La banda alemana de Symphonic Folk, Arven, es relativamente reciente en el ambiente y pesar de sus evidentes clichés, tiene algunos elementos interesantes que mostrar, tanto en lo estético, como en lo trascendente. Con su demo en 2008 "Demo 2008" atrajeron bastante la atención, lo que le valió a la disquera Masssacre Records de justificación para financiar su primer álbum en 2011, "Music Of Light", el cual tuvo relativas buenas críticas, ahora con su nuevo trabajo, "Black Is The Colour" parecen repetir los elementos que les grajearon el gusto de una base importantes de fans.
Esta agrupación, casi totalmente femenina (excepto el batería belga, Hasta Felden) presenta su música como Metal Sinfónico Melódico y no es difícil saber de donde extraen sus influencias, pues miríadas de bandas similares, como Nightwish, Within Temptation, Xandria y un largo etecetera, hacen cola en el subgénero; sin embargo, no siento que este trabajo en particular se pueda catalogar estrictamente en esa onda, pues de él se extraen sonidos que finalmente resultan en una mezcla ecléctica de Power y Folk metal, con incluso algunos ensanchamientos en territorio Prog.
Sobre el papel, Arven bien puede verse como cualquier otro acto Sinfónico con una vocalista entrenada en las lides clásicas, pero la voz de Carina Hanselmann es muy melódica y sin bien es cierto que puede llegar a ser lírica, no encaja en el molde típico y se deja llevar con menos pomposidad. El disco en general se siente como de gente un poco más común, menos inclinadas hacia el virtuosismo por el placer de si mismo. Aún así, el bien ejecutado teclado de Lena Yatsula le da ese estado de ánimo a la música de Arven que suena medieval y cuando la banda añade interesante capa de sonido Power, el disco se hace particularmente agradable.
Dentro de lo difícil que es destacar en un concepto como este y de que al final puede terminar sonando a lugar común, Arven pareciera tener bastante propia identidad; con "Black Is The Colour" la entrega parece fresca y emocionante y como su álbum de debut, de gran calidad. A pesar de alguna balada como All I Got que me sonó un poco a relleno, el más destacable de los elementos del disco son las melodías Folk, con un alto nivel de variedad, como para que no se empalague del todo el oído.
A diferencia de la gran mayoría de las producción de grupos similares, las canciones del disco tratan de no endulzar las entradas, sino más bien presentar canción sencillas y directas, centrada -cuando así corresponde- en altas velocidades y muchas veces construidas mayormente sobre las guitarras confiadas a Anastasia Schmidt y Ines Thomè, esta última especializada en excelentes riffs, de gran cuerpo y melodía, en los que se reclinan las voces y coros.
Canciones destacadas como Don't Look Back se centran en la velocidad controlada, manteniendo la cantidad adecuada de energía. Un velo de melancolía, que no llega a lo Goth, cae en las notas de la melodía de la canción Rainsong, de las mejores. Todo esto unido a una producción cristalina, pone de manifiesto las mejores capacidades del sexteto alemán, quienes enriquecen su propuesta musical con estructuras algo más complejas de lo usual y que se ayudan a presentar un disco más 'internacional' con la colaboración de Stefan Schmidt, cantante de Van Canto, en el tema The One For Me.
Arven vuelve con este disco a saludar a su público con un trabajo melódico, concluyente, agradable, con cierto halo de 'nombre propio', e ideas bien desarrolladas.
8/10. Lindas las chicas en la portada, pero un poco 'cheesy.