Bien... hablando de Thrash, me encontré con este grupo brasileño dando vueltas por ahí y me pareció algo demasiado interesante como para obviar, pues en general este, "Four Seasons", su trabajo debut, es de muy buen nivel. Pandora es un conjunto que desarrolla un estilo menos agresivo y algo más melódico que las bandas más representativas del género, pero no por ello deja de ser de gran calidad. Con algunos elementos Power y pizcas de Doom, esta gente tiene un trabajo interesante que ofrecer a los amantes del estilo, especialmente a los gustosos de un buen bajo en la dirección y una guitarra poderosa como columna vertebral, lo cual se nota desde el inicio.
Bruno Leal, con guitarras y voz, Rômulo Lebre en la guitarra líder, Marcos Cazé, ejecutando un gran bajo y Luiz Fernando, tocando los cueros, se destacan; este grupo se permite progresiones y ataques que recuerdan seriamente a sus coterraneos, los consagrados de Sepultura. Firmados por el sello -también- brasileño, MS Metal Records, logran una excelente producción, hasta con detalles de 'vinyl' en canciones como la fantástica Prelude, que da paso a la excelente ejecución, homónima del disco. Lastimosamente ni la banda ni el sello ofrecen mucha información en la Web, por lo que me limitaré a comentar aquello que creí percibir de este trabajo, "Four Seasons".
El álbum se escucha deliberadamente simple, rápido y muy melódico, con repentinos cambios de humor, en la mejor tradición de la escuela estadounidense-brasileña; lo mejor del mismo viene al final de él, lo que sorprende un poco, sobre todo teniendo en cuenta que este es el álbum debut del grupo y que regularmente los grupos nóveles tratan de dejarlo todo en las dos o tres primeras canciones. El trabajo de guitarra, especialmente, es una delicia: potente, crudo, pero sensible cuando cambia el ritmo; sírvanse disfrutarlo.
Es interesante comprobar una vez más que la buena música no tiene sólo que venir de los sitios tradicionales, como Finlandia o Suecia, sino que aquí mismo, en el sub continente americano se pueden hacer discos excepcionales, basados en conceptos superiores, como en este caso, donde usan como inspiración "Las Cuatro Estaciones" del compositor de música clásica Vivaldi, creando canciones Trash que refieren esa magna creación; desarrollando con buen gusto canciones que recorren su trabajo, pero con otra perspectiva y sin caer en burdas imitaciones, este disco se pierde de vista. Temas como Spring Of Creation, Autum Of Decadence, Summer Of War o Nuclear Winter, sin contar con el excelente cierre que implica la pieza Epitaph, definitivamente son una oferta diferente para el estilo. Este es el propio disco que te obliga a preguntarte: '¿Qué es esto? lo he escuchado muchas veces, pero diferente'. Un gran gran trabajo, algo extrañamente (o a propósito, no se) dejado de lado por los comentaristas usuales del género... pero que en todo caso demuestra lo underground que todavía somos.
Creo que Pandora no será catalogado dentro del canon puro del Thrash, seguramente habrá quien les sume influencias Power y hasta Doom, pero sin duda su tesitura fundamental parte del estilo 'basura', ese que no teme gritar duro y descargar rabia, como de hecho ellos muestran. A la vez no voy a ser yo quien niegue que aquí hay algo más, este puede ser el nacimiento de una banda que vino a aportar; que si... coño, que toma el concepto de Sepultura y posiblemente algo de sus otros coterraneos famosos, como Calavera Conspiracy, pero produce un trabajo un poco simple en sus arreglos, pero completo en su presentación. El que dude al respecto, no detenga el disco hasta llegar a Summer Of War y se deleite con una buena manifestación de Metal.
Este disco, además de sus características propias, tiene elementos extra musicales que hablan muy bien de la banda, como por ejemplo su duración por encima de la hora, lo que, para una banda novel, bajo la tutela de un sello establecido, es toda una proeza. Luego, la demostración virtuosa de cada uno de los instrumentos, individualmente considerados, refiere a una banda con un porvenir más que interesante. Este tipo de discos reafirma la fe en el Thrash y confirma que, a pesar de "Super Collider" de Megadeth en 2013, no todo está perdido.
Habrá oidores más jóvenes quienes critiquen los Intros de algunas canciones con fuerte influencia clásica, pero sugiero desprejuiciarse y permitirse el placer de escuchar música bien hecha, con fuerza, dureza y cuerpo, pero inocultable placer por las mejores melodías que ha creado el ser humano. Aunque el disco adolezca de fuerza totalmente Thrash, y lo sustituya por elementos Power, como en Nuclear Winter, merece ser oído como uno de los mejores trabajos del género, de los que -por cierto- estamos cortos este año.