No me voy a cebar, es una promesa. Por lo que se puede leer en la red hay una especie de colectivo que está disfrutando arrastrar por el barro a Metallica y no me parece bien. Sea ya porque Ulrich, Hetfield y acompañantes ayudaron a salvar el Metal cuando todos escuchaban otras cosas y era -mínimo- para pelúos y piojosos o sea porque algunos de sus trabajos son de verdadera clase mundial, no pienso regodearme en cosas que para estos momentos resultan obvias, especialmente que ya no son lo que eran. Hablemos pues con un toque de sindéresis.
"72 Seasons" es el duodécimo disco de estos componentes del Big Four, la versión que tengo es de una hora diecisiete minutos con doce temas, la grabación que he escuchado es prístina, de calidad superior como corresponde a uno de los pocos que todavía venden discos. En comparación con "Hardwire... To Self-Destruct" (2016) es lo mismo casi a los segundos de duración y número de canciones, de su anterior quizás el par de temas que me quedaron fueron Spit Out The Bone y Moth Into Flame, de este también dos, con algo más de esfuerzo. Es decir, transcurridos siete años parece que utilizaron una plantilla de calco a ver cómo les iba.
Bien, el carapacho está analizado, ahora toca la carne pegada al hueso. "72 Seasons" no es un mal disco, es un disco fastidioso e intrascendente. En una época donde parece que se está imponiendo la idea de una 'inteligencia artificial' que comenzará a pensar por nosotros, esta entrega de Metallica parece que es el primer intento serio de utilizar la nueva herramienta. "72 Seasons" son los sonidos de Metallica, es el estilo de la banda, son el bajo, la guitarra, la voz y la batería de ellos, sin el ánima. He escuchado el trabajo varias veces, varias, mientras hago otras cosas, mientras trabajo, mientras navego por la red, mientras hago deporte, ni una sola vez he reparado en lo que estaba sonando, no me he sentido atraído, emocionado, impactado o molesto, incómodo, no se siente nada. El espíritu ha abandonado el cuerpo de la banda más grande del Thrash, si eso no es morir...
"72 Seasons" -además de su producción- tiene una verdadera virtud en mi visión y es que pareciera que busca volver a los sonidos de los orígenes de la banda; me parece un disco que salió de los ochenta, aunque le falte la agresión, los riff memorables, la intensidad y un tanto así de desmesura en algunas de las eternas -por lo largas- canciones que lo componen, suena a lo que en aquella época se hacía por bandas de segundo o tercer nivel ciertamente pero no hay punto de comparación -pero ni cercano- con lo más granado de Metallica. Lejos -muy lejos- quedaron los años de "Ride The Lightning" (1984) o "Master Of Puppets" (1986), en estas horas menguadas de Metallica no llegan a caer tan bajo como con "St. Anger" (2003) o "Reload" (1997), quizás estamos hablando de cosas a nivel de "Death Magnetic" (2008) o incluso algo por debajo a su anterior.
Como de Metallica todavía queda algo de lo que una vez fue, un par de temas destacan en "72 Seasons" y posiblemente los veamos incorporados a su rotación en vivo, 72 Seasons y Lux Aeterna, incluso la larga de cierre Inamorata tiene algunos buenos momentos. El resto bandea entre lo olvidable, lo intrascendente y hasta lo malo, como You Must Burn! y Crown Of Barbed Wire -francamente insoportable-. Supongo, en todo caso, que para los incondicionales, "72 Seasons" será una nueva oportunidad de disfrutar a su agrupación preferida, para los que los respetamos es un paso más hacia el final de una carrera gloriosa, pero que hace mucho tiempo no dejan la impronta que una vez tuvieron.
5.5/10