Luego de treinta años se podría esperar cierto descenso en el concepto y las ideas y aunque te llames Annihilator, no hay seguro de vida contra eso. En todo caso siempre es un placer ver un nuevo trabajo de los canadienses que se han distinguido por combinar el Thrash y el Heavy, una fórmula que no puede sino atraer fanáticos, por la crudeza y simpleza del primero y los riffs melódicos y voces del segundo. Celebro pues "Suicide Society" el disco número quince de la banda, ya que dice que -al menos- está vivos.
No es este un trabajo excelso o impresionante, aunque tiene sus momentos divertidos y energéticos. En su visión de cómo pasarla bien, el referente y fundador de la banda, el guitarrista Jeff Waters y en este disco, luego de dos décadas, nuevamente voz líder, me ha lucido en mediana forma. Ciertamente el disco recicla sonidos de álbumes anteriores, pero algunos temas mantienen riffs interesantes. Desafortunadamente a los seguidores más conocedores de la banda el disco les generará cierta decepción porque más que mantener el estilo, Annihilator pareciera haber sacado del baúl de los recuerdos algunas de sus viejas fórmulas... aquellas que les dieron resultados, pero no demasiado bien puestas a punto.
Es claramente difícil que una sola persona pueda cargar con todo el peso de la innovación en una banda y eso puede que sea lo que ocurre en este caso. Este debe ser el grupo por donde más gente haya pasado, habiendo quien calcula que más de treinta integrantes diferentes lo han conformado, incluyendo nombres importantes como su anterior cantante David James Padden y Mike Mangini, actual baterista de Dream Theater, esos fueron buenos tiempos aunque nunca como los de sus primeros trabajos, especialmente "Alice In Hell" (1989) o más adelante, "Carnival Diablos" (2001), la constancia era su principal virtud.
Ahora "Suicide Society" tiene unos pocos momentos para ofrecer. La voz de Watters es quizás demasiado dulce para el género y su Thrash 'rebajado'. Aunque es fácil de oír, con canciones como Creepin' Again, My Revenge y Suicide Society, que suenan interesantes, languidece por sectores. Desafortunadamente el disco tiene incapacidad para fijarse a memoria en razón de sus sonidos ya escuchados y a la sensación de mezclote. Quizás si este fuera uno de los primeros discos de Annihilator podría haber sido mejor recibido, pero a estas alturas la gente ha crecido en la búsqueda de sonidos y la banda no tanto.
Ciertas canciones decaen, quieren ser algo que no son, posiblemente rudas sin llegar a estar bien desarrolladas en ese sentido, flojas sería el término y con un poco de mucho -sin una dirección clara-, como Every Minute, Narcotic Avenue y The One You Serve, y la peor, caricaturesca cuando menos, Break Enter, ésta siendo la que menos me gustó, especialmente su intento de imitar la voz alguien más, diría que de James Hetfield, lo cual es me sonó 'creepy'.
No creo que este sea el último disco de la banda ya que algo han mostrado, pero tienen necesidad de un nuevo empuje, más ideas y un mejor desarrollo.
6/10
Me sorprende no ver ningún comentario haste este ,aunque es cierto y coincido parece que este trabajo está destinado al olvido y a la intrascendencia,no aporta cosas nuevas,y parece hasta de sonido más comercial y simplón.Aparte hay un pequeño revuelo por el single de "Snap" ya que se comenta en la red que es una canción con el riff calcado de Ich Tu Dir Weh de Rammstein,y sí, son prácticamente iguales.
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