"Opera" de Fleshgod Apocalypse es el nuevo y monumental capítulo en su discografía, mostrando su estilo único de Symphonic Death con una intensidad casi cinematográfica. Los metaleros italianos siempre han coqueteado con la grandeza de la música clásica, pero en "Opera" elevan esa fusión a nuevas alturas, presentando un intrincado equilibrio entre brutalidad y belleza orquestal.
Desde la primera canción, el álbum sumerge al oyente en un torbellino de orquestación, con cuerdas, coros y pianos entrelazados con los riffs técnicos característicos de la banda, así como y una batería implacable. La producción es clara y con múltiples capas, lo que permite apreciar la complejidad de cada composición. Los elementos sinfónicos nunca son una ocurrencia posterior o algo forzado y sirven como algo más que un simple acompañamiento: son una parte integral de la arquitectura del álbum, brindando tanto grandeza como emoción.
En cuanto a la voz, "Opera" muestra al líder Francesco Paoli alternando entre guturales y voces limpias, una combinación que junto a la voz femenina de Veronica Bordacchini, ya si incorporada de forma fija, realza la teatralidad del álbum. Habiéndome tomado el tiempo para revisar la temática, el disco está arraigado en lo oscuro y lo existencial, tocando temas como el sufrimiento humano, la ambición y la caída, con un toque mitológico e histórico. Lo que combinado con los paisajes sonoros masivos, evocan imágenes grandiosas, trágicas y grandiosidad general.
El tema I Can Never Die, -probablemente la mejor del disco- ejemplifica la habilidad de la banda para combinar agresión con sofisticación sinfónica. Las voces y la orquestación dan paso a riffs aplastantes, creando una superposición que es a la vez discordante y fascinante. Otro punto destacado es Morphine Waltz donde la instrumentación transporta al oyente a una era diferente, sin perder el toque Death.
Sin embargo, "Opera" no está exento de desafíos. El muro de sonido constante puede resultar abrumador a veces, y la gran densidad de orquestación y tecnicismos hace que algunas pistas se desdibujen. El alto nivel de complejidad del álbum requiere varias escuchas para absorberlo por completo y -parece mentira- aunque solo tiene cuarenta y tres minutos, su perspectiva grandilocuente agota un poco. Aún así, para los fanáticos del Sinfónico y aquellos que aprecian las composiciones ambiciosas éste es un viaje gratificante.
En conclusión, "Opera" consolida el estatus de Fleshgod Apocalypse, creo que es su mejor disco a la fecha, quedando lejos los tiempos nefastos de "King" (2016). Es un álbum que busca superar límites y exige atención, un testimonio de la visión y la musicalidad de la banda. Aunque puede que no atraiga a todos, aquellos que aprecian la música épica que desafía los géneros encontrarán mucho que admirar en el trabajo.
8.5/10