El Doom es un género muy especializado si se viene a observar bien. A pesar de que tiene su base de seguidores es complicado conseguir a alguien que te diga 'coño!, mi grupo favorito es X que toca Doom!'... eso no pasa mucho. Y es que una forma de hacer Metal que es sentimental -no sensiblera-, lenta o muy lenta, cómo llega a ser en el Funeral Doom, no digamos extremos como el Depressive, no es precisamente lo que la base metalera busca, quienes más bien se enfocan en velocidad, agresión y ¿dije velocidad?
De hecho este año -y todos los años- hay pocos discos de Doom, realmente pocos, muchos menos de los que debían haber. Para muestra no creo equivocarme contando los que aquí -humildemente- se han reseñado hasta la primera quincena de octubre: dos. Y ambos excelentes... pero eso es lo que digo y que es a su vez sorprendente, ya que esa paradoja envuelve en sí misma la respuesta: No hay muchos discos de Doom porque no hay muchos buenos músicos, porque -argumentando de forma circular- sólo buenos músicos se dedican al Doom.
Ahora, que 'además' sean unos españoles (¿se nota la estigmatización?), perfectos e ilustres desconocidos en mi limitada visión del Metal, los que se disparen este discazo, es merecedor de atención (y un regaño a mi ignorancia), ya que "Compassion Forlom" de la banda de las Islas Baleares, el sexteto Helevorn, es una prueba palmaria de que un buen disco de Doom generalmente es mejor que casi cualquier otro buen disco de cualquier otra cosa. Y es que no hace falta sino un buen repaso para caer en cuenta que estamos ante uno de esos trabajos destacados del año, sea cualquiera que sea el ritmo en el que se escuche el Metal de elección.
La intensidad, musicalidad, atmósfera, songwritting e instrumentalizacion de este, el tercer disco que entrega la banda, conforma un trabajo redondo y seguramente será reconocido en temas como Delusive Eyes, el mejor del disco y nominada a Canción del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica, The Inner Crumble, Unified y Reasons To Die Last, como una excelente entrega, la cual, con sus fuertes guitarras, melodía suave pero contenida, sin excesos melosos del sintetizador, un excelente growl y mejores coros, es una contribución al necesitado espacio Doom.
Si de influencias se tratara diría que en Helevorn se perciben sonidos de grupos como Candlemass y Saturnus, pero el propio carácter de la banda está claramente impreso en sus elementos Dark. Sin embargo sigue siendo Doom, puro y duro, en el que los elementos atmosféricos, críticos para que el trabajo no se pierda en el aturdimiento de un ritmo tan específico, se han desarrollado de forma magistral, junto con ese sentimiento de tristeza sobrecogedora que, de forma notable, logran transmitir y que es otro de los elementos con los que enriquecen el disco.
En general "Compassion Forlorn" me complació por ser especialmente potente, bien realizado y producido, a pesar de algún tema menor, como I Am To Blame. Mención aparte voy a hacer del tema Els Dies Tranquils, cantado parcialmente en catalán... la cual me pareció muy buena, pero se sentía como que no pertenecía al disco... me sonó a bonus... bueno... no me hagan caso, o si, quizás algún día averigüe si estoy en lo cierto y les cuento. Recomiendo -finalmente- disfrutarlo como yo lo hice: una noche de fin de semana, con las luces apagadas, navegando por la red y sumido en el sonido. Les auguro un rato de buen Metal, al que habrá que volver y seguirle la pista a Helevorn en el futuro.
8.5/10. También la portada queda nominada a competir en ese renglón.