Hay un tema con estos suecos y el género que ayudaron a crear a finales de los ochenta que es digno de analizar siempre. A algunos nos gusta, es más, nos parece el verdadero Metal, a otros simplemente les desagrada de tal manera que no lo pasan, a algunos les puede parecer aceptable y no más... lo que es seguro es que el Black no deja impasible a nadie. Incluso fuera del ambiente metalero se le conoce, muy tergiversado ciertamente (bueh, también se han ganado a pulso su fama), lo que nadie puede negar es que el Black es de esos sonidos que el gran y desaparecido locutor venezolano Alfredo Escalante definía como 'la música que sacudió al mundo'.
Marduk es un nombre propio en este género, desde 1992 con su primera grabación se han hecho notar, cualquier estudio que hable de esto los menciona. Reitero mi recomendación del libro 'Black Metal: Evolution Of The Cult' si quieren ahondar en esto y confirmar que -mucho más que música- es una actitud. Pero volvamos a donde estábamos, Marduk reitera con sonidos bien elaborados, aunque poco novedosos, porqué el estilo tiene tantos seguidores.
No se lo pregunten a novatos del Black, especialmente músicos, porque se van a molestar, pero incluso ellos mismo lo saben, aunque haya que torturarlos para que lo confiesen: el Black es una derivación del Punk. Nuevamente en este disco, "Viktoria" el décimo quinto larga duración de Marduk, eso se evidencia. La batería es especialmente parecida y la actitud mascaclavos son la principal herencia (claro, matizada con mucho satanismo... verdadera contribución)
Es "Viktoria" un mal disco, no. Es posible que ni adrede la banda del vocalista Morgan (aka Patrik Niclas Morgan Håkansson) lograra hacerlo, ellos saben como organizar el orden de sus instrumentos para que la magia fluya. Es entonces un excelente trabajo, tampoco. Los mejores discos de Marduk tuvieron una época, realmente más larga que la que otros genios del género lograron, llegando quizás hasta 2007 con "Rom 5:12". En los últimos años se han dedicado a mantener el nivel, solo eso. Este disco va en esa onda.
Algún día hablaré en un poco más de profundidad del gran lastre que sufre el Black (especialmente por culpa de nosotros sus seguidores). Luego de la llamada 'segunda ola', el género se ha negado casi totalmente a innovaciones, es más, me atrevo a pensar que quien se desvía apenas del camino conocido es objeto de las más terribles críticas. Este disco trata como es esperable entonces de evitar malabarismos novedosos, aunque no deja de tener algunos buenos temas, en particular Tiger I, The Last Fallen y Silent Night, las cuales me gustaron, me llegaron. El resto del trabajo está bien, su perspectiva es estilísticamente purista y la clase instrumental de los componentes es de primer orden, incluyendo al más reciente miembro, el baterista Frederik Widigs y el eternamente brvutal scream de la voz.
De unos años para acá espero (creo que habemos un grupo en esto) esperando la venida de la tercera ola del Black, o algo que resienta los cimientos del más intenso de los géneros del Metal, pero mientras esperamos la llegada de ese sonido salvador, buenos momentos como los que Marduk provee con "Viktoria" son una adecuada manera de hacer más llevadera la espera.
7.5/10