Según el libro más importante del Black, "Black Metal: Evolution Of The Cult", una pieza de literatura que debería ser leía por todos los amantes y seguidores del Metal (e incluso por sólo cultura musical general), Vader es una banda que se alejó deliberadamente de una de las lineas más controversiales del Metal y que le dieron (todavía lo hace) peor fama, la llamada NSBM o National Socialism Black Metal... el Metal asociado con el nazismo y la supremacía racial al que algunos grupos hicieron apología, especialmente en su natal Polonia. Por esta razón hay un sector ultra que considera a Vader como una especie de traidores allá en su ciudad natal, Olsztyn, donde -dicen- subsiste una base de radicales.
Semejantes afirmaciones hacen todavía más fascinante comentar sobre esta banda, un fósil viviente del Metal, con más de treinta años de carrera y que nuevamente vuelven a la carga con su "The Empire", disco que sucede a su disco de covers "Future of the Past II: Hell in the East" (2015) y a su excelente "Tibi Et Igni" (2014). Esta nueva entrega, para mi, es una muestra de que la banda no sólo sigue fuerte sino con ideas. Puede que sea el mismo Vader de toda la vida, pero eso sólo puede significar buenas noticias: riffs destructores, agresión a borbotones e incluso renovados atrevimientos haciendo el disco claramente menos accesible (cómodo, por llamarlo de alguna manera) que "Tibi". Nuevamente estamos en presencia de una clase de cómo hacer Death / Thrash, de esa que sirvió de inspiración a la gente de la Costa Oeste.
"The Empire" es una oda a los cánones del género. Canciones cortas, frontales, intensas y que si las pinchan derraman testosterona. Una calidad instrumental cuidada, pero sin excesos técnicos y en el centro la fuerza vocal del único superviviente de la agrupación original, Piotr Pawel Wiwczarek, pero que no voltearía si no lo llamas simplemente Peter.
El disco contiene mucho de lo que a mi me cautiva, gracias a la casi única conformación instrumental con dos bajos, lo que hace que esa sensación de que el mundo se viene encima esté presente, siempre y cuando se escuche en un sistema de calidad (como el woofer de dieciseis pulgadas y cuatro mil vatios en amp de mi vehículo;). Luego la banda deja claro que los blastbeats y el doble pedal no han muerto para ellos y en general, guitarra incluida, el espacio se sabe llenar con buen y espectacular sonido. El songwriting, sin ser extraordinario, tiene ese fuerte sentido animal del que no se puede escapar y que no pierde el tiempo para llegar al punto.
No hay (no podría haber tampoco) temas débiles por lo que recomiendo cualquiera de ellos, aunque el más destacado me parece Prayer To The God Of War. "The Empire" debe traer de vuelta a la memoria colectiva a Vader y seguramente acabará incluido en algunas listas de fin de año, a la hora de escoger quién es quién en 2016.
8/10