Lo primero que llama la atención de Riot es lo parecida que es en algunos pasajes la voz líder de su nuevo -y sexto- cantante, Tony Moore con la de Geddy Lee (de Rush, por supuesto, que otro?), especialmente en la primera canción del disco. Y ahora que retornan luego de cinco años sin producción era de esperarse estos cambios radicales.
Que Moore cante a veces como lo hace Lee es como pasa generalmente, o te gusta o lo odias, te parece que chilla mucho o te encanta el estilo; en esta oportunidad a mi no me terminó de convencer, a pesar de que el disco si tiene sus momentos buenos. Los tonos altos de Moore no son tan buenos que se digan y la sensación del disco, especialmente en su segunda mitad, es de 'esto ya lo escuché antes' . Se sigue extrañando a Mike DiMeo, desde mi perspectiva, el mejor de los que se sentó en esa silla.
En general el Power, más todavía, el Heavy, para mi tiene que ser, por sobre todo, emocionante y aquí sólo algunas de las canciones me transmitieron esa sensación, quizás Wings Are For Angels la que más, junto con Sins Of The Father, sin que ninguna llegara realmente a moverme.
Es de agradecer que no haya la balada típica y eso habla de la confianza que se tiene a sí mismo un grupo de tantos años en la escena, aún así es una producción variada en ritmo, con coros buenos y diferentes estados de ánimo. La verdad siento que si este disco hubiera sido el disco debut de un grupo nuevo, perfectamente podríamos estar frente a un cataclismo musical en el estilo, pero para su suerte o desgracia, tras más de treinta y cinco años (35!) en escena y discos como “Thundersteel” y “The Privilege of Power” son obligadas las comparaciones con lo que fueron y son ahora y, respetando uno de los grandes nombres del estilo, para mi, no se lograron superar, como por ejemplo,en general sus pares (AD/DC, Kiss y otros), si lo han hecho.
Por favor, no se interprete que es un disco malo ni muchísimo menos, pero para mí no alcanza las espectativas generadas por un grupo prácticamente venerable. Lo mejor, a su vez, sin duda y de largo, la guitarra líder de Mark Reale, su verdadero referente, compositor y miembro original.
Debe escucharse con indulgencia si se tiene, como yo, más de cuarenta, seguramente para los nuevos oidores, sea mejor calibrado.
7.5/10