Cincuenta y seis minutos con cincuenta segundos de algo diferente... me lo veía venir. Sonata Arctica, posiblemente mi grupo preferido, ya no es lo que fue. No es, ni será nunca más, canciones como San Sebastian, no es Victoria's Secret, no es Fullmoon, menos Wolf & Raven; no es tampoco discos como "The Days of Grays"... ni hablar de "Unia" o "Winterheart's Guild". Es otra cosa. Se acabó bastante del doble bombo, se acabó bastante de la velocidad (no del todo, pero en general) y definitivamente no hay mucho de los riffs poderosos y ultramelódicos que erizaban los pelos del cuello y ponían a saltar.
Si quedó la voz de Tony, la guitarra de Elias, y los teclados de Henrik, pero -¿como explicar?-, ¿puestos en otro orden será la descripción correcta?. Esta es una nueva dirección, diferente en lo que a estilo se trata, donde se acabó bastante el Power que los definía, no hablemos del Prog. Sus pasos se dirigieron con "SGHN" a una zona mucho más soft, a un espacio complejo de definir, posiblemente ubicable en un punto equidistante entre el AOR, el Hard Rock y el Power.
El disco es una sorpresa, no mala, pero si impactante y que deja algo de nostalgia para los que amamos el estilo tradicional de SA... que aunque había venido cambiando paulatinamente desde sus inicios con "Ecliptica", quizás más radicalmente en "Unia", mantenía una coherencia distintiva. Esto ha sido sustituido por un sonido reconocible sólo en canciones muy específicas (I Have a Right y Only The Broken Hearts) y aún así, sin decir que se cayó en lo extremadamente comercial, Metal del que le conocíamos, ya no hay tanto.
Si oí coros sosos como los de Alone in Heaven, o entradas esperanzadoras como en The Day, que luego cayeron en niveles algo flojos; también sentí ritmos Western mezclados con uno de los pocos doble bajos del disco que me resultaron extraños por momentos, como en Cinderblox, en la que percibí buenas voces, quizás algo demasiado Avant.. para lo que de Sonata se espera. La que menos me gustó, la balada Don't Be Mean... promedio a lo sumo.
Es cierto que hacia el final del disco la cosa se endereza bastante con la canción doble, Wildfire, en las que, en quince minutos, Tony luce su nivel vocal y el grupo se pone la capa con la SA bordada a la espalda y renace su tradicional Progressive.
Diría que este es un disco que va a dejar rascándose la cabeza a más de uno y que requiere bastante más de una oída para terminarlo de comprender; puede que el tiempo lo convierta en algo más de lo que en unos pocos repasos me pareció distinguir. Lo que si me lució definitivo es que SA está decidido a pisar terreno nuevo, mostrando no tener miedo al que dirán y disfrutando su nueva visión del mundo.
Más de un año escribiendo este blog me hace fácil reconocer que una crítica sobre este disco atraerá la furia celestial de la web sobre ella, porque como tradicionalmente ocurre, habrá quien considere que a Sonata Arctica, 'ni con el pétalo de una rosa', pero estoy tratando de ser honesto con quienes me honran con su visita.
Difrútalo u ódialo, esto es diferente.
Me lanzo con un 8/10, me apena que no califique para mi selección de Disco del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica, quizás luego de este experimento Sonata Arctica decida volver a sus raices y su próximo trabajo nos ponga a brincar... otra vez.