Esta banda austriaca llega con su segundo disco dejando poco a la especulación. Sus canciones son una extensión de la producción de 2009, "The Edge of Horizon". Sin embargo, esto no sugiere una redundancia, sino más bien una seguridad confortable de una banda que conoce su estilo de metal, power, melódico y tradicional.
"Destination Paradise" un disco balanceado, especialmente en lo que respecta a la musicalidad y la contribución de sus miembros; no hay una persona o instrumento que domine la grabación, además, la excelente producción, bien escasa hoy por hoy, lo hace natural y agradable. Sus canciones sostienen una sensación épica y elementos de drama interesante. Este disco puede sentirse un poco más crudo y pesado que el anterior, pero accesible e inteligente.
En general, entre el sonido y la composición, "Destination Paradise" ofrece un sólido metal melódico, no demasiado profundo o innovador, pero entretenido.
Liderado por el vocalista y aceptable guitarrista Sandro Holzer, hace compañero de equipo con Stefan Entner. Los dos ejecutan algunas líneas buenas, y nunca fallan en los fundamentos de la melodía y los acordes. En los teclados está Roman Fischer quien hace buen complemento a las guitarras, sin dominar el sonido. El doble bombo de Harald Vogl forma una columna vertebral sólida.
Guitarras acústicas en la instrumental Awakening abren el disco antes de los riffs de power metal de la canción que da título al disco y que marca la pauta para el resto, lleno de cambios en un tradicional metal tempo con letras un tanto metafísicas.
Canciones bien escritas e interpretadas con espíritu y el entusiasmo, aunque habría sido bueno escuchar una pista más lenta, una power balada, típica del género. La mejor del disco Creation.
Aunque, repito, no hay nada revolucionario, ofrecen un buen ejemplo, siendo un disco sólido de principio a fin, que no defraudará a los específicos fanáticos del género. A mi me gustó.
Liderado por el vocalista y aceptable guitarrista Sandro Holzer, hace compañero de equipo con Stefan Entner. Los dos ejecutan algunas líneas buenas, y nunca fallan en los fundamentos de la melodía y los acordes. En los teclados está Roman Fischer quien hace buen complemento a las guitarras, sin dominar el sonido. El doble bombo de Harald Vogl forma una columna vertebral sólida.
Guitarras acústicas en la instrumental Awakening abren el disco antes de los riffs de power metal de la canción que da título al disco y que marca la pauta para el resto, lleno de cambios en un tradicional metal tempo con letras un tanto metafísicas.
Canciones bien escritas e interpretadas con espíritu y el entusiasmo, aunque habría sido bueno escuchar una pista más lenta, una power balada, típica del género. La mejor del disco Creation.
Aunque, repito, no hay nada revolucionario, ofrecen un buen ejemplo, siendo un disco sólido de principio a fin, que no defraudará a los específicos fanáticos del género. A mi me gustó.
7.5/10
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