A veces creo que el Technical Death es uno de los géneros más incomprendidos, pero no por el público, sino por los mismísimos músicos que se dedican a él, pues es demasiado común que se enfoquen en la entrega instrumental improbablemente intrincada, dejando de lado el elemento musical... así como una meretriz: pura técnica y nada de amor, todo por ganarse el dinero (la alabanza, en el caso de los metaleros) lo antes posible.
Los neozelandeses de Ulcerate tuvieron claro desde su primer disco, consciente o inconscientemente, que la substancia debía formar parte también de sus entregas. Nadie podrá negar que este trío (que suena como a sexteto por la cantidad de ruido que son capaces de crear) son unos animales de la instrumentación, especialmente Jamie Sain Merat, quien realiza una de las más impresionantes ejecuciones de batería, disco tras disco. No quiero que piensen que desmerito al resto de la banda, voz, bajo y guitarra son geniales, pero el nivel de los cueros es francamente extraordinario.
Con "Shrines Of Paralysis" se produce nuevamente el efecto mencionado, pero -si ello es posible- la banda sigue mejorando. "Vermis" en 2013 fue un verdadero asalto a los sentidos y sigue siendo para mi un trabajo obligatorio para entender el género, pero en esta entrega, especialmente a partir del cuarto tema, homónimo al título, hay un salto cualitativo específico. Ya no solo hay cuidado en el elementos musical, más allá del técnico. Hay otras cosas: fuerte nivel atmosférico, elementos Doom, cierta cantidad de conceptos melódicos y sorpresas en el planteamiento general muy interesantes.
En vez de hace un disco Techdeath como los que ya han mostrado y que con seguridad les habría garantizado la aprobación general, han decidido arriesgarse explorando elementos nuevos, menos frontales, aunque todavía llenos de agresión y abrasión. Diría que "Shrines Of Paralysis" hace lo que se espera de una gran banda pero no se conforma sólo con ello, corre el riesgo de ser mejor, de experimentar con sentimientos y emociones oscuras.
Una paleta de colores grises, marrones y negros, transformados en música, hacen de este trabajo un viaje por zonas musicales reconocibles, pero mejoradas. En lo particular sigo pensado que esta banda no es para todo el mundo, ni siquiera para los metaleros que se consideran así mismos curtidos en el Death más intenso, ya que Ulcerate incorpora (y aumenta en este disco) un nivel de songwriting muy elevado, de ese que espera que el oidor 'entienda' el concepto. Se me viene a la cabeza un símil que me privaría de usar con casi cualquiera, pero creo que Ulcerate tiende a convertirse en el Pink Floyd del Technical Death y sin duda ya nadie puede dudar que está a nivel de gente como Death, Gorod o Gorguts.
Además de Shrines To Paralysis -nominada a Canción del Año-, Bow To Spite, Chasm Of Fire, Extinguished Light y End Of Hope son geniales. Un poco menos los primeros tres temas del trabajo, lo cuales pintan más genéricos pero todavía destructores. Este disco debe terminar en los primeros lugares de las listas del año, su sonido, innovación, calidad instrumental, emoción, songwriting y coherencia general así lo sugiere. Este es el mejor disco de Ulcerate a esta fecha, sin duda.
9/10. Nominado a Disco del Año de ELOMC
Además de Shrines To Paralysis -nominada a Canción del Año-, Bow To Spite, Chasm Of Fire, Extinguished Light y End Of Hope son geniales. Un poco menos los primeros tres temas del trabajo, lo cuales pintan más genéricos pero todavía destructores. Este disco debe terminar en los primeros lugares de las listas del año, su sonido, innovación, calidad instrumental, emoción, songwriting y coherencia general así lo sugiere. Este es el mejor disco de Ulcerate a esta fecha, sin duda.
9/10. Nominado a Disco del Año de ELOMC