Es posible que los que somos fanáticos de Children Of Bodom nos encontráramos algo perplejos luego de "Relentless, Reckless Forever" de 2011, yo, en lo particular pensaba que éxitos de trabajos tales como "Follow The Reaper" (2000), "Hate Crew Deathroll" (2003), "Are You Dead Yet" (2005) y "Blooddrunk" (2008) no se repetirían, no por eso deje de tener esperanzas de un resurgimiento, pero me parece que he vuelto a verificar que 'deseos no preñan'.
Debo comenzar comentando que con "Halo Of Blood", CoB decidió regresar algo de su viejo y familiar sonido de hace alrededor de una década, ese justamente que los seguidores anhelamos, pero Alexi Lahio y la banda no parecen estar en la misma forma que esa época. El álbum tiene un comienzo prometedor con un excelente Waste of Skin y la mejor de la selección, Halo of Blood, la que definitivamente tiene el mejor riff, ambas canciones que emanan de lo más adentro de la espectacular ejecución de la que Children Of Bodom es capaz. También impacta The Days Are Numbered, por su dureza y melodía.
Luego se consiguen cosas bastante más diluidas, como Scream For Silence, que para mí es la canción más débil en el álbum con ese medio tempo, incómodo y de sentimiento aburrido y hasta con algún error. Afortunadamente, el tema inmediato, Transference, fluye muy bien, con un teclado oscuro, interpretado en un semitono.
Con riffs enérgicos destaca razonablemente Bodom Blue Moon (The Second Coming), para decaer bastante, en una especie de balada, muy poco justificable -por cierto-, titulada Dead Man´s Hand On You. El songwritting de algunas canciones, como Damage Beyond Repair, no me atrajo y en lo técnico, se les escuchan poco unas buena ejecuciones entrelazadas de teclados y guitarras, como es el sello típico de la banda; desafortunadamente no me engancharon mucho en ese respecto.
Quizás por abusar en la crítica diré que, aunque al Melodeath no es generalmente fácil entenderle el mensaje (con sus excepciones), en el caso de CoB me dí una vuelta por las letras del disco y debo decir que en su mayoría son banales y en algunos casos, incluso, mediocres. No seré mezquino tampoco pues lo cierto es que Alexi las cantó muy bien, gracias a su singular growl, el cual no ha perdido fuerza.
La buena noticia es que si te gustan grupos como Norther o Mors Principium Est, este disco te dará algunas satisfacciones, la no tan buena es que, hoy por hoy, esas mismas banda están sonando mejor. También es de agradecer la vuelta de una buena parte del viejo sonido de la banda, pero se resiente que demasiadas canciones, en un disco muy corto, se perciban como relleno. Si todo el álbum tuviera el nivel de Tansference o Halo Of Blood este sería un gran disco. Portada regularona.
7/10. Quizás vienen decayendo, pero el disco tiene sus momentos.