"Dissonance Theory" de Coroner supone un regreso triunfal para las leyendas suizas, ofreciendo su música más refinada en décadas y creando un espacio único que se distingue de su sonido anterior y de gran parte de la escena Thrash contemporánea. Lejos de ser un simple viaje nostálgico, el álbum es una reinvención audaz, rebosante de oscura intensidad, una complejidad técnica alucinante y un vigorizante toque Progresivo que honra su legado y los impulsa hacia adelante.
Cada aspecto de "Dissonance Theory" refleja una meticulosa atención al detalle. La ejecución es precisa, a veces incluso quirúrgica, dejando atrás el ambiente más desenfadado y lúdico de álbumes anteriores (aunque no crean que la memoria me fallaba por la cantidad de años y para llegar a esta conclusión tuve que volver a alguno de ellos). En cambio, las composiciones de este disco están repletas de arreglos ingeniosos, riffs precisos y transiciones fluidas entre la agresión frenética y la introspección melancólica. La calidad musical es excepcional: el trabajo de guitarra de Tommy Vetterli sigue siendo ingenioso y virtuoso, ahora con sutiles toques atmosféricos, mientras que Ron Broder (bajo, voz) lleva su voz a un nuevo terreno, más áspero, que me recuerda a Mille Petrozza de Kreator, intensificando aún más la atmósfera amenazante del álbum. El 'nuevo' baterísta, Diego Rapacchietti, aporta una nueva disciplina rítmica, combinando fills precisos y ritmos sincopados con inusuales acentos de platillos que realzan la destreza técnica de Coroner.
"Dissonance Theory" se inclina por un estilo denso y rico en sonido, a veces rozando lo Industrial, con pasajes más lentos y melancólicos que contrastan con el Thrash frenético y trepidante. Hay momentos de groove inusual, como en The Law, temas de Thrash técnico puro Symmetry y Renewal y sorpresas, como un elegante solo de órgano Hammond en el tema final, Prolonging. Atmosféricamente, el álbum está impregnado de oscuridad, una cualidad que persiste a lo largo de sus cuarenta y cinco minutos de duración. Cada tema está repleto de acordes disonantes, ritmos sincopados y compases impredecibles que desafían al oyente. Especialmente buenas me parecieron las canciones Consequence y Sacrificial Lamb, que quedan nominadas a Canción del Año de ELOMC. El disco es implacable, enérgico y agresivo, pero evita los clichés que han plagado el género durante tanto tiempo. En lugar de depender únicamente de la velocidad y la fuerza bruta, Coroner teje progresiones intrincadas e inusuales que exigen atención y escuchas repetidas.
"Dissonance Theory" mantiene una energía vibrante de principio a fin, pasando de ataques de Thrash frenéticos a ritmos hipnóticos y temas atmosféricos de cocción lenta. El álbum nunca se siente monótono ni repetitivo, lo que demuestra la renovada química de la banda y su audaz impulso por explorar nuevos territorios sonoros.
En definitiva, "Dissonance Theory" se erige como una declaración agresiva, enérgica y meticulosamente elaborada de Coroner. Sus inusuales compases, su tecnicismo y su sensibilidad progresiva lo diferencian notablemente de las banda en panorama actual, convirtiéndolo en uno de los mejores lanzamientos del año y un hito en el Thrash.
9/10 Nominado como contendiente a Disco del Año de ELOMC
 

