Para quien no lo sepa, Evoken es una banda fuertemente influenciada por los padres del Doom, los australianos Disembowelment y los finlandeses Thergothon y fue fundada por el guitarrista Nick Orlando bajo el nombre de Funereus en abril de 1992, cambiando su nombre al actual en 1994. Es de las primeras bandas de Funeral Doom de los Estados Unidos.
"Atra Mors" no es una escucha fácil o amistosa, aunque Evoken ya aparece en la escena del metal extremo desde el año 2007 con algunos sonidos más accesibles que los que se hayan en sus primeros discos, con el álbum "A Caress of the Void". Aun así siempre han tendido a las piezas fuertes e interesantes y este disco no es la excepción.
Interludios como Requies Aeterna o la excelente Descent Into Chaotic Dream, que para algunos oyentes pueden resultar temas áridos, sugieren bastante bien lo que el estilo busca; un ambiente de tormento, que no se arrepiente de sí mismo, una búsqueda para apaciguar el ánimo con malévolos y majestuosos acordes. Después de todo, las capas de música, ritmo extremadamente lento y ecos lejanos hacen pasar minutos de relajación... pero tensa -por contradictorio que parezca-. Este sexteto transmite sensaciones y lo hace bien.
Sólo un neófito puede llamar a este álbum de los de New Jersey 'casual'. Con más de una hora de duración que avanza lentamente, abriéndose paso con elementos notables, con una atención casi obsesiva en el manejo del volumen, atmósfera y cambios de ritmo deliberados, sus registros tienden a proporcionar una sensación de agitación sísmica, ya sea por el estruendo de la batería, el rugido de su cantante, John Paradiso o lo cortante de sus guitarras. Si el Funeral Doom es una de las formas más opresivas del metal, Evoken es sin duda uno de sus practicantes más ambiciosos y agresivos, pues mediante la creación de sus propios sonidos hacen una declaración de orgullo por su trabajo.
Diría que el aspecto más destacable de "Atra Mors" es que se separa del catálogo de la banda y parece estar dispuesto a poner más elementos en su sonido, con gran atención en las texturas y contundencia incluso sinfónica; teclados de corte bajo que espesan el sonido, pero encadenan las piezas y resaltan de forma interesante, como en Grim Elocuence me parece que lo comprueba. Aunque la verdad no hay ninguna pista fácil de clasificar, ya que la banda crea un continuo ciclo de conceptos, se nota el desarrollo de una idea principal, nada de un amasijo inentendible.
"Atra Mors" es un evento fuerte, retorcido, y de enormes proporciones que requiere atención y tiempo. Elementos como el desempeño del guitarrista Chris Molinari, quien ejecuta riffs que se extienden como si fueran de alambre de púas, es desconcertante y emocionante. La incorporación de todos estos elementos, hasta cierto punto novedosos en su asalto fúnebre, dan lugar a una estructura coherente. La producción de alta calidad, los riffs atronadores y la voz profunda y áspera que se integra con la melodía sutil y efectos de teclados, me mantuvieron absorto.
Siento que, aún cuando duro y complejo, este puede ser el mejor disco de Funeral Doom del año hasta ahora. La única preocupación es que los seguidores tradicionales del grupo lo desdeñen por lo innovador y algunos pasajes demasiado melódicos para lo que acostumbran, pero sin duda, desde mi perspectiva, ha sido para bien. Como punto bajo, algunos elementos demasiado teatrales, como en The Unechoing Dread, pero no maldicen de un excelente trabajo.
8.5/10
esta chido que el metal es la unica manra de demostras la musica mas correcta
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