“The Blue Nowhere” de Between The Buried And Me es un testimonio de la creatividad desenfrenada de la banda, consolidando aún más su reputación como uno de los grupos más aventureros del Progresivo. Si bien no alcanza la brillantez de discos anteriores como “Automata I” (2018) y “Automata II” (2018), destaca por su audaz experimentación, impresionantes zonas instrumentales y fascinantes exploraciones vanguardistas, incluso con toques inesperados de Rock 'n Roll y Blues.
Desde el principio, “The Blue Nowhere” es una escucha extensa y enérgica, que equilibra momentos de caos desenfrenado con tramos de delicada fragilidad. La gran variedad de instrumentos que abarca desde clásicos del Progresivo hasta instrumentos de viento y cuerda, crea un tapiz musical idiosincrásico y los arreglos saltan de forma impredecible entre géneros: Electrónica, Jazz, Bluegrass y, el mencionado Rock 'n Roll con fuertes influencias del Blues. El toque Avant-Garde del álbum se mantiene siempre presente, desafiando los límites tanto de forma sutil como audaz.
Instrumentalmente, el álbum rebosa virtuosismo. Cada herramienta se desmarca de sus propios límites, entrelazando líneas de guitarra en duelo, baterías frenéticas y sintetizadores superpuestos con un toque cinematográfico. Las secciones rebosan de técnica, pero siempre al servicio de la canción: la complejidad nunca es autocomplaciente por sí misma y la banda sigue transitando la delgada línea entre la innovación y el exceso.
El tema Absent Thereafter, siendo la ambiciosa pieza central del álbum, es una muestra épica del enfoque de la banda en la fusión de géneros. Entreteje capas y capas de riffs dinámicos, alternando fluidamente entre la pesadez, melodías evocadoras e incluso vibrantes secciones con influencias Bluegrass. La interpretación vocal de Tommy Rogers es especialmente potente, canalizando tanto coros contundentes como una sutil vulnerabilidad. Esta canción se erige como uno de los ejemplos más claros del alcance imaginativo de la banda en este disco y como tal queda nominada a Canción del Año de ELOMC.
El otro tema destacado es Beautifully Human, este cierre de disco ofrece una profunda culminación emocional. Un meditativo motivo de piano de cuatro notas ancla la canción, dando paso a un final exuberante y catártico que une los temas del álbum. El tema irradia calidez y reflexión, con un impresionante solo de guitarra y algunas de las mejores voces de Rogers, dejando al oyente con una sensación de sanación y resolución. Se destaca con frecuencia como un punto culminante particular tanto por su belleza compositiva como por su resonancia emocional, obviamente también queda nominada.
Si bien “The Blue Nowhere” rebosa de momentos destacados, no siempre alcanza la cohesión conceptual bien definida y los puntos culminantes de “Automata I” y “Automata II”. En ocasiones, la abundancia de ideas alocadas y la combinación de géneros pueden resultar abrumadoras y la falta de una línea temática única pudo dejarme a la deriva. Sin embargo, al igual que “Coma Ecliptic” (2015), uno de los discos más exitosos y queridos por los fans de la banda, “The Blue Nowhere” se nutre de su incansable espíritu experimental y su deseo de sorprender.
Si bien no impecable, “The Blue Nowhere” es un álbum notablemente bueno, rico en exploración audaz y profundidad musical. Sus zonas vanguardistas y sutiles (o ni tanto) toques de Blues ofrecen refrescantes momentos de sorpresa y consolida a Between The Buried And Me en el tope de su género.
8/10. Es verdad, la portada es fea.
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