Sonata Arctica escribe en "The Ninth Hour" una nueva página de su relación amor-odio-sorpresa con su historia, con sus fanáticos y su propio yo. Mientras que su anterior trabajo "Pariah's Child" (2014) prometió y cumplió con ser un disco 'para los fanáticos' este nuevamente parece ser un trabajo 'para ellos' en el que vierten su innegable deseo de hacer algo diferente, ni tan disimuladamente alejados de las cosas que les dieron fama mundial en sus primeros cinco discos, quizás incluso hasta "The Days Of Grays" pero que sin duda alcanzaron su cúspide de popularidad con "Winterheart's Guild" y temas tipo Victoria's Secret, Replica, San Sebastian y nombre usted la canción que le movió el piso en su momento (y que todavía pone en secreto de cuando en cuando), aunque por fortuna no decaen como en "Stones Grow Her Name" (2012).
Este nuevo disco tiene la perspectiva lírica más definida de la historia de la banda, pues su objetivo y temática es claramente conservacionista, tema que a mi me apasiona, tanto por lo cierto y necesario, como por las manipulaciones que de él se hacen... tendríamos horas de conversación seguramente. Su música también es única, mezcla de lo hecho, pero desde otra perspectiva. La emoción rápida, permítaseme usar el término 'joven', ha dado paso a una perspectiva más madura... como era lógico que ocurriera. Tony Kakko (voz) tenía 24 años y Tommy Portimo (batería) tenía un día de haber cumplido la mayoría de edad cuando Sonata Arctica publicó "Ecliptica", hoy tienen 41 y 35 años, respectivamente. Si hay una constante universal (excepto para AC/DC) es que todo cambia.
"The Ninth Hour" es un disco difícil de calibrar desde una perspectiva estrictamente metalera, quizás desde esa visión puede ser -incluso- decepcionante para los seguidores de la banda. De entrada rompe con una de leyes no escritas del Metal (la cual ahora me atrevo a escribir): un disco no puede tener cinco baladas o cuasi baladas... punto. No importa que tan inspirado te encuentres en tu 'período verde', te expones a convertirte en la música de tu mamá, no la de tus amigos. Among The Shooting Stars, On The Faultline (Closure To An Animal), Candle Lawns, We Are What We Are y White Pearl, Black Oceans - Part II, "By The Grace Of The Ocean" son buenas canciones algunas, especialmente la última, con todo y sus diez minutos y aceptables las otras... pero, ¿realmente hacía falta tanto sentimiento? Para ellos si, es obvio, pero para los fanáticos, sencillamente no se. No puedo imaginarme en un concierto de SA (a quienes he tenido el placer de ver en Caracas) tocando este set, a menos que estuviera sentado... lo que tampoco me puedo imaginar.
En el resto del disco hay un poco de todo, así como en un set de regalos de novia: algo nuevo, algo viejo y algo robado. "The Ninth Hour" tiene temas realmente buenos, que hablan de historia de la banda como Life, Fairytale y Rise A Night, algo de lo mostrado en reciente época, como 'Till Death's Done Us Apart (excelente, por cierto) y Closer To An Animal y cosas más bien de horas bajas como Among The Shooting Stars y Fly, Navigate, Communicate y Closer.
"The Ninth Hour" tiene su substancia específica, pero a veces se hace escasa y su cantidad de Metal es definitivamente insuficiente, pudiendo estar mucho más inclinado (y ser mejor recibido) hacia un AOR o un Rock Melódico. Muestra algunos de los sonidos reconocibles, la voz y coros que han hecho de Sonata Arctica una de las bandas más seguidas del mundo del Metal, especialmente del Melódico, pero sus picos distan de sus valles y a pesar de que dará buenos ratos, habrá sectores en los que algunas canciones no se si tendrán el arrastre que de ellos se espera, es más, creo que ellos mismos no desean que así ocurra y que más bien buscan que se les reinterprete en su nueva visión madura.
7/10