La muerte es el principio y el fin de todo, todo en la vida es impulsado por la eventual promesa de la muerte y cada célula del cuerpo está indefectiblemente destinada a ella... el género Death, el bueno de verdad, busca, según yo mismo, mostrar la cara de la 'parca', en el sentido de enseñar su esencia, -dependiendo del ejecutante por supuesto-, para unos será más cruda, para otros más brutal, para cualquiera intimidante... pero nadie se queda impasible ante ella.
Los españoles de Teitanblood, una de las banda más extremas venida de la Madre Patria, explican en su segundo disco, llamado "Death", su idea del estilo a través de conceptos de guerra, con sonidos que algunos han llamado War Death, aunque yo considero que, si de catalogarlos se trata, hay una línea difusa en su estilo entre el Death y el Black. En sus temas transmiten el vacío que produce la sangre derramada, con sonidos brutales, intensos, blasfemos y como me gustan cuando tengo ganas de oír algo duro: realmente alejados de elementos melódicos. Su disco es intrigante, extremo, creativo e impresionante, capaz de sorprender a oidores experimentados. Tiene esa fuerza vital persistente que dice: 'me sabe a mierda que no suene como a ti te gusta, pero lo vas a oír' .
"Death" es tan inaceptablemente oscuro y duro que cualquiera que no están familiarizado con el enfoque del Metal a estos niveles encontrará repugnante el momento, más allá de lo aceptable. De hecho ese es uno de los fuertes del disco, que obliga a tomarse con calma y filosofía el trabajo, entender las raíces e influencias de Teitanblood, las cuales parecen rendir homenaje a bandas como Autopsy, Possessed o Celtic Frost y admirar la rabia y primitivismo sónico mostrado aquí. Entendido todo ello, el trabajo brindará multitud de imágenes necrofílicas, histéricas, esquizoides y profanadoras que se agolparán en la mente de quien se atreva a nadar en las aguas de este disco. Realmente "Death" brinda homenaje a la locura y está impregnado de sensaciones insanas.
En lo técnico, el nivel de calidad sonora está por encima de lo que acostumbra el género y muestra un frenesí demencial en el uso de las guitarras y batería, cargando los temas de sonidos intensos. El disco tiene la capacidad irresistible de quererte hacer oír más, una vez que crece dentro de uno y aunque Teitanblood no es necesariamente original en su sonido, tiene mucha fuerza, tiene esa llama primigenia del que quiere decir algo y encontró una manera bruscamente, un mensaje terrorista, pero sin bomba.
Me resultó interesante que el disco tiene sólo siete canciones, pero en total dura una hora y ocho minutos, tiempo en el que un manto oscuro me cubrió, me permitió viajar a sitios grises, marrones y áridos, bañados en sangre y desolados por la muerte. Es en estos trabajos en los que redescubro mi fascinación por el Metal, donde recuerdo que es por las sensaciones y la actitud el motivo por el cual estoy aquí.
Teitanblood sin duda gustará a unos, será detestado por otros y pocos lo entenderán... sobre todo a estos últimos, mi respeto. No sólo es Metal extremo, vieja escuela, es un testimonio de rabia y brutalidad, pura maldad, tan perturbadora como puede o debe a llegar a ser el Death, sin convertirse en una caricatura. Canciones como Burning In Damnation Fires, Unhearthed Veins o Anteinferno son placeres oscuros, pero todo el disco es una joya, lástima que la última canción Silence Of The Great Martyrs no sean tan atrayente como el resto, habría sido fácil darles el máximo puntaje.
9/10 Como debe hacerse el Metal extremo. Séptimo seleccionado como contendiente a Disco del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica.