Otra vez hay que enfrentarse a eso que llaman lo "políticamente correcto". En el Metal, al igual que en casi todos los sectores del quehacer humano, si uno se atreve a hacer público un criterio y el mismo no es del agrado de la mayoría (y de la minoría también) se es blanco de las más despiadadas críticas. Me ha pasado con casi todo los discos de las bandas conocidas: no importa lo que se diga, si bueno, malo o regular, habrá gente descontenta, tanto que se atreverán a comentar y defenestrar mi opinión y ¿saben?, está bien. Defiendo el derecho de la gente a hablar, no el de estar en la obligación de estar de acuerdo con ellos, eso no es un derecho, es no existe, pero me satisface que cada quien pueda decir libremente -incluso como en mi caso- una imbecilidad...
Entrando en materia y para no demorarles con largos preámbulos y tampoco obligarlos a ir directamente al odioso numerito del final antes de terminar de leer la crítica, revelaré mi perspectiva: este es un excelente disco, no el mejor de Epica, pero casi a nivel de "Requiem For The Indifferent" (2012) y diría que vuelve hacia la tendencia algo más oscura de "Design Your Universe" o anteriores, me recordó mucho a Therion en algunos momentos. En general es grandilocuente, pomposo, imponente, un poco oscuro y no es mezquino con nuevos elementos, siendo lo más destacable el uso de las guitarras; la producción es relativamente buena, no la mejor, de Epica creo que podría haberse esperado un Rango Dinámico superior al eterno 6 en promedio... porquería de loudness war.
En "The Quantum Enigma" las guitarras son el centro de atención, incluso la voz de Simone Simons ha dejado de ser el único centro del universo y el sonido de las seis (¿siete?) cuerdas se percibe más, con más fuerza, con más punch, está ahí todo el tiempo y desde ese punto de vista el disco es muy bueno, pues su desarrollo instrumental es de primer orden, incluso me hizo preguntarme cómo sonarían grabaciones clásicas del grupo con esta perspectiva y me hizo salivar de sólo pensarlo. Mi gratitud a Isaac Delahaye por su guitarra de siete cuerdas, un regalo metalero.
En general los componentes de la banda proponen todos una excelente entrega, sorprendiendo la mexicana Marcela Bovio, quien sustituye a la segunda voz -y gordita de mis sueños-, Amanda Somerville. Luego diría que otra sorpresa es que alguien convenció al amigo Mark Jansen a limitar sus growls al mínimo indispensable, haciendo que ¡por fin! el monstruo comegalletas dejara de salir por todos lados, encargándose de hacer lo que mejor sabe hacer, música grandiosa; de agradecer. El hermanito Coen, de excelente nivel en los teclados. La batería de Ariën van Weesenbeek, sin errores, sonido adecuado. Simone no ofrece nada espectacular, quizás porque ella ya es espectacular y algo adicional podría tener el riesgo de la sobre producción.
¿Que decir de las canciones? Todas me gustaron, todas, sin embargo ninguna me atrapó en una vorágine de placer, sin embargo el estándar que ellos mismos se han colocado fue alcanzado, desde el uso de latín en Originem hasta el desarrollo de doce minutos del magnus opus The Quantum Enigma - Kingdom Of Heaven Part II, cualquier tema es repetible, recordable y elocuente. La mención de mejor canción del disco, me parece que recae sobre Unchained Utopia, la cual suma todos los elementos que agracian a la banda y los mezclan con buen gusto. La más inusual, The Fifth Guardian - Interlude, los toques Folk orientales son una belleza, la más débil The Second Stone, demasiado hacia el Power (ya verán que por esto es por lo que más me atacarán :-)
Diría que en general el disco busca volver a la música (¿musicalidad sería el término adecuado?) original del grupo, a la que es grande, por eso sus riffs dejan sin aliento en su pomposidad, las guitarras y armonías crecen saturando el ambiente, se mezclan las capas de sonidos y algunos blastbeats son permitidos, los teclados persiguen orquestas y las letras son oscuras, a veces hasta góticas
Gran energía oscura presente, orquestal, pomposa y épica -como su nombre- recorre el disco, es interesante, sobrecogedor y un poco agotador, de digestión lenta y seguramente con grandes posibilidades de trascender la dureza del tiempo, 'longevidad' parece estar escrito en este disco por todos lados. Más de una hora de trabajo para este sentido del Metal puede ser un bocado muy grande para algunos, aún así, -sin duda- para los que amamos el trabajo que la banda ha desarrollado durante años y parado en la perspectiva de lo que le ha dado al Symphonic, creo que les permite estar por encima del bien y del mal.
8.5/10









