¿Puede este grupo griego ser mejor? Bueno, literalmente, son cada vez mejor, con cada álbum. Este nuevo álbum es una continuación de su trabajo, con melodías increíbles que penetran los sentidos demostrando porque son, probablemente, los mejores músico Black Goth Melódicos en la actualidad.
Este es el undécimo álbum de los griegos Rotting Christ, llamado "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" ("Kata Ton Daimona Eaytoy" en alfabeto occidental) algo así como 'Cuando se es Demonio', fue lanzado el pasado 1 de marzo por el sello francés Season of Mist (como siempre ocurre con los grupos griegos). El título es un refraseo de la famosa frase 'haz lo que quieras', del controvertido ocultista inglés Aleister Crowley, inmortalizado en los libros del escritor brasileño, Paulo Coelho.
El trabajo es el sucesor de los discos "Theogonia" (2007) y el excelente "Aealo" (2010), álbumes que marcaron el nacimiento de un nuevo sonido para Rotting Christ, con ricas melodías y elementos étnicos que hablan de la cultura milenaria de su país de origen. "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" es una continuación, el nuevo capítulo de esa reinvención.
Producido por el vocalista, guitarrista y líder Sakis Tolis junto a Jens Bogren (Kreator, Paradise Lost), el álbum contiene diez canciones originales, más un cover de Welcome to Hell, clásico de Venom. En una comparación directa con "Aealo", "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" suena más oscuro y menos 'alegre', además de considerablemente más pesado. Como había ocurrido en el álbum anterior, la inclusión de elementos étnicos se convirtió en la canción de la más extraña de Rotting Christ, con una atmósfera sobrenatural omnipresente. Sumado a ello el uso constante de los coros en casi todas las composiciones y la sensación que me produjo de que, al escuchar el disco, se podía materializar ante mis ojos una ceremonia de magia negro o algo así.
El efecto dramático de esta unión de elementos es abrumadora, siendo la construcción de la producción una experiencia que pocos discos puede ofrecer. Hay velocidad y peso en él, pero no hay agresión, casi no hay sonido de violencia, más bien sus elementos convergen en el punto de las composiciones extremadamente visuales y cinematográficas, de las que sacan a la luz lo que está oculto a nuestro alrededor.
Grandes melodías discurren en una base llena de blastbeats y ritmos variados, siendo el resultado uno de los sonidos más originales en el Metal surgidos en los últimos años. Uno de los aspectos más destacados es el trabajo de guitarra de Sakis y Emmanuel George, produciendo tramos complicados e inspirados. Completan el cuarteto el bajista Vaggelis y Themis en la batería. Los elementos instrumentales de alta riqueza no sólo se presentan en el disco, sino en todos los trabajos recientes del grupo, lo que permite recordar que hace no tanto tiempo se ridiculizaba a la banda por no dominar debidamente sus instrumentos. Hoy en día, lo que se oye es un refinamiento y buen gusto raro en el universo del estilo.
Pistas excelente que reafirman a Rotting Christ como una banda rara que, a pesar de estar en la escena desde 1987, vive ahora su mejor momento creativo y artístico. Canciones como In Yumen-Xibalba, P'unchaw Kachun-Kachun Tuta Kachum, Grandis Spiritus Diavolos y la del título del disco, son sensacionales demostración de cómo el grupo está volando alto. Repiten la gran demostración realizada con "Aealo", utilizando una voz femenina en Cine Iubeste Si Lasa para mejorar aún más el drama de los acontecimientos, poniendo calidad en un trabajo de calidad. La canción Rusalka es otro punto a destacar, voces guturales y misteriosas que alternan con susurros.
Dueños de una originalidad innegable, el sonido actual de Rotting Christ, sólo parece estar atrapado dentro de sus propias fronteras, por lo que a veces, en temas como Iwa Voodoo y Gilgames se perciben cierta repetición de ideas, sin tanta brillantez como en el resto de de las piezas; la sensación se reitera, pero en dosis más pequeñas, en la pareja de canciones que cierran el disco, Ahura Mazda-Azra Mainiuu y 666.
"Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" es uno de los mejores discos de la carrera de Rotting Christ y reafirma el gran momento que ha venido viviendo en los últimos años. Dueño de una impresionante musicalidad, a pesar de sonar repetitivo por momentos, da fe de la condición de la banda como una de las más importantes en la actualidad.
Sólido esfuerzo y producción de este grupo, el cual debe estar dentro de las listas para 2013 de todo metalero que se aprecie de seguir al Black.
8.5/10
Este es el undécimo álbum de los griegos Rotting Christ, llamado "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" ("Kata Ton Daimona Eaytoy" en alfabeto occidental) algo así como 'Cuando se es Demonio', fue lanzado el pasado 1 de marzo por el sello francés Season of Mist (como siempre ocurre con los grupos griegos). El título es un refraseo de la famosa frase 'haz lo que quieras', del controvertido ocultista inglés Aleister Crowley, inmortalizado en los libros del escritor brasileño, Paulo Coelho.
El trabajo es el sucesor de los discos "Theogonia" (2007) y el excelente "Aealo" (2010), álbumes que marcaron el nacimiento de un nuevo sonido para Rotting Christ, con ricas melodías y elementos étnicos que hablan de la cultura milenaria de su país de origen. "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" es una continuación, el nuevo capítulo de esa reinvención.
Producido por el vocalista, guitarrista y líder Sakis Tolis junto a Jens Bogren (Kreator, Paradise Lost), el álbum contiene diez canciones originales, más un cover de Welcome to Hell, clásico de Venom. En una comparación directa con "Aealo", "Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" suena más oscuro y menos 'alegre', además de considerablemente más pesado. Como había ocurrido en el álbum anterior, la inclusión de elementos étnicos se convirtió en la canción de la más extraña de Rotting Christ, con una atmósfera sobrenatural omnipresente. Sumado a ello el uso constante de los coros en casi todas las composiciones y la sensación que me produjo de que, al escuchar el disco, se podía materializar ante mis ojos una ceremonia de magia negro o algo así.
El efecto dramático de esta unión de elementos es abrumadora, siendo la construcción de la producción una experiencia que pocos discos puede ofrecer. Hay velocidad y peso en él, pero no hay agresión, casi no hay sonido de violencia, más bien sus elementos convergen en el punto de las composiciones extremadamente visuales y cinematográficas, de las que sacan a la luz lo que está oculto a nuestro alrededor.
Grandes melodías discurren en una base llena de blastbeats y ritmos variados, siendo el resultado uno de los sonidos más originales en el Metal surgidos en los últimos años. Uno de los aspectos más destacados es el trabajo de guitarra de Sakis y Emmanuel George, produciendo tramos complicados e inspirados. Completan el cuarteto el bajista Vaggelis y Themis en la batería. Los elementos instrumentales de alta riqueza no sólo se presentan en el disco, sino en todos los trabajos recientes del grupo, lo que permite recordar que hace no tanto tiempo se ridiculizaba a la banda por no dominar debidamente sus instrumentos. Hoy en día, lo que se oye es un refinamiento y buen gusto raro en el universo del estilo.
Pistas excelente que reafirman a Rotting Christ como una banda rara que, a pesar de estar en la escena desde 1987, vive ahora su mejor momento creativo y artístico. Canciones como In Yumen-Xibalba, P'unchaw Kachun-Kachun Tuta Kachum, Grandis Spiritus Diavolos y la del título del disco, son sensacionales demostración de cómo el grupo está volando alto. Repiten la gran demostración realizada con "Aealo", utilizando una voz femenina en Cine Iubeste Si Lasa para mejorar aún más el drama de los acontecimientos, poniendo calidad en un trabajo de calidad. La canción Rusalka es otro punto a destacar, voces guturales y misteriosas que alternan con susurros.
Dueños de una originalidad innegable, el sonido actual de Rotting Christ, sólo parece estar atrapado dentro de sus propias fronteras, por lo que a veces, en temas como Iwa Voodoo y Gilgames se perciben cierta repetición de ideas, sin tanta brillantez como en el resto de de las piezas; la sensación se reitera, pero en dosis más pequeñas, en la pareja de canciones que cierran el disco, Ahura Mazda-Azra Mainiuu y 666.
"Κατά τον Δαίμονον Εαυτού" es uno de los mejores discos de la carrera de Rotting Christ y reafirma el gran momento que ha venido viviendo en los últimos años. Dueño de una impresionante musicalidad, a pesar de sonar repetitivo por momentos, da fe de la condición de la banda como una de las más importantes en la actualidad.
Sólido esfuerzo y producción de este grupo, el cual debe estar dentro de las listas para 2013 de todo metalero que se aprecie de seguir al Black.
8.5/10