Si usted piensa que hacerle una buena crítica a un disco es fácil (o a cualquier cosa, si al caso vamos) y que sólo hay que tener conocimiento y experiencia en el mundillo del género que se está revisando, es probable que no se haya conseguido con un disco como éste. Un trabajo que a veces parece una genialidad y a la siguiente escucha se vuelve turbio e inentendible y para la otra oportunidad se descubren cosas nuevas, produce risa, cansa, emociona y sorprende, todo más o menos junto... explique eso. No es fácil, al menos no siempre.
Hoplites, o como lo escribe originalmente el músico chino detrás de este él, Ὁπλίτης, es una banda (bueno, un unipersonal, reitero) que se ha dado a la tarea de tomar por asalto los sentidos metaleros de todo el que se ha prestado a escucharlo en el último año, período en el cual ha presentado, junto con el que aquí estamos comentando, cuatro largas duración... cuatro, en un mundo donde un trabajo cada dos años es considerado una proeza. Y aunque escuché el año pasado su anterior disco, no escribí sobre él por justamente las razones que esbocé en el primer párrafo, esto no es tarea fácil.
"Paramainomeni" o "Παραμαινομένη", es lo último de Liu Zhenyang, a.k.a Vitriolic Sage, quien con ese nombre también tiene tres discos de corte más tradicional en su sonido, al parecer Melodic Death. Pero supongo que para sacudirse las malas vibras, ha decidido lanzarse al proceloso mar del Avant-Garde. Para ser más exactos, del Progressive Blackened Dissonant Avant-Garde. Ya solo ver el estilo que cultiva Hoplites puede ayudar a calibrar el animal con el que nos estamos metiendo.
Este disco es un viaje de sensaciones y realmente el centro de su existencia está en transmitirlas. ¿Esto quiere decir que "Paramainomeni" es de mi gusto? No estoy seguro de poder responder esa pregunta de forma directa y puede que sea la primera vez que me pasa. La perspectiva caótica y maníaca del trabajo es -sin duda- un trago grueso, el ritmo que muestra es lo mejor de la grabación, pero la constante disonancia requiere estar a la altura y en la disposición de percibirla, un poco así de descuido y Hoplites puede hacerse -y se hace- demasiado extraño. Diría que es muy difícil ejecutar lo que Zhenyang ha mostrado y si la información es correcta, este músico no tiene todavía veinticuatro años de edad, por lo que es claramente una persona especial, este tipo de sensibilidades no nace puramente de la rabia juvenil, aquí hay formación incluso académica.
No le voy a rehuir la nota a "Paramainomeni", de eso se trata ELOMC, de asumir el riesgo de dar mi opinión, pero siento que lo que el guarismo que coloque ahí abajo diga podría ser otro mañana y otro totalmente diferente en un año. Voy a esperar un tiempo prudencial para revisarlo nuevamente y ver que tanto recorrido puede tener Hoplites, asumiendo especialmente que probablemente no será la última vez que en 2024 volvamos a saber de él.
7.5/10 (un 8 si de originalidad se trata)