Pienso que El Lado Oscuro – Metal Critica, si desapareciera hoy, dejaría cerca de setecientas críticas de discos de toda especie del Metal. Incluso asumiendo mi limitada capacidad y equivocaciones -incluso así- creo que eso tiene un poco de logro. Por demás he observado que los sitios mayormente de idioma inglés, que han ido creciendo durante el mismo tiempo que el blog tiene en pie, han dejado de ser lugares personales y hoy incorporan diez, quince o más contribuidores (¿se dice así?) … a mí no me interesa eso, yo sé que el sitio está alcanzando su ‘principio de Peter’, es decir, el máximo que es capaz de dar, porque no tiene más alcance, porque no escribe más gente, porque no tiene publicidad, porque no me da la gana… siempre fue y siempre será un espacio para expresarme y para quien amablemente tenga a bien diga lo que quiera, sobre las críticas, sobre mi visión, o sobre lo que se le ocurra.
En siete años he borrado dos comentarios abiertamente ofensivos (contra otros usuarios, no contra mi) y he realizado sólo una advertencia en una conversación que se tornaba ‘troll’, de resto la gente que pasa por aquí dice lo que quiere, en el más puro y metalero estilo del deber ser. Jamás me he sentido ofendido -menos aún por lo anónimos que creen que bajo esa aura podrían hacerlo- y siempre he respetado el sentir del comentarista, al que le defiendo incluso su derecho a estar -si es el caso- obviamente equivocado. Pero sobre todo, siempre he sentido a ELOMC como mi ventana al mundo. El Metal es un placer y una forma de expresión… yo no pude (tampoco quise) ser músico, pero siempre me gustó el ambiente y la sensación de libertad y rebeldía que el género produce y esta es mi forma de involucrarme con él. El Lado Oscuro - Metal Critica eventualmente desaparecerá -como todo- pero no será ahora, ni será pronto. Estoy haciendo lo que me gusta y luego del paso de los años, esto es una pasión.
He ido a muchos conciertos de Rock y Metal en mi vida, desde que tengo quince años, es decir hace más de treinta. Desde esa época he visto a Saga, Quiet Riot, Van Halen, Police, Iron Maiden, Joan Jett, Metallica, Kiss, Dream Theater, Simphony X, At The Gates y un largo -larguísimo- etcétera. A Venezuela iba casi cualquiera de los grandes, alguna excepción puede haber, pero quien era algo en la música, por allí paso y yo traté de ir a todos o casi todos esos eventos. Los últimos años y por razones de dominio público mundial, hemos pasado -como decía mi abuela- de lo sublime a lo ridículo. Casi un cero total de presentaciones de bandas internacionales y obviamente me ha dado hambre, hambre de música.
Ocurrió igualmente que el mayor de mis hijos acaba de cumplir dieciséis años y siendo músico (de música ‘culta’, pero música al fin) muestra inclinación al Metal. Paréntesis aquí: Puedo darles fe con mi experiencia como padre de una persona con las características señaladas que a los músicos clásicos les gusta el Metal, mucho, el bueno (como a todos) y sí, creo que no es especulativo decir que si uno de los grandes del pasado, como Bach o Beethoven hubiera nacido hoy, sería metalero, al menos le gustaría el género. Cierro paréntesis.
Además mi trabajo me lo permitía, tenía quien me acompañara, podía darme el gusto desde el punto de vista financiero, aprovechaba que iba a pasar por mi Segunda Patria (Hispania)… se había formado pues la tormenta perfecta. Tenía que ir al festival más grande del mundo (más sobre esto después, antes de que saquen las antorchas de la ira). Lo que no tenía experiencia era en esto de los conciertos masivos, de días, al aire libre, en mi país eso no se da, no hay ni hubo realmente nunca las condiciones… aunque alguna vez se intentó a mitades de los noventa, las pruebas generalmente terminaban en una desorganización total, logística, horaria, de seguridad… no recuerdo más de dos o tres intentos serios de organización de festivales de Rock en Venezuela durante los últimos treinta años.
Entrando en materia: Seguramente la palabra no significa nada, pero si se fijan “wacken” suena como a “vaca” (el símbolo es una osamenta de vaca)… de pronto viene por ahí. Wacken es un pueblito de vacas y de Metal. Esa semana al año en la que el festival ocurre, mil ochocientas personas residentes reciben unos ochenta mil peludos y permítanme asegurarles, hay algunos más locos de lo que normalmente cabría esperarse y sin embargo, amigo mío, usted se puede parar a escuchar tocar a su banda adoradora del demonio de turno y no solamente su integridad personal estará segura, es que posiblemente ni lo toquen, a menos que decida integrarse en un buen mosh.
Wacken Open Air (W.O.A) como se le conoce oficialmente, es una experiencia vital para cualquiera. Aceptando mi inexperiencia en estas lides y a sabiendas de que este tipo de festivales se han popularizado en toda Europa, muchos con extraordinarios carteles, creo que esta es la Meca del metalero. Se siente en el ambiente, se percibe en la gente… hay una fuerza colectiva que motiva a esas decenas de miles de personas a involucrarse totalmente en algo que se divisa como más que un espectáculo. Todos con quienes hablas tienen un por qué, una razón… hay, cómo decirlo, una sensación de motivo en el ambiente.
El cartel de este año de Wacken puede que no sea el más selecto, aunque algunos nombres son geniales, siempre eché de menos ver a alguien más… es la inconformidad propia del ser humano, pero no por eso creo que dejé de ver algunos de los mejores exponentes del Metal, algunos de los conciertos que creo deben ser oídos al menos una vez en la vida por un verdadero fanático.
El mejor de ellos en mi opinión, el más intenso y para que no quede duda mi perspectiva, fue el de Emperor… eso fue absolutamente brutal, el performance de Ihsahm es estruendoso y a la vez no necesita aspavientos ni poses. Su presencia es calmada y su entrega absoluta, la de alguien que ha alcanzado el tope del conocimiento en lo que hace, un verdadero maestro.
Luego hay que hacer mención especial a la presentación que hizo Avantasia, con toda la entrega que esa genial banda es capaz y el dominio absoluto del público. La presentación del último disco de Insomnium fue también demoledora; Apocalyptica, siendo una banda de violonchelos deja helado con su muestra; Europe, como dije en un tweet, me pareció quizás la mayor sorpresa, pues en vez de lucir como una banda suave y ochentosa, son muy fuertes y suenan duro y profesional. Amon Amarth toma al público en el puño y los hipnotiza; Powerwolf fueron -de lejos- los más histriónicos y evidenciaron porque tienen tantos seguidores en tan poco tiempo.
Hubo actos que eran lo que se esperaba, pero no me causaron una impresión tan grande como lo que sugerían, como Marilyn Mason o Megadeth, quienes vinieron, tocaron bien y se fueron, no sentí esa transmisión de vibraciones que si pude percibir en otros. Kreator quizás también fue una gran presentación, pero ya el cansancio hacía mella en la gente y hubo cierta ansiedad en un grupo de espectadores que le reclamaron a Tobias Sammet (Avantasia) que terminara pronto para dar paso a los thrasers… siento que eso molestó a algunos.
Luego los sospechosos habituales, de los que se sabe que nunca van a fallar, como Accept, Paradise Lost, Max Cavalera y Brujeria, puedo dar fe que cada uno de estos conciertos fueron divertidos, quizás el que más el de los hermanos Cavalera, quienes no dudan en hacer valer su herencia brasilera incorporando ritmos que normalmente no se oyen en conciertos de Metal y menos en Europa.
Ciertamente también hubo muchas bandas pequeñas interesantes, en general y como era de esperar, las más seguidas fueron aquellas que tendían hacia los sonidos Folk y Viking, como Orange Goblin o The O’Reilly’s.
Hubo también agrupaciones que no me dejaron el buen sabor de boca que esperaba, comenzando con Sonata Arctica de quien esperaba un poco más, más emoción… por el contrario siento que la banda está envejeciendo, que ya no están en contacto con los seguidores del Power como si lo está Powerwolf o Primal Fear. Luego, a pesar de que es un honor poder ver a un pionero como Alice Cooper, creo que su show no es para una audiencia de ese tamaño y él mismo ya acusa en sus casi 70 años falta de movilidad y además el Shock Rock ya no impacta a nadie, no se… su concierto es una interesante muestra de dónde venimos, pero nadie se sabe ninguna canción con menos de treinta años de haber sido publicada por él.
En todo caso no voy a hacer una aburrida relación detallada de cada show, en You Tube están todos o casi todos los conciertos y les aseguro que muchos vale la pena verlos.
Finalmente está la dimensión “alemana” de Wacken. Eso es todo un espectáculo en sí mismo. Nadie realmente puede saber lo que es mantener divertidos a decenas de miles de metaleros durante tres días y sin que haya un solo incidente grave, sin haber pasado por allí. Ante la organización y nivel de preparación de un espectáculo de esta magnitud, con ese nivel de orden, estructura y preparación, no tengo menos que quitarme el sombrero y decirle a cualquiera, pero especialmente a los padres, que Wacken es un sitio donde todo -incluso la lluvia- está previsto. Los baños alcanzan (¡Y están limpios!), la comida no envenena, el sonido alcanza para oír lo que pasa con calidad y fuerza sin ser revienta-tímpanos, el transporte, la acreditación y la seguridad son encomiables y finalmente la gente se contagia de ese escenario y en reafirmación de que los metaleros somos la mejor audiencia, nunca vi, ni me llegaron comentarios de nadie quien haya sufrido un percance, más allá de alguna resaca monumental por culpa del matrimonio Beck’s-Jägermeister, el cual doy fe que se sube con fuerza a la cabeza ;)
Por supuesto que a partir de ahora me veo 'obligado' a acudir a otros festivales, seguro que algunos con bandas más impactantes, otros más pequeños, con menos lluvia y barro, más cerca… pero nunca como Wacken. Ese sitio tiene razones para quedarse en el corazón de un metalero y debería ser una especie de obligación ir una vez en la vida al menos. Lo aseguro.
Seguiré contando para no hacer esto muy aburrido.
Alfonso