentido de lugar y tradición.

Sin embargo, hay una delgada línea entre lo ecléctico y lo abrumador y "XII" ocasionalmente se tambalea al borde. Temas como Nyárfa, nyírfaLydiához y Vakond viran hacia la indulgencia, con largas secciones instrumentales que pueden sentirse más como una exhibición de destreza técnica que como una progresión narrativa significativa. Con casi una hora de duración, el álbum exige paciencia y repetidas escuchas, lo que podría disuadir a los oyentes ocasionales.

"XII" realmente destaca en su producción. Thy Catafalque como siempre es un ejército de creatividad de un solo hombre que equilibra magistralmente las densas capas de instrumentación. Cada herramienta, desde el rechinido metálico de las guitarras hasta las delicadas cuerdas del violín, tiene espacio para brillar. El álbum se siente vivo, respirando con calidez orgánica incluso durante sus momentos más mecánicos y electrónicos.

En cuanto a las letras, "XII" es totalmente enigmático. Como es típico de Thy Catafalque, el húngaro sigue siendo el idioma elegido, lo que agrega una capa adicional de misticismo para los no nativos, es decir, el 99% de la humanidad. Entiendo por lo que busqué que la naturaleza, la memoria y la trascendencia se repiten en todo momento, lo que -supongo- le otorga al álbum una profundidad filosófica que recompensa a quienes están dispuestos a involucrarse con la lírica.

A pesar de sus excesos ocasionales, "XII: A gyönyörű álmok ezután jönnek" es un logro notable. Es un álbum que desafía e inspira. Para los fanáticos del Avant-Garde este ya quizás no sea el patio de recreo acostumbrado, pero en materia de Blackened Prog, o para cualquiera que anhele música que se atreva a ser diferente, "XII" es una escucha necesaria.

8/10



miércoles, 20 de noviembre de 2024

Crypt Sermon - "The Stygian Rose" (Doom / Heavy)

Escribí hace unas semanas de Warpriest, un dúo que hace Heavy Doom, el disco es malo con avaricia pero los músicos que lo ejecutan han salido a defenderlo con entereza, sin internalizar que el trabajo es un desastre, pero con mucho coraje y amor propio... les admiro la entereza, eso si. En el mismo género -y en todo- hay gente cuyos argumentos son simplemente lo que hacen, la verdad se defiende ella misma es la idea que quiero expresar. Para demostrar que este género puede tener cosas interesantes, Crypt Sermon es un buen ejemplo.

Este sexteto filis tiene con el que comentaremos tres discos, demasiados espaciados entre si, más de cuatro años, pero cada uno de ellos ha sido bien recibido, "The Stygian Rose", su último trabajo, es una clase de Epic Doom, que combina grandeza y profundidad emocional con madurez. El álbum cumple con las expectativas del género en cuanto a teatralidad y pesadez, pero también muestra un enfoque matizado que enfatiza la narración y la atmósfera.

El disco de seis pistas, que dura menos de cuarenta y cinco minutos, demuestra una notable moderación sin sacrificar las cualidades dramáticas y arrolladoras que esperan los fanáticos. La mezcla característica de la banda de riffs premonitorios, melodías melancólicas y la interpretación vocal imponente de Brooks Wilson logra un equilibrio más que adecuado. Temas como Thunder (Perfect Mind) y Heavy Is the Crown of Bone presentan momentos de reflexión tranquila que acentúan los crescendos más pesados ​​del álbum. Esta interacción dinámica hace que la experiencia auditiva sea inmersiva en lugar de abrumadora.

El otro tema destacados es The Scrying Orb, donde los teclados góticos y las voces evocan un aura inquietante pero triunfante, el tema de cierre 11 minutos, The Stygian Rose sirve como un final épico, aunque no me terminó de convencer tanto como el resto. Si bien "The Stygian Rose" claramente se inspira en leyendas del Doom como los grandes Cirith Ungol, no se siente derivado. Siento que reinventa un tanto el sonido con un tono oscuro e introspectivo.

Crypt Sermon ha creado un disco que respeta la tradición mientras traspasa un tanto los límites. "The Stygian Rose" es un viaje a través de lo sombrío y lo hermoso, con toque épicos, consolidando a la banda como uno de los actos de Doom que vale la pena seguir de cerca. Los seguidores del género lo encontrarán una buen adición a su discografía y alguien en quien fijarse, ojalá que se tomen menos tiempo para volver a entregarnos algo.

7.5/10


lunes, 18 de noviembre de 2024

Paysage d'Hiver - "Die Berger" (Atmospheric Black)

"Die Berger" de Paysage d’Hiver es una odisea en la vastedad helada de la imaginación de su creador, en la misma onda del otro disco revisado aquí, "Im Wald" (2020). El enigmático Wintherr (Tobias Möckl), conocido por crear Black Atmosférico impregnado de la estética helada de los inviernos suizos, continúa su tradición de paisajes sonoros lo-fi inmersivos. Con "Die Berger" (en alemán, "Las montañas"), el proyecto asciende a nuevas alturas, tanto metafórica como sonoramente.


Con una duración imponente y totalmente exagerada desde mi punto de vista, este disco no es para los débiles de corazón. Como una tormenta de nieve que oscila entre la belleza tranquila y la furia implacable, el álbum exige paciencia para quienes están dispuestos a perderse en su extensión. Fiel al espíritu de Paysage d’Hiver, "Die Berger" se deleita en su producción cruda, donde el silbido y la distorsión actúan menos como defectos y más como elementos atmosféricos, similar al viento que aúlla en los pasos alpinos.

El tema de apertura, Urgrund, encarna la intención del álbum: una escalada inquebrantable hacia el caos de la naturaleza, con más de dieciocho minutos ya se intuye por donde va a ir el resto. Riffs de trémolo arremolinados, blast beats contundentes y cuasi voces aulladoras se fusionan en una vorágine que es a la vez abrumadora e hipnótica. Sin embargo, los momentos ocasionales de respiro melódico recuerdan a los oyentes que incluso en medio de las pruebas más duras de la naturaleza, hay alguna belleza.

Canciones como Ausstieg muestran la capacidad de Wintherr en la dinámica. La interacción entre pasajes frenéticos de Black e interludios ambientales crea una tensión que se siente viva, como si la música misma respirara el aire frío de la montaña. El cierre del disco, Gipfel, cierra el círculo del viaje con melodías inquietantes que se sienten como los primeros rayos de sol después de una noche gélida.

"Die Berger" puede frustrar a los recién llegados al género. Su producción sin pulir y su gran duración alejarán a los oyentes que no estén familiarizados con las complejidades del estilo. Sin embargo, los fanáticos de Paysage d’Hiver reconocerán esto como una continuación y una evolución de la visión de Wintherr. Es un disco que captura no solo el frío sino también el poder sublime de las montañas, una fuerza cruda e imponente que empequeñece la existencia humana. Este disco me ha dejado un tanto sorprendido porque aunque está bien, no se si termina de parecerme la joya que algunos han querido ver en él, lo dejo a juicio de los oidores.

Reitero, si bien "Die Berger" no reinventa la fórmula de Paysage d’Hiver, ciertamente si refuerza la reputación del proyecto como uno de los actos más 'populares' -por favor, enmarcar el término dentro de lo que estamos hablando- del Black Atmosférico. A partes casi iguales castigador y poético, este álbum es una forma de comprobar la capacidad del género para evocar no solo el sonido sino la esencia misma del lugar. Una escucha desafiante pero de a ratos gratificante, "Die Berger" puede ser viaje que vale la pena emprender, si se lleva suficiente paciencia.

7.5/10



jueves, 14 de noviembre de 2024

Yoth Iria - "Blazing Inferno" (Melodic Black)

"Blazing Inferno" de Yoth Iria es una inmersión en los reinos oscuros y fantasmales del Black griego, donde las guitarras pesadas y las melodías inquietantes evocan una atmósfera oculta distintiva. Yoth Iria, un proyecto formado por veteranos de la escena del Metal griego y ha ganado atención por revitalizar un sonido pionero de a principios de los años 90, al tiempo que lo actualiza con una producción moderna y un enfoque más sofisticado y en capas. Este lanzamiento logra un equilibrio entre homenaje e innovación, mostrando la reverencia de la banda por las raíces del estilo mientras se aventura en territorios nuevos.

Una de las fortalezas que definen el álbum es su atmósfera cohesiva, que transporta inmediatamente al oyente a un espacio oscuro y de otro mundo con matices góticos. La primera pista establece un tono ominoso, utilizando cánticos ominosos e instrumentación de construcción lenta que insinúa el siniestro viaje que se avecina. El sonido característico de Yoth Iria es denso y teatral, inspirado en el Black de primera ola, pero diseñado intencionadamente para despertar la expectación de los oyentes. Yoth Iria es hábil para crear tensión sin caer en trucos demasiado usados, una habilidad que probablemente proviene de la amplia experiencia de los miembros de la banda.

En cuanto a la voz, el álbum se destaca por su interpretación cruda pero inteligible. Las voces son inquietantes y feroces, y añaden un elemento casi litúrgico a la música. A diferencia de muchos grupos, donde las letras pueden perderse en el fango de una producción dura, el estilo vocal de Yoth Iria es lo suficientemente claro para que los oyentes aprecien los temas líricos, que se adentran en la mitología, la oscuridad y lo sobrenatural. En cuanto a las letras, el álbum está lleno de lenguaje simbólico y poético, creando un aire de misticismo sin sentirse forzado o demasiado esotérico. "Blazing Inferno" se destaca por lograr este equilibrio entre claridad y misticismo, que es un sello distintivo de la composición madura.

La producción de "Blazing Inferno" es limpia pero conserva suficiente crudeza para satisfacer a los puristas del género, evitando las tendencias crudas y lo-fi que suelen asociarse con el Black. Las guitarras son nítidas y crujientes, con un amplio rango dinámico, lo que permite cambios entre riffs vertiginosos y pasajes más lentos y cargados de fatalidad. La batería es contundente y está bien mezclada y respalda las densas capas de guitarra sin dominarlas. Existe la sensación de que cada elemento del paisaje sonoro ha sido cuidadosamente seleccionado para contribuir al estado de ánimo siniestro del álbum.

El álbum no es perfecto. Algunas pistas, particularmente en la sección intermedia, se sienten repetitivas. Si bien Yoth Iria se apega a un sonido cohesivo, un poco más de variación podría haber agregado algo de profundidad. Dicho esto, la continuidad del álbum también puede ser una fortaleza para los oyentes que prefieren una experiencia auditiva hipnótica.

En esencia, "Blazing Inferno" es a la vez un homenaje nostálgico y un álbum vanguardista. Captura la atmósfera misteriosa y oculta que anhelan los aficionados al Black, al tiempo que ofrece una producción nítida y un sentido maduro de la melodía. Puede que el álbum no convenza a quienes no están familiarizados con el estilo o se resisten a él, pero para los fanáticos específicos, especialmente aquellos amantes de sus raíces helénicas, "Blazing Inferno" es una experiencia gratificante. Yoth Iria demuestra que el estilo negro, incluso con sus temas trillados, aún tiene potencial de reinvención cuando se aborda con arte y reverencia.

7.5/10


viernes, 8 de noviembre de 2024

Sólstafir - "Hin Helga Kvöl" (Post / Folk / Shoegaze)

"Hin Helga Kvöl" de Sólstafir es uno de esos discos que se siente como un fantasma no invitado: no estás muy seguro de si está aquí para atormentarte, inspirarte o simplemente hacerte tomar otra cerveza. Esta banda islandesa de Post tiene un don para crear álbumes que se perciben como folclore antiguo desenterrado de una tumba cubierta de musgo y salpicado con suficiente distorsión atmosférica para hacerte sentir como si hubieras marcado accidentalmente una estación de radio de una dimensión diferente. Pero este no es el típico cuento de fogatas amigables. La mezcla de Doom cinematográfico y Black, con infusión de Folk de Sólstafir es densa, a veces lo suficientemente densa como para hacerte preguntarte si simplemente no eres lo suficientemente sombrío como para entenderlos.

El álbum comienza con el tipo de paisaje sonoro envolvente que te hace sentir como si te hubiera recogido el viento en una oscura costa islandesa. Pero, como ocurre con muchos de los trabajos de Sólstafir, este no es tanto un sonido que te relaje y te haga vibrar, sino más bien una prueba de resistencia. Con cuarenta y ocho minutos de duración, "Hin Helga Kvol" tiene temas que se desarrollan como novelas, que exigen que te sientes, te abroches el cinturón y dejes que la narración te inunde, desafortunadamente ninguno me terminó de impactar. Y aunque el álbum rezuma cierta mística poética, hay una sensación inquebrantable de que podría haber sido diez minutos más corto sin perder mucho. Cada tema parece aferrarse al peso existencial del mundo, lo que da lugar a un disco que a menudo es más pesado que verdaderamente profundo.

Pero hay algo innegablemente encantador en la forma en que Sólstafir equilibra la crudeza cruda con una melodía inquietante. Su vocalista Aðalbjörn Tryggvason (así se escribe, pero dígame alguien como se pronuncia) es en parte poeta torturado, en parte chamán, canalizando un espíritu que suena a partes iguales exhausto y enfurecido. Su voz tiene el peso del antiguo folclore islandés, no importa si entiendes o no el islandés: las canciones te atraviesan como una guadaña y te deja mirando perplejo de lo que acabas de oir.

La producción aquí es otra mezcla de todo. Por un lado, captura el sonido central de la banda: neblina Shoegaze y estruendo Post a partes iguales. Pero, a veces, es difícil no sentir que todo es demasiado ruidoso, demasiado implacable. Hay una cualidad monótona en algunas de las pistas que, en lugar de ser hipnótica, termina sintiéndose como si estuvieras atrapado en un sonido que no termina. Cuando estás inmerso en ella, la retroalimentación ambiental y la reverberación sónica crean este paisaje inmersivo y salvaje que es a partes iguales fascinante y agotador. Pero tras varias escuchas, es fácil empezar a sentir que el sonido de Sólstafir en este disco tiene tanto que ver con la atmósfera como con la ocasional canción de relleno disfrazada de un viaje épico.

Cuando llegué al final de "Hin Helga Kvol", me quedé a la vez desconcertado y algo aliviado. Este no es un álbum fácil de digerir. Ni siquiera es particularmente divertido. Hubiera querido que me gustara más; desde "Svartir Sandar" (2011) y "Ótta" (2014), incluso todavía con "Berdreyminn" (2017) no hacen esa cosas geniales que los dieron a conocer fuera de su terruño.., mira que es difícil destacar cantando en ese idioma. Es verdad que Sólstafir tiene una manera única de convertir el terror existencial en un viaje sonoro que es a la vez miserable y extrañamente mágico, como si estuvieran aquí para recordarte la belleza de las cosas rotas, pero esta vez no vengas esperando un éxito: es más como mirar fijamente un hermoso acantilado islandés mientras te congelas: extraño y brutal... no se si vale la pena cada escalofrío.

6.5/10


jueves, 7 de noviembre de 2024

Flotsam And Jetsam - "I Am The Weapon" (Thrash / Heavy)

El último lanzamiento de Flotsam and Jetsam, "I Am The Weapon", golpea con el tipo de fuerza implacable que los fanáticos podrían esperar del veterano grupo de Thrash. La banda muestra que aún tiene el vigor para competir con sus versiones más jóvenes, entregando una colección de temas de alta energía y cargados de riffs que se sienten nostálgicos y modernizados.

Este álbum se inclina hacia una mezcla de Thrash clásico con un toque de Power, mostrando la voz de Erik A.K Knutson en su usual forma áspera pero potente, mientras que el acompañamiento instrumental de los guitarristas Michael Gilbert y Steve Conley es tan ajustado y enérgico como siempre.

La banda es tan antigua como el género mismo, remontándose sus orígenes a inicios de los ochenta; yo siempre los he sentido ubicados como en una segunda línea del Thrash, un poco desconocidos, un poco demasiado imbuidos en solo hacer su música y sin mayores intenciones de destacar en el mundillo comercial. Esto puede ser interpretado desde varias perspectivas, pero creo que la principal es que son fieles a sí mismos... me pregunto si habrán podido pagar las cuentas, pero fuera de eso, ya nadie les puede quitar su estatus de glorias del estilo.

Con temas como A New Kind Of Hero y Primal, el álbum comienza con una intensidad rápida y cargada de ganchos, gracias a la batería contundente de Ken Mary y un estilo de producción animado y poderoso. Este es un álbum con algunos puntos bajos; aunque Beneath the Shadows se aventura en un ritmo más suelto que puede sentirse un poco fuera de lugar, el álbum rápidamente vuelve a su forma con una alineación poderosa que equilibra la delicadeza técnica con la agresión. Algunas pistas, como The Head of The Snake, tienen un estilo de producción pulido pero contundente que mantiene el disco constantemente atractivo, aunque puede que un tanto demasiado 'límpio' para los puristas del Thrash.

La dirección de Flotsam and Jetsam ha virado hacia un híbrido de Heavy/Thrash, su "The End Of Chaos" (2019) lo anunciaba, puesto que con toques de Power muestran su voluntad de mezclar la furia de la vieja escuela con nuevos ganchos melódicos. Si bien "I Am the Weapon" no es demasiado especial, marca una adición de calidad a su catálogo de dieciséis discos ya. El resultado de este trabajo, con un sonido revitalizado, demuestra la capacidad de la banda para adaptarse y entregar energía implacable a cuarenta años de su debut.

7/10


miércoles, 6 de noviembre de 2024

High On Fire - "Cometh The Storm" (Sludge / Thrash)

"Cometh the Storm" de High On Fire llega con toda la intensidad cruda que los fans esperan, mezclando su clásico poder de Sludge con toques nuevos y experimentales. Este álbum, el primero en seis años, se mantiene fiel a su camino de riffs feroces y percusión potente, pero añade nuevos sabores, en particular las influencias de Oriente Medio en temas como Karanlık Yol, que incorpora el bağlama turco para una pausa inquietante y cinematográfica en medio de la embestida sónica.

Como conversaba con el amable equipo de Rocktambulos.com cuando esta semana grababamos el podcast de recomendaciones del mes, High On Fire siempre es una banda interesantes para redescubir, yo tengo la sensación de que siempre están evolucionando, que cada disco pretende algo nuevo, aún cuando su sonido es bastante reconocible. Mi único comentario de la banda data de doce años atrás, con "De Vermis Mysteriis" (2012), y revisarlo me confirma lo que pienso de ellos.

La incorporación del baterista Coady Willis infunde al sonido de High On Fire una energía indómita. Canciones como Lambsbread y Burning Down desatan riffs con mucho Thrash, mientras que la canción principal y homónima del disco se ralentiza para ofrecer ritmos aplastantes y cargados de fatalidad. La interacción entre Willis, el bajista Jeff Matz y el líder, pitcher abridor y novio de la madrina, el guitarrista Matt Pike es precisa, a menudo al borde del caos pero un tributo a la producción. Las texturas ásperas y el rango dinámico evitan que el álbum se sienta predecible, con cada canción equilibrada entre una agresión implacable y un ritmo estratégico.

Los puntos destacados incluyen el tema Trismegistus, que vira abiertamente hacia el Thrash y The Beating, apisonante. El álbum cierra con la oscura y atmosférica Darker Fleece, que deja a los oyentes con una nota aprensiva, sumergiéndolos en el tormentoso y bastante demoníaco -por cierto- mundo de High On Fire. A pesar su carácter crudo, "Cometh the Storm" no es solo fuerza bruta; sus toques progresivos y su energía implacable muestran una banda dispuesta a experimentar sin perder su identidad central.

Tanto para los fanáticos de toda la vida como para los recién llegados, este álbum ofrece emociones familiares y sorpresas refrescantes: un lanzamiento brutal pero ingenioso que consolida aún más el legado de High On Fire en el Metal moderno. Con casi treinta años en actividad, aunque sólo nueve largas duración, este power trio no decepciona.

7.5/10


viernes, 1 de noviembre de 2024

Gaerea - "Coma" (Melodic Black / Post Black)

"Coma" de Gaerea es un álbum que se adentra en las profundidades crudas del Post Black mientras expande los límites del género. Lleva tanto la desolación característica del Black como una voluntad de innovación, llevando a los oyentes a un viaje que es al mismo tiempo caótico y comedido. En la superficie, "Coma" es oscuro e implacable, y sin embargo exuda intensidad controlada que se siente casi meditativa en algunos lugares, un acto de equilibrio que Gaerea logra bastante bien. Su anterior "Mirage" (2022) me parece que no logró el impacto que querían, en esta nueva oportunidad está mejor logrado.

Gaerea, un misterioso grupo de Portugal que pone el anonimato en primer plano, evitando las identidades individuales para mantener el foco firmemente en la música. Este anonimato, combinado con su estilo visceral y catártico, agrega un toque enigmático a su actuación. Con "Coma" llevan esa identidad aún más lejos, adoptando un enfoque expansivo y moderno que tiene una calidad que lo ha hecho destacar este año.

Musicalmente, "Coma" está estructurado con un sólido dominio del ritmo y la atmósfera, llevando a los oyentes a través de diferentes intensidades y paisajes sonoros. Temas como The Poet's Ballet, Suspend, World Ablaze y Unknown golpean con fuerza pero son sorprendentemente melódicos, lo que da a entender la aptitud de Gaerea para crear canciones que se sienten a la vez castigadoras y hermosas. Los riffs iniciales son como una serie de tormentas que ofrecen líneas de bajo vibrantes y tambores implacables, creando un sonido que envuelve al oyente. Luego, justo cuando crees que sabes qué esperar, Gaerea presenta algunos pasajes melancólicos y reflexivos en los que resaltan una superposición de sonido, eso me gustó, el toque de sorpresa.

Temáticamente, "Coma" explora temas de aislamiento, pavor existencial y la fractura del yo, profundizando en letras introspectivas que se alinean con el paisaje sombrío de la música. Esta crudeza emocional, junto con el ritmo sombrío, a veces recuerda a grupos como Mgła, pero Gaerea infunde su propio toque distintivo, manteniéndolo fresco y distinto. Las voces, brutales pero mesuradas, logran un equilibrio entre expresar angustia y dejar espacio para los matices, fusionándose con la atmósfera del álbum.

Sin embargo, el tono implacable puede resultar algo repetitivo, el disco aunque trata de hacerlo un poco, no es tampoco un dechado de innovación. Para los seguidores del estilo, "Coma" es una experiencia destacada, una combinación convincente de agresión y ambiente que refleja una visión madura y bien elaborada. Es una escucha intensa, pero que recompensa a quienes se dejan llevar por su tormenta. Con este trabajo, Gaerea se gana unos puntos en el ambiente y puede destacar en algunas listas del fin de año y claramente su mejor trabajo a la fecha.

8/10



viernes, 18 de octubre de 2024

Pyrrhon - "Exhaust" (Death / Noise / Avant-Garde)

Si buscas un álbum que aplaste tus sentidos hasta someterlos y luego pisotee los restos, "Exhaust" de Pyrrhon se ofrecerá con entusiasmo para el trabajo. Y lo hará con precisión quirúrgica, como un dentista usando un martillo neumático. Este cuarteto de Death con base en Brooklyn ha estado superando los límites durante años, no entiendo como es que es la primera vez que escribo de ellos. En todo caso, de lo que les he escuchado "Exhaust" es quizás el más caótico hasta ahora, un horno de ruido que funde los géneros que incorporan: Noise, Avant-Garde, Dissonant, Mathcore... ¿me faltará alguno?

Lo primero que se nota con el disco es que no es una escucha educada. No te facilita la entrada; te catapulta a un torbellino disonante. Este es el equivalente musical de ser arrojado a un vórtice de aguas negras. Y, sin embargo, en medio de la cacofonía, hay una belleza retorcida por descubrir. Las guitarras son difíciles pero quirúrgicas, el bajista Erik Malave y el baterista Steve Schwegler forman una sección rítmica que se siente menos como una base y más como un huracán, una fuerza de la naturaleza que no puedes predecir, sin duda lo mejor del trabajo.

La interpretación del vocalista Doug Moore es una clase de extremidad. Suena como si estuviera tratando de exorcizar demonios que ni siquiera el infierno podría contener. Sin embargo, no se trata solo de gritar por el gusto de gritar; su voz es un instrumento en sí mismo, entrando y saliendo de la locura con una versatilidad inquietante. En cuanto a las letras, Pyrrhon aborda temas de decadencia social, terror existencial y grotescas situaciones de la vida moderna, busquen las líricas porque por mucho inglés que sepan, no es su intención que se entiendan directamente.

Temas como The Greatest City On Earth  y Last Gap son menos canciones y más pruebas de resistencia, First As Tradegy, Then As Farce me pareció un asalto sensorial, la mejor del disco, también destacan Hell Medicine, Out Of Gas y Strange Pains. En general nada desdice y hasta se les agradece que en la duración se hayan contenido, parando el reloj es más que suficientes treinta y ocho minutos. Repito, no se como es que no había escrito antes de Pyrrhon, mala mía.

En resumen, "Exhaust" no es solo un álbum; para quien no esté entrenado en las artes superiores del Metal, el trago puede resultar venenoso, pero para quienes disfrutan de lo extremo, es una experiencia, una que puede dejarte atontado pero extrañamente satisfecho. Esto es una exploración desenfrenada, brutal y a veces, genial de sonido que -repito- no es para los débiles de corazón. Y honestamente, ¿no es eso exactamente lo que debería ser la música extrema?

9/10. Puto discazo, estará dentro de lo mejor del año.


domingo, 13 de octubre de 2024

Vhäldemar - "Sanctuary Of Death" (Power / Heavy / Speed)

Por razones poco discutidas y probablemente interesadas, el Metal que sale de sitios menos usuales, -digo- fuera de la zona anglosajona, nórdica y por excepción, de la Bota, parece que lo tiene más difícil de llegar a conocimiento general, no digamos a las carteleras y sitios de comentarios usuales. Es totalmente injusto, pero es así y no me gusta que sea de esa manera, por eso es un poco obligación y mucho placer hablar de gente como Vhäldemar, una banda vasca, española por su puesto, que hace un Power/Heavy/Speed muy al uso de Gamma Ray, Hellowen y similares, con un toque Manowar en lo que a épica refiere.

Con "Sanctuary Of Death" son siete sus larga duración y al menos éste -porque recién es que los vengo descubriendo- es el tipo de álbum que te agarra por el cuello y se niega a soltarte hasta que estás cantando sus himnos a todo pulmón. Esta banda no se contiene: golpea con la sutileza de un martillo de guerra y la velocidad de un tren desbocado.

Desde el inicio del disco la banda no pierde tiempo en marcar el tono: implacable, agresiva, pero innegablemente melódica. Si eres fanático de los solos de guitarra y las voces imponentes, aquí es donde te sentirás como en casa. La voz de Carlos Escudero es un grito primario que resuena con influencias de la vieja escuela, pero hay una ferocidad refrescante que se siente todo menos anticuada. Es como si el Metal clásico hubiera recibido una inyección de adrenalina y una mala actitud.

Temas hay por doquier, quizás no todos geniales, es cierto pero el disco tiene la virtud de mantener buen nivel, agregando eso que yo adoro, una canción que te lo recuerde por los siglos de los siglos, amen... me refiero a Deathwalker, un espectáculo en dos patas que tiene que ser escuchado, muy Accept o Axxis, muy alemana; agrégele a eso temas como Forevermore, Devil's Child, Dreambreaker, o Old King's Vision (Pt.VII) que aportan la energía que mantiene vivo el disco, todo aderezado con riffs sencillos pero afilados y una sección rítmica excelente. La alquimia está lograda.

Este no es un álbum que reinvente la rueda, a
"Sanctuary of Death" le pudo haber sobrado una canción o dos, lo que realmente quiere hacer Vhäldemar con la rueda es atarle unos clavos, prenderle fuego y lanzarla a la batalla colina abajo. Para los fanáticos de los solos de guitarra épicos, los gritos de lucha y el Metal que te hace sentir como si estuvieras cargando hacia la guerra (así de ridículo y épico, jajaja), Vhäldemar cumple de sobra. De santuario nada, tierra arrasada.

8/10


sábado, 12 de octubre de 2024

Warpriest - "Gloombreaker" (Doom)

"Gloombreaker" de Warpriest es uno de esos álbumes de los que hay que hablar, sea ya porque ha golpeado el mundillo de revisiones con las peores calificaciones posibles o porque es necesaria la labor social que aleje a los desprevenidos del riesgo que este tipo de trabajos entraña. Hago aclaración: aunque este es uno de los peores discos en años, no quiero que mi comentario se interprete como una falta de respeto a los músicos que lo crearon, respeto su esfuerzo y creo que todo el mundo tiene derecho a intentarlo y equivocarse.

El trabajo dice prometer intensidad Doom pero ofrece mediocridad envuelta en una capa de teatralidad cargada de fatalidad. Desde el principio la banda (el dúo, de hecho, los esposos Wilson de Atlanta, GA) parece decidida a enterrar cualquier energía potencial bajo una montaña de riffs lentos y atmósferas sobrecargadas, creando una experiencia auditiva que se siente más como una tarea impuesta que como un rato divertido. Si estás buscando un disco que redefina lo que significa ser 'sombrío', este podría serlo, pero solo porque podría ponerte a dormir.

El álbum comienza con lo que presumiblemente se supone que es una apertura melancólica, pero en cambio, Dogs Of Doom es un canto fúnebre sin rumbo que avanza lentamente con toda la emoción de ver cómo se seca la pintura de la pared. Warpriest intenta evocar la vibra siniestra del Doom clásico, pero solo logran sonar como si estuvieran imitando los elementos del género sin entender qué los hace funcionar. Los riffs, que suelen ser el corazón de cualquier buen disco son -cuando medio aciertan- olvidables y reciclados, hasta el punto de la parodia, cuando no aciertan -que es la más de las veces-, dan vergüenza ajena. Cuando llegas a la tercera canción te preguntas si estás escuchando el mismo riff una y otra vez a ritmos ligeramente diferentes y cuántas horas han pasado.

El gruñido monótono del vocalista es otra decepción, pero lo peor es que cuando intenta hacer algo de esfuerzo, desafina y lo hace tanto que tiene que venir a auxiliar el sonido de la guitarra en forma de outro. Si bien está claro que Warpriest busca una presencia siniestra, su interpretación se siente caricaturesca, sin vida y forzada, como alguien que hace su mejor imitación de un villano de película de terror tipo B.

La producción tampoco le hace ningún favor a "Gloombreaker". La mezcla es turbia y desequilibrada, lo que dificulta distinguir entre los instrumentos en los momentos claves. Esto puede ser intencional para darle al disco esa sensación underground, pero termina sintiéndose barato y apresurado. Los intentos de Warpriest de incorporar elementos atmosféricos resultan torpes, con efectos mal colocados que no mejoran el estado de ánimo y que restan valor a cualquier pizca de interés que la banda podría generar.

"Gloombreaker" es un ejercicio poco inspirado de clichés del Doom que ponen a prueba la paciencia y los nervios. Sugiero tocar el trabajo solo con un palo, especialmente si se es novato en estas artes, no vaya a ser que la decepción les haga creer que todo el Doom es así.

2/10


jueves, 10 de octubre de 2024

Nails - "Every Bridge Burning" (Powerviolence / Grindcore)

"Every Bridge Burning" de Nails es nuevamente, una feroz pieza de Powerviolence y Grindcore que ofrece una agresión implacable en apenas minutos. Fieles a su esencia, el trío con base en California vuelve a crear una experiencia sonora que combina una velocidad brutal con riffs densos y sofocantes. Conocidos por su enfoque intenso y crudo, Nails no se contiene en este disco, ofreciendo a los oyentes una experiencia brutal y catártica de principio a fin.

La banda no es muy prolífica, su anterior trabajo "You Will Never Be One Of Us" (2016) ya vio luz hace ocho años, sin embargo quedó grabado a fuego en mi memoria, primero porque con él los descubrí y segundo porque desde entonces me han parecido una de las bandas más auténticas del sector extremo del Metal. Si además sacamos cuentas que cada disco tiene apenas unos dieciocho minutos de música, pues con sus cuatro entregas apenas hay una hora en total de sonido de Nails, pero, por demás interesante, ello no desdice, al contrario, refuerza que cantidad no es igual a calidad.

El álbum se sumerge desde el vamos en un asalto caótico de tambores atronadores, guitarras distorsionadas y la voz de Todd Jones. La producción es intencionalmente -desde mi punto de vista- cruda, con los instrumentos y las voces mezclándose en un muro de sonido castigador. Muchos momentos del álbum capturan la sensación de ira implacable y nihilismo por el que Nails se ha hecho conocido. La mezcla de la velocidad del Grindcore y la pesadez de los elementos Powerviolence lo convierte en una escucha agotadora pero gratificante.

La canción principal del trabajo, Every Bridge Burning, se destaca como el centro temático y sonoro del álbum. Con poco más de tres minutos de duración, encapsula la rabia y la visión sombría del mundo que Nails canaliza a lo largo del disco. El título sugiere una ruptura de los lazos con el pasado, una declaración de guerra contra el mundo, que se refleja en el enfoque intransigente de la música.

Aunque "Every Bridge Burning" no se aleja mucho de la fórmula que Nails ha perfeccionado a lo largo de los años, su brevedad garantiza que el impacto sea puro. Esto no va de variedad o sutileza; es un ejercicio para ofrecer una experiencia visceral y primaria. Para los fanáticos de la banda, ofrece exactamente lo que queremos: furia pura y sin diluir. Aunque no es para los débiles de corazón, "Every Bridge Burning" es un testimonio de la capacidad de Nails para superar constantemente los límites de la música extrema. En el video inserto, todo el disco.

8/10 

martes, 8 de octubre de 2024

Wolfheart - "Draconian Darkness" (Melodic Death)

"Draconian Darkness" de Wolfheart ofrece una potente mezcla de Death Metal melódico con toques sinfónicos, manteniéndose fiel al estilo característico de 'metal invernal' de la banda. El álbum se reitera en los temas característicos de la agrupación finlandesa al tiempo que refina su sonido con elementos cinematográficos y atmosféricos. Wolfheart ha realizado un buen disco, pero demasiado sobre seguro.

El álbum abre con Ancient Cold, una feroz canción marcada por su orquestación masiva e intensa energía Melodeath. Le siguen temas como Trial By Fire y Grave, en que destacan sus transiciones dinámicas de riffs brutales a momentos más suaves y atmosféricos. En general el disco muestra todos los trucos y denominadores comunes que los han llevado a ser apreciados como representantes genuinos del género.

No se podrá decir que no le he prestado atención al trabajo de Tuomas Saukkonen, siendo con éste seis los discos comentados aquí, los cinco primeros bandeando entre lo genial y lo bueno; todavía me parece que "Constellation Of The Black Light" (2018) es su buque insignia, pero con "Draconian Darkness" baja un peldaño, a niveles de "Shadow World" (2016), su gran productividad quizás merma un tanto la calidad, pero nada que lamentar como grave.

La calidad de producción es uno de los puntos fuertes de "Draconian Darkness", donde cada instrumento suena nítido y claro, mejorando la experiencia auditiva general. Reitero que a pesar de sus puntos fuertes, algunas críticas sugieren y yo lo comparto, que algunas pistas, como Evenfall, se sienten repetitivas, apegándose demasiado a la fórmula de laboratorio sin suficiente experimentación.

En definitiva, "Draconian Darkness" es una adición más que decente en la discografía de Saukkonen, que equilibra la intensidad cruda con melodías inquietantes y ofrece una experiencia convincente para los fanáticos del Melodeath. Si bien va a lo seguro a veces, es un álbum que consolida -si se puede- la posición de Wolfheart en el género.

7.5/10


lunes, 7 de octubre de 2024

Alcest - "Les Chants de l'Aurore" (Post-Black / Shoegaze / Blackgaze)

Si "Les Chants de l'Aurore" fuera un cuadro, pintaría un valle lleno de niebla donde la luz del sol duda en abrirse paso entre las nubes, pero cuando lo hace, es trascendente. La última propuesta de Alcest es un delicado acto de equilibrio entre el sueño y la realidad, que combina la intensidad del Post-Black con la belleza etérea y atmosférica que Neige, el cerebro, pitcher abridor, novio de la madrina y demás funciones de la banda, ha convertido en su sello.

El título en sí, que se traduce como 'las canciones del amanecer', establece el estado de ánimo para un álbum que parece la banda sonora del mundo que despierta de un antiguo letargo. Pero no esperes una mera oda al amanecer, "Les Chants de l'Aurore" se desarrolla como un viaje espiritual que te lleva desde los rincones más profundos de la noche melancólica hasta el primer aliento de la luz de la mañana. Es como si el francés hubiera tomado el concepto de 'amanecer' y lo hubiera extendido a todo el espectro de la emoción humana.

Musicalmente, el álbum oscila entre el Shoegaze y el Blackgaze más duro por el que Alcest es conocido, con la voz fantasmal de Neige flotando sobre paisajes sonoros exuberantes como un ser espectral. Aquí es donde reside la verdadera fortaleza de la banda: en su capacidad de evocar sentimientos de nostalgia por algo que nunca has visto. Es una sensación paradójica, muy similar a la forma en que las guitarras con trémolo pesado chocan con las melodías limpias y elevadas, pero las complementan.

Temas como Komorebi, Améthyste y L'envol encapsulan el núcleo del álbum: un estado onírico que oscila entre la esperanza y la desesperación. Alcest siempre ha tenido esta habilidad para hacer que la tristeza suene como algo sagrado. Sin embargo, si buscas riffs contundentes o gritos guturales, este no es el álbum para ti. Pero esa es la belleza de Alcest: no intentan golpearte hasta que te rindas. En cambio, "Les Chants de l'Aurore" es una invitación a sumergirse en un sueño despierto, un espacio donde la luz y la sombra se encuentran, y nada es lo que parece.

En resumen, Alcest ofrece un trabajo introspectivo y maravillosamente inquietante que se siente como un momento tranquilo antes del amanecer, una meditación sobre los momentos fugaces de la vida. Es melancólico pero alentador, perfecto para los soñadores y claramente un buen disco, no perfecto, con un par de temas menos agraciados o quizás menos impactantes que el resto, pero realmente un trabajo destacado para 2024 y sin duda el mejor disco a la fecha del de Occitania, Francia.

8/10


domingo, 6 de octubre de 2024

Dark Tranquility - "Endtime Signals" (Melodic Death)

El último álbum de Dark Tranquillity, "Endtime Signals", es una mezcla de puntos fuertes y débiles de una banda que ha tenido mejores años. Si bien el disco ofrece destellos de la brillantez del Melodeath que una vez los convirtió en pioneros del género, en última instancia sufre de falta de innovación y toma de riesgos creativos, lo que lo deja con una sensación de estar algo estancado en comparación con su mejor trabajo, "Atoma" (2016) un disco para recordar más que éste ciertamente.

Las canciones que componen el disco contienen sus líneas de guitarra melódicas familiares y una musicalidad precisa, pero rápidamente queda claro que Dark Tranquillity está pisando terreno familiar. El trabajo de guitarra, aunque sólido y ocasionalmente atractivo, carece de la frescura o la mordacidad que definieron sus álbumes anteriores como el mencionado en el primer párrafo, "Construct" (2013) o "Moment" (2020). Las armonías de guitarra duales y los solos de Mikael Stanne y  Johan Reinholdz son competentes, pero rara vez se aventuran en territorio demasiado emocionante. Los riffs se sienten cómodos, casi demasiado, como si la banda estuviera jugando a lo seguro en lugar de empujar sus límites creativos.

La interpretación vocal de Mikael Stanne es, como siempre, un punto clave, pero incluso aquí, hay una sensación de estancamiento. Sus growls siguen siendo potentes, pero carecen de la intensidad cruda que tenían antes. Las voces limpias se sienten bien. La mezcla es clara y pulida, aunque a menudo se siente estéril, privando a la música de parte de su potencial de dureza e impacto. La sección rítmica, sigue siendo la fuerza impulsora en la música de Dark Tranquillity, el recién llegado Joakim Strandberg-Nilsson, ex In Mourning, hace bien el trabajo pero no se le escucha demasiado con el tipo de producción escogida.

En cuanto a las letras, "Endtime Signals" retoma temas de colapso social, terror existencial y escenarios apocalípticos. Si bien la banda todavía crea paisajes sonoros atmosféricos, el contenido temático se siente como una repetición de ideas anteriores. En definitiva, "Endtime Signals" es un álbum competente pero poco inspirado de una banda que parece reacia a abandonar su zona de confort. Los fanáticos de toda la vida pueden disfrutar de su familiaridad, pero es poco probable que destaque como un punto especial en la discografía de Dark Tranquillity.

Un disco de Melodeath, especialmente salido de las manos de gente que ha demostrado con constancia que son capaces de sacar lo mejor de sí mismos, debe ser -para mí- una experiencia vital. Con "Endtime Signals" solo consigo un poco de eso. Ciertamente el mejor tema del trabajo es Neuronal Fire, con un excelente riff y puede que también destaquen Not Nothing, Unforgivable y Shivers And Voids, de resto, pues como he dicho, no ha habido ese atrevimiento que antaño le percibí a la banda. Que de los cinco componentes haya tres que son nuevos puede que haya influido y estemos ante un trabajo de ajuste antes de volver a las glorias conocidas.

7/10


sábado, 5 de octubre de 2024

In Vain - "Solemn" (Melodic Death / Melodic Black / Progressive)

"Solemn" de In Vain podría ser la banda sonora de un apocalipsis vikingo, si los vikingos también hubieran tenido una sesión de improvisación de Metal justo antes del Ragnarok. La agrupación se ha ganado un nicho como alquimistas sónicos, mezclando Blackened Death, Melodic Death y Prog con toda la gravedad emotiva que esperarías de un álbum con el nombre de "Solemn". Pero no dejes que el título te engañe; este no es un álbum que se queda quieto en un rincón mientras te pones el luto: es una buena tormenta de riffs, growls y grandeza atmosférica.

In Vain es capaz de muchas cosas, incluso de hacer discos mediocres como su anterior "Currents" (2018) que me decepcionó tanto después de la genialidad de "Ænigma" (2013) que a veces lo uso como ejemplo del desplome de una banda. Ahora con "Solemn" creo que los de Noruega logran el equilibrio. Desde la primera canción, la banda establece el estado de ánimo con una fuerte intensidad melancólica. No solo tocan Metal, sino que pintan en tonos de oscuridad, lanzando ráfagas de luz para mantener las cosas interesantes. La fuerza del álbum radica en su capacidad de equilibrar la brutalidad con la belleza.

Uno de los mejores ejemplos de este delicado acto de balance es el tema Seasons Of Unrest, que se siente como el equivalente musical de recibir un puñetazo en la cara y luego un abrazo inmediato. Las guitarras son dinámicas y ajustadas, combinando riffs feroces con momentos de delicadeza melódica. Es como si hubieran invitado a Gorgoroth y Opeth a la misma fiesta y los hubieran hecho llevarse bien.

Luego está la batería, que es nada menos que implacable. De alguna manera, la banda evita que todos estos elementos intrincados se conviertan en un caos, lo que es una hazaña en sí misma. La producción es lo suficientemente limpia como para dejar que los detalles brillen, pero lo suficientemente cruda como para hacerte sentir como si estuvieras parado al borde de un acantilado con la tormenta formándose detrás de ti.

Al final, "Solemn" es tan serio y épico como suena y sobre todo, es el retorno de In Vain al buen camino. El disco es oscuro, melancólico y complejo, pero también atractivo y gratificante para cualquiera que le guste que su Metal venga con un toque de aventura musical. Como principal elemento negativo destaco que nuevamente es demasiado largo, superando la hora, lo que lo hace agotador, pero con algo de paciencia se le logra acabar. Bien por In Vain.

8.5/10


viernes, 4 de octubre de 2024

Winterfylleth - "The Imperious Horizon" (Melodic Black / Atmospheric Black)

Winterfylleth ha vuelto con su octavo larga duración, "The Imperious Horizon" y es todo lo que se puede esperar de estos incondicionales del Black Melódico con tintes Atmosféricos y tal vez un poco más. Para una banda conocida por forjar su sonido en los fuegos de la naturaleza y la historia, este álbum no solo refina lo que han mostrado, sino que también se adentra en un territorio que se siente como aire fresco que barre ruinas antiguas.

Desde el principio, "The Imperious Horizon" te recuerda porque Winterfylleth ocupa un lugar tan prestigioso en el panteón del estilo. El álbum es denso pero expansivo, como estar parado en el borde de un antiguo campo de batalla y contemplar las consecuencias. Gruesos muros de punteo de trémolo, tambores poderosos y la característica voz áspera de la banda dominan el paisaje sonoro. Pero debajo de la ferocidad, hay una belleza inconfundible, que entrelaza influencias Folk y atmósferas contemplativas que crean una experiencia inmersiva.

Temáticamente, "The Imperious Horizon" continúa el viaje de la banda a través de paisajes tanto literales como metafóricos. Si bien los álbumes anteriores (que nuevamente con esta gente no se porque no había escrito todavía) han explorado la historia pagana y la naturaleza, Winterfylleth no solo crea un sonido, elabora una narrativa.  

Los riffs golpean como avalanchas y temas como Like Brimming Fire y Dishonour Enthroned brindan suficientes blast beats como para apaciguar incluso a los puristas del Black más empedernidos. Aún así, hay madurez aquí, una delicadeza en el caos. Las canciones se construyen y evolucionan en lugar de golpearte hasta la sumisión, llegando a su punto culminante con Upon This Shore, una oda que no solo es la mejor del disco, sino uno de los temas del año.

Uno de los aspectos más destacados del álbum es su producción. Limpia pero no estéril, la mezcla permite que cada elemento brille sin sacrificar la intensidad cruda. Hay una riqueza en las guitarras, una profundidad en la batería e incluso las voces parecen más dominantes que nunca, gruñendo una sensación de propósito en lugar de pura rabia. "The Imperious Horizon" de Winterfylleth reescribe nada, pero sin duda habla de la madurez y crecimiento del Black, que tanta falta le hizo durante varios años y lo convierte en un estilo -nuevamente- urgentemente relevante.

8/10