Funeral Winds toca Black puro, del original, desde que el mismísimo género llegó a Holanda. Su participación en el ambiente es un poco posterior al de las bandas más conocidas por un simple hecho geográfico y de edad de los componentes, pues al no ser de Suiza o Noruega, no se montaron en la cresta sino hasta que les llegaron las noticias y además sus miembros son de la generación siguiente (73-76), al menos esa es mi forma de explicarme el porqué una banda con un sonido tan específico no graba sino hasta el año '93, cuando ya Hellhammer o Bathory tenían diez años de haber mostrado sus primeros sonidos. Sin embargo, si a los ocho o nueve años de edad sus miembros hubieran mostrado su andadura, seguro aparecerían en los registros como verdaderos guardianes del negro puro.
En mi corazón arrugado existe un lugar muy especial para el Black, su sonido es muy mucho la esencia del Metal: crudeza, intensidad y chocancia. Luego vino el resto del fenómeno. Y aunque en vastos sectores del estilo ha ocurrido un estancamiento muy serio en su el desarrollo, puesto a embotarme de Metal primordial, trabajos como "Essence", quinto larga duración de la banda, sirven de la mejor manera. Funeral Winds también es sumamente fiel a la imaginería y lírica satánica propia... pudiendo esto -según yo- estar un tanto desfasado y causar ahora más risa que el impacto que originalmente buscaba, aunque si realmente lo viven no puedo sino alabar el compromiso (sobre esto último, el mismísimo Alice Cooper tiene toda una teoría, pero en otro momento la comentaremos).
El elemento distintivo más obvio de Funeral Winds con respecto a las bandas de Black primera ola es que son bastante mejores en el aspecto instrumental, a pesar de que el trabajo se exime de mostrar proezas técnicas en la ejecución, suenan bien cohesionados, con una batería que puede incluso ser sorprendente por su precisión y velocidad. Esto le da ventaja a la hora de crear atmósfera, ese famoso y un tanto etéreo elemento que consiste en arropar de sonido al oyente. También el estilo de grabación, que de manera ex-profesa distorsiona el conjunto sonoro y fue tan típica de los inicios del movimiento a través de los mecanismos más extraños (acuchillar las mallas de los altavoces, por ejemplo), se maneja como se espera en una banda así.
El songwriting de "Essence" es el que se puede esperar, buscando la 'esencia' del sonido original. Aquí es donde quizás se encuentra mi mayor crítica. El Black no progresa casi nada desde hace décadas y aunque parezca mentira, es mayormente responsabilidad de los seguidores, los cuales aceptan muy poco cualquier malabarismo que pretenda modificarlo. Efectivamente en el mundillo se reconoce (nos reconocemos) a los fans como los menos abiertos al cambio y el disco lo sufre, todas sus nueve canciones las he escuchado en otros discos, en otras bandas, en otros tiempos. Ninguno es un mal tema, ninguno aporta nada nuevo, todos son Mayhem o Gorgoroth... esto es un halago, para el que no entienda.
Iría a un concierto de Funeral Winds (joder, ya a estas alturas iría a un concierto de Babymetal) y disfrutaría todo su repertorio, incluyendo lo que "Essence" muestra: Black es Black, es Black.
7/10
Jajajaa, si, cuando esto termine yo creo que iremos a ver lo que sea en vivo.
ResponderEliminarSaludos!
bueno, bueno, tampoco hay que exagerar, hay estilos de música que provocan en mí lo mismo que al protagonista de "La naranja mecánica" después del tratamiento
EliminarYo estoy también que iré a ver lo que sea.
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