Para algunos, High on Fire puede que viva a la sombra de la antigua banda de Matt Pike, uno de los grandes del Stoner, Sleep. Tanto es así que algunos fanáticos a ultranza de Sleep han preferido encogerse de hombros y dejar fuera de su rotación a High on Fire, lo que me sorprende ya que este grupo me suena más centrado, con mejores riffs, mejores letras de canciones y -me atrevería a decir- que a veces, con voces mejores.
Incluso algunas de las críticas etiquetan a la banda como simplemente una de Stoner, pero si escucha con la debida buena disposición son mucho más que eso; con reminiscencias de Slayer y Motorhead, han adquirido en cada nuevo disco más Thrash que, junto con la combinación de otras facetas, los han mejorado.
Su disco anterior, "Snakes For the Divine" blandió un sonido más despojado y pulido, gracias al productor Greg Fidelman que trabajó con Metallica y más recientemente con Slayer. Ese disco suena muy bien, por lo que del nuevo trabajo de High On Fire se podía esperar algo brillante y cuando verifiqué que para él se alistó Kurt Ballou para producir, estaba seguro que sería el caso, aunque no fue así del todo. Para quienes quieran saberlo, Ballou es el guitarrista de Converge, pero también es uno de los mejores productores de metal, en mi opinión.
En "De Vermis Mysteriis", Ballou y Pike dejan su marca en temas como Serums of Liao, Madness of an Architect y Fertile Green, que es una pista acerca de 'cierta hierba'. Incluso tienen un interludio agradable como Samsara, quizas la mejor del disco y la canción King Of The Days que ve la utilización de la melodía en un efecto de capas con éxito sentimental.
En general, tal vez este no es el lote más memorable de canciones de este trío de Oakland, pero ciertamente no es menos feroz que el material anterior. Se siente que han encontrado su fórmula, están jugando con ella y les fluye naturalmente
Este disco mantiene consistencias con sus anteriores sin llegar a ser repetitivos, con algunas quejas de menor importancia como la ilustración del álbum y algunos pasajes demasiado lentos para mi gusto. Por otro lado, riffs gruesos forman un asalto auditivo, junto con líneas de bajo retumbante y elementos innovadores. Alguna canción excesivamente larga (7:08 minutos) no le hace bien al conjunto, pues al final se siente como algo monótono. En general diría que el disco ofrece una escucha decente y cierto empuje al género.
Matt Pike y su equipo nos han regalado un viaje interesante, centrado el songwriting, riffs de guitarra y la percusión letal, con una interesante mezcla de Stooner sobre fondo Thrash al que quizás le faltan pinceladas finas que eviten que comiences a divagar al escucharlo.
7.5/10. ¿La mejor banda de Thrash que realmente es de Stooner?
Incluso algunas de las críticas etiquetan a la banda como simplemente una de Stoner, pero si escucha con la debida buena disposición son mucho más que eso; con reminiscencias de Slayer y Motorhead, han adquirido en cada nuevo disco más Thrash que, junto con la combinación de otras facetas, los han mejorado.
Su disco anterior, "Snakes For the Divine" blandió un sonido más despojado y pulido, gracias al productor Greg Fidelman que trabajó con Metallica y más recientemente con Slayer. Ese disco suena muy bien, por lo que del nuevo trabajo de High On Fire se podía esperar algo brillante y cuando verifiqué que para él se alistó Kurt Ballou para producir, estaba seguro que sería el caso, aunque no fue así del todo. Para quienes quieran saberlo, Ballou es el guitarrista de Converge, pero también es uno de los mejores productores de metal, en mi opinión.
En "De Vermis Mysteriis", Ballou y Pike dejan su marca en temas como Serums of Liao, Madness of an Architect y Fertile Green, que es una pista acerca de 'cierta hierba'. Incluso tienen un interludio agradable como Samsara, quizas la mejor del disco y la canción King Of The Days que ve la utilización de la melodía en un efecto de capas con éxito sentimental.
En general, tal vez este no es el lote más memorable de canciones de este trío de Oakland, pero ciertamente no es menos feroz que el material anterior. Se siente que han encontrado su fórmula, están jugando con ella y les fluye naturalmente
Este disco mantiene consistencias con sus anteriores sin llegar a ser repetitivos, con algunas quejas de menor importancia como la ilustración del álbum y algunos pasajes demasiado lentos para mi gusto. Por otro lado, riffs gruesos forman un asalto auditivo, junto con líneas de bajo retumbante y elementos innovadores. Alguna canción excesivamente larga (7:08 minutos) no le hace bien al conjunto, pues al final se siente como algo monótono. En general diría que el disco ofrece una escucha decente y cierto empuje al género.
Matt Pike y su equipo nos han regalado un viaje interesante, centrado el songwriting, riffs de guitarra y la percusión letal, con una interesante mezcla de Stooner sobre fondo Thrash al que quizás le faltan pinceladas finas que eviten que comiences a divagar al escucharlo.
7.5/10. ¿La mejor banda de Thrash que realmente es de Stooner?
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