Con honestidad he dicho anteriormente que casi no oigo, menos comento, trabajos en ruso, pero Arkona es una de esas excepciones, esta banda hace uno de los más interesante Folk que hay. Pero decir que hacen sólo eso es injusto, hacen Black (o Pagan, según se vea), Progressive y ahora, hasta sus toques de Avant-Garde le incorporan. Luego de haberme saltado las críticas de los buenos discos "Yav" (2014) y "Vozrozhdenie" (2016) me es imposible ya dejar de hablar de "Khram", disco que está, al menos, al mismo nivel que su excelente "Slovo" (2011).
"Khram" es un disco largo, quizás demasiado y ese puede ser su mayor defecto, setenta y cuatro minutos de la intensidad que estos eslavos le ponen a su arte hacen complicado digerir todo el disco en una sola sentada. Fuera de eso, el trabajo es muy intenso, con fuerte sentido Black y gran songwriting, no necesariamente fácil, sino grandilocuente, intenso y fuerte, pero matizado aquí y allá por detalles que no desdicen, como las voces infantiles de los hijos de la indiscutible líder de la banda, Maria Akrkhipova, a.k.a. Masha 'Scream', quienes en algún momento le incorporan valor a la mega canción Tseluya Zhizn'.
Otra gran virtud del trabajo y que me dejó un poco sorprendido es lo cambiante que es. Necesariamente tenía que tener matices Progresivos en su ejecución para permitirse la duración, casi cada canción tiene subidas y bajadas, incorporación y salida de sonidos tradicionales y cambios de ritmo que mantienen la atención, francamente bien realizado. Además la temática, aún cuando por supuesto inentendible para mí, sigue las formas que en el pasado ha usado la banda, hablando en esta oportunidad del misticismo en torno al templo escondido en el tope de los árboles llamado 'khram'... no hay que olvidar que los orígenes de la banda derivan de haberse conocido al participar de una comunidad pagana... realistas pues hasta los huesos.
Además del tema mencionado, muy interesante, el disco tiene bastante por donde pasearse, valiendo la pena Rebionok Bez Imeni -muy atmosférica- y Volchitsa -intensa y caótica-, por supuesto el trasfondo étnico de la instrumentación tradicional está presente, a la batería ejecutada por Andrey Ischenko se me ocurre endosarle el adjetivo 'portentosa', préstenle atención para que entiendan el porqué. Adicionalmente la mezcla de melodía y rudeza propia del Black que sale del growl le brinda a "Khram" balance.
Buen trabajo de Arkona, nuevamente la banda hace gala de sus habilidades y demuestra porqué es una de esas agrupaciones que transciende cualquier barrera idiomática y merece la atención que crea, no como otras que se sienten satisfechas atrayendo miradas desde la chocancia... como si las estuviera viendo.
8/10
Estos rusos cada vez componen canciones más extensas. Recuerdo que no era así en la 1ra mitad de su discografía pero, al menos para el mí, el cambio es para bien.
ResponderEliminarTal parece que Enero ha sido el MES FOLK, pues también ha sacado nuevo material esa banda húngara que nunca defrauda, como es DALRIADA, también con una gran vocalista al frente.