FC está dentro de mis cinco grupos favoritos. Me cuesta ser objetivo con sus nuevos discos porque la emoción que me producen las primeras oídas distorsionan lo que debería ser el objeto de este blog: críticas más o menos objetivas. Por eso me he pasado la semana oyendo el disco, para ver si es verdad o no lo que en él viene.
Lo primero que salta a la vista es la vuelta a las raíces, cosa que luego del experimento conceptual de "Legend of The Shadowking" en 2010, no es una mala decisión, a pesar de que ese disco no fue malo, estaba muy fuera de lo que regularmente era el mejor Happy. "LotCD" es un disco de melodía rápida, coros atrayentes y épicos, de cerveza en mano y amigos abrazados, felices de ese instante de vida sin rollos. Aquí definitivamente no aplican los amantes del Doom o el Black. Este es un disco de placer culpable, del que agradece a la vida ser seguidor del metal, hasta de este.
Las marcas de fábrica de los Callers alemanes están todas presentes: la insuperable y agudísima voz de Chris Bay (fundador, único miembro superviviente, líder y compositor) hace excelente trabajo, los coros bombásticos y épicos -de guerreros hermanados al final de la batalla- están lo largo del disco, la amalgama de instrumentos en los que se trata de que ninguno destaque en exceso, un ritmo imponente y sobre todo melodía, ad nauseam.
Elementos celtas y nativos americanos junto con algún growl sorprenden en algunas canciones, notándoles un intento de más accesibilidad en el producto, de hacer su trabajo mas audible para los no iniciados en el metal, cosa que finalmente hizo que algunas de sus canciones no me parecieran tan buenas como las de discos icónicos del grupo ("Dimensions", "Circle of Life", etc.), pero no te equivoques, esta última encarnación es reconociblemente un álbum de FC. Sentimientos de gloria y triunfo están en la mayoría de su contenido, sobre todo cuando las cosas permanecen en el lado rápido, decayendo algo en las canciones más lentas o conceptuales y algunas simplemente demasiado poco metálicas, mucho más a lo Hard Rock de los 80's.
Proclamando con orgullo su postura en el metal, Freedom Call no puede negar sus influencias inmediatas en "Land Of The Crimson Dawm", y han creado disco que los devuelve a la cabeza del género Happy con un par o más de canciones para disfrutar, evocar y cantar a coro con los amigos, en el medio de un duelo de air guitar.
8/10 Muy disfrutable, pero de ellos esperaba más.