El nuevo disco de los noruegos de Sirenia es ciertamente engañoso y diferente. "Perils Of The Deep Blue" es un álbum oscuro y más pesado, algo que de por sí normalmente los ha distinguido de la mayoría de las banda Góticas encabezadas por chicas. Este disco difícilmente se puede comparar con trabajos como los de Nightwish, Dotma, Sirenia, Xandria, Within Temptation o Delain, como no ser que se discuta de la belleza de cada una de las cantantes de esas bandas. Para muestra, un botón: la catalana Pilar Giménez García, quien utiliza en la banda el nombre artístico de Ailyn, es sin duda una hermosa mujer, sin contar por supuesto con su gran capacidad vocal.
"Perils Of The Deep Blue" es, a mi humilde entender, un paso en el camino correcto, con el que la banda vuelve, luego del razonable álbum anterior, "The Enigma Of Life" (2011), a un sonido más acorde con las raíces del grupo, con una robusta guitarra y voces grandes, tanto masculinas como femeninas, limpias y extremas, donde casi no hay elementos aleatorios en la composición y en la mayoría de sus arreglos; los detalles se encuentran en el lugar adecuado y aunque algunas canciones son innecesariamente largas, hay algunos abusos melódicos y sobre todo, la producción podría haber sido mejor en lo que a la batería respecta (está simplemente mal grabada, muy alto la verdad) en general place el trabajo final.
En un ambiente musical donde la lucha entre los grupos del género Symphonic/Gothic Female Fronted es a cuchillo por repartirse a los fanáticos, Sirenia parece querer dar lo mejor de ellos mismos en este disco, para mantenerse en el tope y así "Perils Of The Deep Blue" basa en las guitarras y las voces más fuertes su propuesta, sin embargo, cierta extensión artificial de la duración de varias piezas, especialmente en la mitad del trabajo, lo hacen un poco sobreactuado, especialmente los trece minutos de Stille Kom Døden.
Este disco, si bien dista de ser perfecto en muchas áreas, tiene a su vez elementos convincentes que, como el verdadero canto de una sirena (!), lo hacen difícil de dejar; por ejemplo, sus coros épicos, la hermosa voz de Ailyn y los riffs sorprendentemente pesados, lo convierten en un placer culpable.
El álbum abre bastante bien con Ducere Me In Lucem, donde Ailyn muestra su formación clásica, para luego dar paso a una de las mejores, sino la mejor canción de disco, Seven Widows Weep con una fuerte sensación atmosférica y bien logrados growls del polifacético fundador de la banda (y de Tristania... y de Mortemia) Morten Veland. Luego canciones incluso más simples se sienten grandes y épicas, en parte porque siempre hay muchas capas musicales, con teclados y elementos sinfónicos bien ejecutados y como dije, una guitarra que retoma un papel preponderante.
La gran canción Ditt Endelikt la canta noruego el vocalista invitado Joakim Næss y Ailyin recita en español, como segunda voz, haciéndose un trabajo excepcional especialmente en lo que al apartado emoción y química respecta. El resto del álbum se siente como una combinación compleja y variada, al mismo o mejor nivel que algunos de sus trabajos anteriores, con una ligera sensación Progresiva de algunas de las estructuras de las canciones.
De no ser por algunos de los elementos menos positivos de los que he hablado, este ya sería uno de los mejores discos del año del género (dependiendo de lo que venga en el resto de 2013, todavía lo puede ser).
8.5/10 Muy recomendable