Pythia es un grupo inglés, liderado por una cantante lírica de excepcional capacidad, llamada Emily Alen Ovenden, quien nos trae lo que es su segundo disco en tres años. En un mundo donde ya existe Nightwish, Within Temptation, Xandria y un sin fin de similares, esto sólo puede ser una de dos cosas, o una copia cualquiera o algo bueno. Me parece más bien lo último.
La canción de abrir el disco, Cry Of Our Nation, es, hasta este momento, la mejor canción, individualmente considerada, del año; con un ritmo espectacular, de musicalidad excelente y un toque épico único. Vale la pena pasearse por ella.
Luego el discurrir del disco es bastante variado y en general bueno; con énfasis en sus guitarras, teniendo una distintiva inclinación hacia los elementos sinfónicos, siempre con el tecladista Richard Holland demostrando su formación clásica con maestría. Las letras de las canciones son particularmente interesantes y complejas, algunas realmente hermosas, como quizás casi ya no se consiguen, por lo que recomiendo que oigan esta producción con ellas en la mano, las cuales, por supuesto, pueden bajar de casi cualquiera de los sitios de costumbre.
Me parece que este disco vale la pena atesorarlo como una de las producciones más atrevidas dentro del super explotado género del Female Fronted, no ya sólo por la excepcional calidad vocal de su líder, sino porque se atreven a llenarlo de clase junto con música divertida -mezcla extraña-, sin caer en el permanente cliché gótico que debe tener casi todo álbum donde la cantante se pone un corsé negro en sus presentaciones. Al contrario, elementos de potencia y melodía, como en Just a Lie, demuestran gran seguridad en lo que hacen y se les agradece el toque Power y mucho más todavía no intentar imitar a Tarja Turunen, sino tener su propio 'je ne sais quoi' que atrae e inspira, como en Our Forgotten Land.
Con nítida muestra de gran habilidad técnica por parte de la banda y una melodía de pleno derecho, es una experiencia excelente y aunque algunas canciones abusan de lo mismo de lo que son capaces, como en Dark Star, y otras que no se compadecen con sus excelentes números, creando momentos irregulares, como en My Perfect Enemy, en general son una excelente muestra de lo que el metal liderado por una mujer es capaz.
8.5/10. Gran disco, con extraña e interesante portada. Lástima que por algún par de canciones de relleno no han sido un 10.
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