Hell es una mítica banda de Heavy inglesa, cuyos orígenes se remontan hasta 1982, yo y muchos otros los hemos considerado como gente adelantada a su tiempo y son citados como influencia de muchos músicos notables. Por ejemplo, están como las primeras, sino la primera banda, en usar pintura tipo cadáver en el cuerpo. A pesar de que este es apenas su segundo disco de larga duración en treinta años (pero con varios EPs) por el fallecimiento de su cantante original y consecuente separación, tienen nivel de banda de culto. Su nuevo trabajo, "Curse And Chapter", luego del arrollador éxito de 2011, "Humans Remains", es un disco obligado.
Uno de los aspectos más interesante de algunas bandas de Metal como esta es la cantidad de emoción que se acumula ante su trabajo y presentaciones. Aunque Hell se separó tanto tiempo, sólo invocar su nombre hace que de debajo de las piedras salgan criaturas para recibirlos. Esto me parece genial, pues como muchas de las cosas que componen el Metal, fenómenos sociológicos como este son parte de su magia, los que sin necesidad de mayores recursos comerciales, reconocen el nivel creativo. Pero lo que es una de sus virtudes puede ser también convertirse en uno de sus enemigos, pues si no satisfacen el imaginario de los seguidores, con trabajos a la altura de la espera y el mito, todo se puede venir abajo. Hell tiene que haber pasado eso personalmente y se dice que esa presión de los fanáticos llevó a su vocalista original, David Halliday, a suicidarse en 1986.
Por todo esto mi acercamiento a "Curse And Chapter" es cauteloso, ya que este es suelo sagrado. Si debo definir el disco diré que el mismo es bastante bueno y más; con sesenta minutos de incesante metal, de producción limpia y pesada como un yunque, con buenas actuaciones musicales, de las del tipo que se pueden esperar de estos genios. Todo en él se siente en su lugar, los riffs se tocan con entusiasmo y el carisma y la voz de David Bower, que es una y muchas a la vez, grita y aulla con poder metálico puro.
Se trata de una obra con mucho alcance y ambición, cada canción se conecta entre sí para formar una especie de flujo continuo. Cada canción da paso a la siguiente con ilación y entre todas se complementa un elemento teatral que se siente como un gran espectáculo, con cada canción hay un nuevo acto. Cada canción trae algo poderoso, con una gran cantidad de presencia y el producto final es de innegable calidad, algo menor que "Humans Remains", que fue verdaderamente épico, pero bastante bueno. Las pequeñas introducciones teatrales a algunas canciones, los sonidos de noticias en televisión y las entonaciones blasfemas lo convierte en un espectáculo.
En cuanto a las canciones individuales, todas ellos se destacan en diferentes maneras, Gehennae Incendiis es una pista de cine, con potencia para abrir, Age Of Nefarious, una tormenta y a la vez un homenaje a sonidos viejos, The Disposer Supreme, diabólica y negra, dura y pesada, orquestal y narrativa, Darkhangel es otra buena canción con ribetes épicos y un poco de guitarra al estilo Maiden, así como un coro interesante. En general todas las canciones son buenas, quizás las mejores Something Wicked This Way Comes y End Ov Days, pues son de las que se pueden pedir en un álbum de Metal con un elevado sentido de compromiso. Las letras dicen todo tipo de historias de horror y demonios, son muy elocuente y bien hechas, aunque algunas un poco cursis, pero divertidas en general. La sensación del disco es ruda y eso lo hace poco previsible, con la excepción de los teclados de Deathsquad, los que no me convencieron mucho.
Hell es una reliquia de su tiempo y una mirada interesante a un nicho especial, la zona más underground del Metal, donde se sobrevive gracias a los amantes del género y de la música en general. Bien vale la pena el disfrute de este disco, en especial para quien ama el Heavy o el NWOBHM.
8.5/10. Trabajo sobresaliente.
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