Los suecos de Falconer siempre han sido una banda que todo el mundo sabe quienes son, están alineados en prácticamente cualquier festival europeo de Metal, a todos les gustan sus discos, son citados como referencia para el Folk/Power y... nunca han tenido un verdadero éxito. Le preguntas a cualquiera como se llama la mejor canción de ellos y poca gente sabe que decir, es impresionante. Ese fenómeno debe tener su raíz en algún sitio y aunque no creo ser yo quien sepa la respuesta, especulo que se trata de una mezcla de trabajos irregulares, ciertos elementos atrayentes y continuidad en la escena, quién sabe.
Yo diría que todos sus siete discos anteriores sumados son un 7/10, con excepción de "Grime vs. Grandeur" (2005) que fue un retroceso cuando casi hacen desaparecer el sonido que los caracteriza; menos mal que enderezaron el camino. ¿Puede ahora ser la oportunidad de Falconer de demostrar su verdadera valía? Yo creo que si, aunque no se debe esperar un salto mortal. "Black Moon Rising", además de tener uno de esos títulos que los discos de Metal de verdad se merecen, contiene una buena selección de canciones que atraerán la atención de los amantes del Power/Folk melódico, rápido y bien ejecutado. Aunque el disco es muy poco original y en todas, excepto un par de canciones, los cánones que usan son hartamente conocidos, pero el rato que brindan es bueno y de seguro yo iría a verlos tocar en vivo.
No quede duda, Halls And Chambers y Black Moon Rising son las mejores canciones del disco, sobre todo la primera, un tema que -sencillo en su ejecución- se mete debajo de la piel y obliga a volver a él, la verdad me encantó y lo voy a nominar como contendiente a Canción del Año, por su riff, su coro y su guitarra y el segundo, es intenso, sentido y emocionante, pero con un aura oscura en algún sitio que me atrajo mucho. Bien por ese par de canciones. Las otras nueve canciones son dominadas por la referencia más indiscutible que tiene Falconer, como es la especial e histriónica voz de Mathias Blad (si, el que se fue y volvió), quien siempre demuestra su indudable formación académica, aunque le falte el toque de locura ese que -digo yo, sin ánimos de dármela de nada- lo terminaría de encumbrar.
El otro elemento que atrae en el trabajo es la limpieza y exactitud con la que Jimmy Hedlund ejecuta su guitarra, siempre precisa, siempre presente. Batería y bajo se amalgaman bien y los teclados son utilizados con limitación, evitando su presencia evidente, lo que en este caso les da cierta sensación más fuerte, más metalera. Aún así la melodía resalta en cada canción, incluso en temas como Wasteland, que busca ser intenso, sin embargo se queda en lo que usualmente he escuchado de ellos.
"Black Moon Rising" había levantado cierta expectativa, pues su líder y principal referente Stefan Weinerhall, compositor y fundador del grupo, había declarado que 'tras años de estar sumido en la oscuridad, su inspiración había vuelto finalmente'. Lo cierto es que comparado con "Armod" de 2011, que en su momento me mereció un 8, pero que no ha envejecido bien y hoy sería un 6.5, estimo que ciertamente algo mejoró en los apartados producción y ejecución, sobre todo en esto último, no tanto así en el songwritting, que tiene cosas buenas pero con las dos excepciones mencionadas, nada especial, manteniéndose casi nulo el crecimiento en la originalidad de la entrega.
No pongo en duda que otras canciones como At Jester's Ball, Age Of Runes y There's A Crow On The Barrow también atraerán la atención de los amantes del género, con sus sonidos vikingos, ciertamente épicos, un poco empalagosos y cuyo 'replay value' está por demostrar, pero para una buena noche de amigos y cervezas, el disco se presta. Sin embargo, no esperen conseguir aquí demostraciones novedosas o aportes especiales al Folk, ni mucho menos al Power, enfrenten el disco como un buen trabajo, con sus momentos culminantes como la excepción hecha con Halls And Chambers, que pudiera convertirse en el nuevo tema bandera de la banda, esa canción vale el disco.
Para mi "Black Moon Rising" puede convertirse en el mejor disco de Falconer, sin que ello quiera decir que su trabajo ha alcanzado cotas demasiado altas, sin embargo es muy disfrutable.
7.5/10
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