El Lado Oscuro Metal Critica

Heavy Symphonic Death Black Power Folk Progressive Viking Epic Gothic Folk Melodic Neoclassic Stoner Technical NWOBHM Melodeath Speed Avant-Garde Thrash Psychodelic Brutal Post Art Atmospheric Extreme Gothic Doom... críticas, comentarios y reviews en español ... pero sólo a veces

domingo, 6 de octubre de 2013

Arven - "Black Is The Colour" (Symphonic Power Folk)

La banda alemana de Symphonic Folk, Arven, es relativamente reciente en el ambiente y pesar de sus evidentes clichés, tiene algunos elementos interesantes que mostrar, tanto en lo estético, como en lo trascendente. Con su demo en 2008 "Demo 2008" atrajeron bastante la atención, lo que le valió a la disquera Masssacre Records de justificación para financiar su primer álbum en 2011, "Music Of Light", el cual tuvo relativas buenas críticas, ahora con su nuevo trabajo, "Black Is The Colour" parecen repetir los elementos que les grajearon el gusto de una base importantes de fans.


Esta agrupación, casi totalmente femenina (excepto el batería belga, Hasta Felden) presenta su música como Metal Sinfónico Melódico y no es difícil saber de donde extraen sus influencias, pues miríadas de bandas similares, como Nightwish, Within Temptation, Xandria y un largo etecetera, hacen cola en el subgénero; sin embargo, no siento que este trabajo en particular se pueda catalogar estrictamente en esa onda, pues de él se extraen sonidos que finalmente resultan en una mezcla ecléctica de Power y Folk metal, con incluso algunos ensanchamientos en territorio Prog.

Sobre el papel, Arven bien puede verse como cualquier otro acto Sinfónico con una vocalista entrenada en las lides clásicas, pero la voz de Carina Hanselmann es muy melódica y sin bien es cierto que puede llegar a ser lírica, no encaja en el molde típico y se deja llevar con menos pomposidad. El disco en general se siente como de gente un poco más común, menos inclinadas hacia el virtuosismo por el placer de si mismo. Aún así, el bien ejecutado teclado de Lena Yatsula le da ese estado de ánimo a la música de Arven que suena medieval y cuando la banda añade interesante capa de sonido Power, el disco se hace particularmente agradable.

Dentro de lo difícil que es destacar en un concepto como este y de que al final puede terminar sonando a lugar común, Arven pareciera tener bastante propia identidad; con "Black Is The Colour" la entrega parece fresca y emocionante y como su álbum de debut, de gran calidad. A pesar de alguna balada como All I Got que me sonó un poco a relleno, el más destacable de los elementos del disco son las melodías Folk, con un alto nivel de variedad, como para que no se empalague del todo el oído.

A diferencia de la gran mayoría de las producción de grupos similares, las canciones del disco tratan de no endulzar las entradas, sino más bien presentar canción sencillas y directas, centrada -cuando así corresponde- en altas velocidades y muchas veces construidas mayormente sobre las guitarras confiadas a Anastasia Schmidt y Ines Thomè, esta última especializada en excelentes riffs, de gran cuerpo y melodía, en los que se reclinan las voces y coros.

Canciones destacadas como Don't Look Back se centran en la velocidad controlada, manteniendo la cantidad adecuada de energía. Un velo de melancolía, que no llega a lo Goth, cae en las notas de la melodía de la canción Rainsong, de las mejores. Todo esto unido a una producción cristalina, pone de manifiesto las mejores capacidades del sexteto alemán, quienes enriquecen su propuesta musical con estructuras algo más complejas de lo usual y que se ayudan a presentar un disco más 'internacional' con la colaboración de Stefan Schmidt, cantante de Van Canto, en el tema The One For Me.

Arven vuelve con este disco a saludar a su público con un trabajo melódico, concluyente, agradable, con cierto halo de 'nombre propio', e ideas bien desarrolladas.

8/10. Lindas las chicas en la portada, pero un poco 'cheesy.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Gris - "À l'Âme Enflammée, l'Äme Constellée" (Depressive / Atmospheric Black)

Este ambicioso disco doble de Icare (voz, piano, violin y bateria) y Neptune (guitarra, bajo y cello), canadienses québecois que se unieron en 2006 para formar la banda de Depressive Atmospheric Black, Gris, tiene a mucha gente -incluyéndome- gratamente impresionado. Todo y a pesar que "À l'Âme Enflammée, l'Äme Constellée" requiere tiempo para ser apreciado en sus majestuosos e impredecibles elementos acústicos, percusiones suaves, grupos orquestales, paisajes sonoros, rabia oscura y atmósferas misteriosas.


Este es un disco paradójico, ya que Gris, aún habiendo dejado atrás su personalidad mucho más Black clásica, se lanza a una nueva era en la que desarrolla aspectos novedosos, nunca oídos, que elevan, si se puede, su nivel, con un disco cuyo denominador común es la rabia y una atmósfera oscura, del tipo más suave y elaborado que es posible en el Black. Con fuerte inspiración Folk y elementos Darkwave. Sus muchos momentos lentos y melódicos, en los que sólo los growls rompen la calma, hacen que este material tenga un sonido masivo, excelentemente bien escrito y con grandes variaciones a lo largo de sus más de dos horas de duración.

A pesar de la bíblica duración del trabajo, este disco contiene un remolino de emociones tan bien desarrolladas que su escucha no cansa, al contrario, se siente como el discurrir de un libro que no se puede dejar porque a cada página se espera una nueva sorpresa... y no decepciona, porque allí están los sobresaltos. "À l'Âme Enflammée, l'Äme Constellée" es un disco sólido, que se une a la serie de trabajos que han convertido a 2013 en uno de los años, posiblemente 'el año' del Atmospheric y que junto a álbumes como "Old Mornings Dawn" de Summoning, "Pelagial" de Oceans, "Das Tor" de Paysage d'Hiver y "Echoes Of Battle" de Caladan Brood, me reafirman -nuevamente-, por que el Metal es una de las manifestaciones culturales más importantes de nuestro tiempo y por que, cuando se pueden apreciar trabajos como este, los metaleros nos convertimos en una casta única, que sabe apreciar uno de los grandes placeres de la vida, como es la música bien hecha, distinguiéndonos de aquellos que mayoritariamente la desprecian por no tener los elementos culturales o emocionales para entenderla.

Si bien es cierto que han sido seis los años de espera a los que nos sometió Gris, en la zona más underground del Metal -como es esta-, tanto tiempo es más o menos un estandard. Pero luego de ese largo tiempo y su aclamado disco antecesor "Il était une forêt..." (2007), Gris se nota que no estuvo distraido, ya que los sonidos que componen su nuevo disco brillan en todos los apartados que son posibles: composición, efectos, grabación, producción, voces, coros e instrumentalización son de primer orden. Muchas bandas podrían tomar nota de cual es el balance en el Metal entre la calidad y la cantidad, incluso y más aún en este caso, donde Gris si está respaldada por una disquera, la canadiense Sepulchral Productions. Por su puesto, no todo el mundo está dispuesto a hacer sacrificios de seis años por la pura conceptualización al máximo de su trabajo, pero estas excepciones hacen falta y se agradecen.

Gris muestra sus talentos con un fuerte uso de riffs e interludios acústicos mezclados con Black y en su musicalidad, por momentos inigualable, como en la mejor canción del disco, Seizième Prière, florece un sonido brillante, lleno de imágenes impresionistas, especialmente para una banda en la que sólo participan dos personas. Disonancias melódicas, uso extensivos de instrumentos acústicos y de voces que resuenan en la distancia, con mucha influencia Dark Folk, crean un ambiente de suspenso que de pronto estalla en explosiones de emoción, con ecos de pérdida y renuncia.

10/10. No tengo más que decir que este es uno de los mejores trabajos del año y un icono en el género. Trigésimo Primer seleccionado a contendiente como Disco del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica.


viernes, 27 de septiembre de 2013

Wisdom - "Marching For Liberty" (Power / Epic / Folk)

Una de esas bandas oscuras, muy metidas en el círculo de conciertos europeos, poco conocida para el lado americano del Metal, pero joyas en lo que a su contribución se refiere, es Wisdom... puede que cualquiera al que el meridiano de Greenwich no le de una, dos o más horas de beneficio, no tenga ni idea de su existencia, a menos que frecuente cierta audiencia, nor-medio-europea  y casi semanalmente, en Noruega, Finlandia, Hungría, Rumanía, Alemania y zonas cercanas, tenga la dicha de presenciar un típico concierto al aire libre de cuatro a ocho bandas, la cual mejor, o más interesante, que la otra.


En ese escenario, absolutamente desproporcionado para los sudamericanos, en lo que a cantidad de presentaciones respecta, se desarrolla una vida metalera inaudita a nuestros ojos: Power, Black, Death, Core y manifestaciones de casi cualquier y cada género que estremecen pueblos y ciudades nórdicos. Por supuesto, como en todos los aspectos generales de la vida, la mayoría son del montón y sólo unos pocos destacan realmente, además de que hay que descubrirlos... por si fuera poco. Wisdom, está dentro del grupo que halaga, atrae y emociona, aunque se difumine un poco entre la cantidad de atronadores imitadores y mediocres.

Folk y Power, sencillo, fácil y sin ínfulas de grandeza discurren en "Marching For Liberty", sin crescendos Prog o ataques Neo Clásicos estrambóticos. Puro sentimiento y emocionalidad que satisfacen y divierten, que pueden llenar una noche ente amigos y cervezas, se presentan en este disco. Yo... humildemente y sin histrionismos, me satisfice entre sus canciones y aunque haya puristas y especialistas que exijan exhibiciones virtuosas y multicapas de elementos cautivadores, me encantó su Metal simple, directo, melódico, sin llegar a ser indulgente, sino más bien interesante, emocionante y rápido.

Si, es cierto... puede que algunas canciones se asemejen unas a otras, más sin embargo, esta banda húngara, la cual basa sus letras e historia en la  figura de un personaje mágico y pseudo-religioso que llaman Wiseman, tiene en este -su cuarto disco-, elementos puros de Euro Epic Folk, con las más típicas melodías emocionantes y dulces que atacan hacia el final de los estribillos y buscan causar sensaciones heroicas, como las de un paladín que gana la batalla al dragón... están bien hechas sus canciones y esto no es fácil.

"Marching For Liberty" es un disco básicamente fácil, con once canciones de duración estándar, entre tres y cuatro minutos cada una y un cierre de unos ocho minutos, pero que destaca en un año en el que el Dragon, el Folk y el Power han estado algo escasos, con excepción de los irreverentes alemanes Powewolf. Con inconfundibles ritmos y estructuras Folk, de la más ortodoxa escuela, no se podrá decir que vinieron a renovar nada, pero sin embargo, sin mayor vergüenza, presentan un buen disco, con melodías que empalagan, sin llegar al ridículo. Ciertamente me pregunto por que no hay más grupos capaces de aceptar tocar este estilo y creer que sólo el Core o el Nu los pueden conectar con una audiencia. Sencillez, melodía, coros energéticos, guitarras afiladas -pero dulces- y mucha épica tienen su mérito, la verdad es que al final depende de hacerlo bien, de transmitir.

Poco o nada conocía a Wisdom, pero hoy, al escribir este comentario, mientras escucho este disco, más convencido estoy que no todo el Metal tiene que necesariamente tener el nivel ultra complejo que muestran grupos Black Atmosféricos Épicos Sinfónicos, fascinándome -sin duda- esos trabajos. También manifestaciones musicales más simple que, junto con el Metal en general y sus apenas cuarenta años de existencia, llegaron para quedarse, pueden aparecerse por las esquinas y encantar con sus sonidos y melodías, simples y dulces. 

"Marching For Liberty" es un disco sencillo, medianamente producido y grabado, pero con mucha alma y emoción. El gusto que los componentes de la banda colocaron en su elaboración sobrepasa sus evidentes defectos y les gana un cariño entre los gustosos del Metal que quisieran para si algunos consagrados.

8/10 Recomiendo oírlo, de manera desprejuiciada, esperando su dulzura y aceptando sus detalles menores.


sábado, 21 de septiembre de 2013

Folkodia - "The Fall Of The Magog" (Folk / Heavy / Power)

Folkodia es ahora otra banda... aunque no necesariamente para mal. Reminiscencias y cuatro o cinco canciones sobrevivieron a la hecatombe que tuvo que haber vivido entre 2011 y hoy esta banda internacional (por la cantidad de gente que la conforma y disimilitud de nacionalidades de sus miembros), pues el Folk y el Viking puro que mostraban fue sustituido por bastante Heavy y Power, hasta elementos Thrash, relativamente buenos por cierto. Ahora, ¿Están viviendo del nombre-franquicia y prefirieron no iniciar una nueva banda? No se, pero el triste fallecimiento de su fundador y líder, Ruslanas Danisevskis, por culpa de un cáncer de piel, ha cobrado su precio.


Me gustó "The Fall Of The Magog", aunque hasta cierto punto pudo haber sido poco sincero. En un contexto general el disco es bueno, pero ni son lo mismo que eran, ni creo que quieran serlo, ni que lo vayan a ser en un futuro. El concepto único de la banda ha dejado de existir, para pasar a convertirse en algo diferente, interesante y divertido, especialmente en sus canciones Folk y algo menos en las que siguen otros estilos, sin llegar a ser malas.

Entiendo, más que como audiófilo, como trabajador profesional, su nudo gordiano: Se fue la persona que era el eje fundamental sobre el que giraba la banda y quedaron ocho o nueve buenos músicos 'colgados de la brocha' al momento que les retiraron la escalera, ¿Quiere eso decir que todo debe lanzarse por la borda, aunque el cambio vaya a notarse en el producto final?, ¿Debe comenzarse de nuevo, establecer un nombre desde cero?... para cualquiera que haya pasado el inicio de una carrera profesional -cualquiera que esta haya sido- la respuesta definitiva será no, hay que jugar y apostar con las cartas que se tienen en la mano y Folkodia ha apostado todo, con relativo éxito y dejando la puerta abierta a un próximo trabajo que -creo- determinará si valió la pena el esfuerzo, o todo acabó. No por nada supongo que hicieron este este disco corto a propósito, apenas sobre los cuarenta minutos, como para probar la reacción de los seguidores.... ello determinará el futuro, con seguridad.

Considero este disco como mucho más agresivo que su predecesor, "Battle And Myths" con bastante más fuerza gracias al giro de estilos. Las canciones están llenas de riffs rápidos y blastbeats, pero con menos elementos Black de lo que nos tenían acostumbrados. Por supuesto también los elementos Folk juegan un papel importante, pero al estar dosificados hacen que la banda pierda buena parte de su identidad. Muchos riffs, con un ambiente Heavy tradicional, hacen del disco un momento divertido, siendo los coros lo mejor que exhiben. El trabajo de guitarra es notable y los instrumentos típicos juegan nuevamente un papel distintivo. Creo que, en el análisis final, la banda busca seguridad y sienta las bases para un futuro interesante, en caso que el mismo llegue a convertirse en realidad.

Las voces femeninas son contradictorias, los coros en las que participan son de lo mejor del disco, pero cuando se salen de esa zona y pasan a ser conductoras no me suenan tan bien. La producción es razonablemente limpia, con algunos detalles de volumen en la grabación de la batería (no se porque tantas bandas no le prestan la debida atención a este aspecto... o por que yo tengo el oído tan sensible... siempre será culpa mía). Canciones como Muli Mariani, puro Folk, son de primer orden, pero las que no siguen la línea tradicional de la banda, no me gustaron tanto, aunque son aceptables. Posiblemente, el refuerzo en ellos mismos que el tiempo generará, secundado por un buen recibimiento del disco, impactará en la próxima entrega.

La canción más extraña del disco, Spartans, vale la pena sentarse escucharla con detenimiento porque es toda una montaña rusa de emociones y posiblemente la que mejor ilustre el sentimiento contradictorio general del disco, el cual, repito, está bien logrado, pero ha perdido cierta orientación. En todo caso, "The Fall Of The Magog" es un gran esfuerzo y un bonito legado del trabajo de Danisevskis.

7.5/10. Queda como preámbulo de su posible brillante futuro (espero). Bonita portada.


viernes, 20 de septiembre de 2013

Dream Theater - "Dream Theater" (Progressive)

¿Por qué, luego de casi treinta años en escena, once discos de estudio publicados y ser considerados como el epítome del Progressive, viene ahora Dream Theater a presentar un nuevo álbum, con el nombre "Dream Theater"? Más allá de las explicaciones que ellos hallan dado o puedan dar y luego de escuchar varias veces el disco, yo tengo mi propia teoría: Esta es una vuelta a las raíces.


"Dream Theater" es Metal Progresivo en estado puro, vieja escuela, extremadamente técnico y enfocado en ser estentóreo en lo que a virtuosismo, cambios de ritmo y majestuosidad se refiere. Aquí no hay 'sorpresas', ni experimentos...no, solo Prog en estado de gracia, duro, extremo, pero por sobre todo, espectacular y complejo, melódico e intrincado. Nada de Djent, de Avant-Garde, ni de computadoras. Dream Theater comprueba otra vez, sin el menor temor al encasillamiento, el principio de su líder y guitarrista, John Petrucci: 'no hay sólo suficientemente largo'... ni canción demasiado cambiante.

"Dream Theater" es un gran disco, grande de verdad. No tanto como "A Dramatic Turn Of Events", pero representa -en toda su extensión- y hasta con sus elementos setentosos, lo mejor que en el género se puede escuchar. Una de las pruebas de esto es que el disco es más fácil que bastante de los trabajos anteriores de la banda, de hecho, con repasarlo dos o tres veces se toma una posición definitiva frente a él, pues digiere bien, aunque aún así se le consiguen sorpresas con nuevas oídas, como por ejemplo el espectáculo de texturas de Enigma Machine o la dulzura de Along For The Ride y The Bigger Picture, esta última la mejor del disco y nueva nominada a Mejor Canción del Año de este humilde blog, o el redescubrimiento de la voz de La Brie, uno de los fuertes del trabajo, que junto con la eterna guitarra de Petrucci, hacen, nuevamente, el duo perfecto.

Superado el 'affair Portnoy' en la batería y demostrado que Mangini calza las botas (¿las 'bo-que-tas'?), este disco, sin tanto drama como el anterior de Dream Theater, ha sido para mi, junto con el trabajo de las bandas Haken y Riverside un regalo para 2013. Tiene de todo, un nivel de agresividad inesperado, especialmente en la apertura de algunas canciones; letras y mensajes hermosos; excelentes, bien ubicados y medidos teclados; los solos de guitarra que han convertido a Petrucci en el monstruo que universalmente se reconoce, así como melodías y ritmos complejos, pero sin hacerse fastidiosos o irreconocibles, sin llegar al Math. Pero muy por encima de todo, lo mejor del disco es que en su conjunto es asequible y duradero en la memoria. No hace falta 'dedicarle tiempo' para entenderlo, ni mucho menos disfrutarlo.

Hay otras cosas que suman al conjunto y en las que DT demuestra, a pesar de todo lo que son, su nivel de compromiso con la música y que todavía pueden aceptar consejos; a mi parecer, influencias de las bandas Rush y Pink Floyd, especialmente de los sonidos que los canadiense hicieron durante los años setenta, se muestran en más de una canción, pero especialmente en Surrender To Reason y el magnus opus del disco, la fantasía-rock-metalera-banda-sonora de veintidós minutos, Illumination Theory, dándole al disco matices retro que bien valieron la espera y no desdicen en absoluto del gran trabajo, por el contrario, redondean una buena presentación.

Permítaseme un párrafo más para volver a mencionar el trabajo vocal de James La Brie, a quien se le da nuevamente en este disco la posibilidad de explotar todo su rango. Su potencia y capacidad, además de buena voz no ha sufrido ni un ápice desde su debut con el grupo en el año 1991, muy por el contrario, en cada nuevo trabajo se confirma como el complemento perfecto a la genialidad de Petrucci.

Evitando el típico pecado de los muy consagrados y de los novatos, como es la sobreproducción, "Dream Theater" se convierte en una adición valiosa a la historia que está dejando esta banda en el Metal y reafirma que su calidad nunca ha sido producto de la casualidad. Un viaje de buen gusto.

9.5/10 Trigésimo seleccionado como contendiente a Disco del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica, complicando -además- la selección de Mejor Metal Progresivo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

We Came As Romans - "Tracing Back Roots" (Melodic Metalcore/ Post Hardcore)

Quien sigue mis comentarios en El Lado Oscuro - Metal Crítica sabe que no soy particularmente adepto al Core, en sus diferentes vertientes, aunque tampoco me niego a escuchar algunos trabajos que, o valen la pena o atraen suficientemente la atención como para merecerles algún tiempo. En caso de los norteamericanos We Came As Romans, banda con uno de los mejores nombres en bastante tiempo, me atrevo a decir que mi percepción general varía y su trabajo "Tracing Back Roots" calza puntos como para dedicarle algo más que un simple repaso.


El Metalcore, sobretodo el Melodic, tiene algunos elementos que me resultan incómodos de seguir, especialmente en aquellos grupos que creen que mezclando squeals y screams con sonidos salidos del Mickey Mouse Club de Disney se alcanza el nirvana del estilo, cuando lo cierto es que para que el buen gusto se luzca hace falta bastante más que eso. En el caso de "Tracing Back Roots", We Came As Romans logra que sus elementos Punk y Core se fusione bien, de manera tal que el disco me mantuvo interesado en toda su duración, más momentos divertidos que criticables, por el contrario, logran enfocar mucha rabia con elementos melódicos de alto calibre, sin sonar demasiado a cliché o lugar común.

Para mi esta demostración está por encima del promedio, incluso en sus elementos Post Hardcore, como el volumen expresamente aumentado que crea el efecto de distorsión, los tempos rápidos y el fuerte sonido del bajo (la verdad es que la cantidad de sub géneros del Core llegan a lo absurdo). El disco es, en general furioso, pero con bordes suavizados y melódicos al mismo tiempo. El cantante y líder de esta banda, sin tantos años en escena, hace sin embargo una buena demostración. David Stephens, tiene una voz atrayente, que le da potencia a la música que, como un todo, hace la banda. Quizás el disco es predecible, pero sin embargo, es de lo mejor que el año ha traído en este estilo y definitivamente es agradable de escuchar; en el fondo siento que es una especie de placer culpable... me he encontrado oyéndolo varias veces, casi sin darme cuenta.

WCAR, es un grupo reciente, cuyos primeros discos, "To Plant A Seed" (2009) y "Understanding What We've Grown To Be" (2011) tuvieron un muy relativo éxito, quizás algo más el último. Pero con este trabajo parecen haber descubierto una mejor fórmula, quizás porque con este disco no se siente un refrito de ideas previas. Con esta banda, lo que es seguro es que se consiguen letras y mensaje positivos, impulsados por buenas voces y coros, notándose avance en en su manejo instrumental y la escritura. El ambiente novel de este género, que parece estar influenciado por tres o cuatro bandas, como The Devil Wears Prada y Bullet For My Valentine,  ahora puede que sea justo incorporar a WCAR. Esta senda parece que hará que la banda termine por mostrar su potencial, pues es indudable que han progresado.

Los primeros cinco temas del disco son los mejores, pudiendo que el resto sean relleno. El tema homónimo del disco, Fade Away y I Survive, los mejores. El elemento más destacado de la banda son las voces y los coros y lo que menos me gustó algunos sonidos, especialmente los electrónicos, tipo efectos, que son simplemente malos. Por lo demás, no me apena decir que me hicieron pasar un buen rato y que con gusto oiré su próximo trabajo.

Me parece entender, por lo que he leído y oído, que este trabajo puede ser el punto de inflexión de la banda para terminar de alcanzar el reconocimiento o hundirse en el olvidó. Les deseo suerte porque este, me gustó.

8/10.


sábado, 14 de septiembre de 2013

Carcass - "Surgical Steel" (Melodic Death)

Para sólo nutrir el conocimiento de los más jóvenes (cosa a la que los más viejos nos vemos obligados/relegados), recordaré que los británicos de Carcass son 'la' banda de Grindcore, la cual se formó en 1985 y se disolvió en en 1995; posteriormente se reunieron nuevamente en 2007, sin uno de sus miembros originales, el baterista Ken Owen, modificando su estilo hacia el Death y el Melodeath y aunque son considerados como pioneros del Grind, también se les reconoce haber influenciado el Hardgore, y el Goregrind por sus letras mórbidas y portadas extremas.


Lo cierto es que a pesar de estar en el ambiente de nuevo desde '07 no habían presentado nuevo material desde... siempre, su último disco vio luz en 1996, "Swansong" se llamó ese disco y el mismo se considera uno de los más influyentes para la definición del Death Melódico, junto con la creación de la gente de la onda Gotemburgo de la época, o sea, son historia pura. Pero lo cierto es que hay toda una generación que no ha oído nada nuevo de Carcass, lo que no los favorece a la hora de ser 're-presentados', por lo que la salida de "Surgical Steel" es una verdadera apuesta. Desde mi punto de vista ha salido bien, no tanto quizás como algunos han querido ver, pero alcanzan un 'sobresaliente' en el análisis final.

Este es, desde casi cualquier punto de vista, el regreso más esperado del año y las reservas que rodearon el retorno de la banda se disuelven con lo oído aquí. Sin mitigar su historia y el tiempo que inexorablemente ha pasado, los casi veinte años de ausencia de nuevo material no parecen haber desgastado al dúo Walker - Steer, ya que "Surgical Steel" se escucha como una ampliación del discurso original de la banda, de una forma más moderna y variada. Es innegable que, como buen whisky, la inmensa creatividad de los miembros originales de la banda consiguen hacerme disfrutar de esta obra en casi cada momento, en cada cambio de tiempo, en sus excelentes solos de guitarra, que contrastan riffs sinuosos y complejos.

Elementos como las progresiones en sus canciones, con guitarras en melodías ascendentes, armonizadas para hacer olvidar los años de espera y a la vez recordar que estamos de nuevo frente a la historia, son una clara evidencia de la brillante actuación de la banda. El sonido y el estilo personal y reconocible de Carcass está en todas partes del disco, así como un sentido innato y un gran gusto por la composición, siempre equilibrada y poco predecible, punto de referencia no sólo para guitarristas nóveles, sino para todos los músicos que quieran destacarse. 

Los riffs, combinados con sus melodías, crean una amalgama con la voz rasposa de Walker que castigan y por momentos abruman los sentidos. El tono de voz y el carácter son los puntos más altos del disco, con algunas referencias indudables a los primeros álbumes de la banda. Creo también haber oído cierta pesadez adicional a la que originalmente mostraban. Hay tonos inquietantes y secciones melódicas unidas a tiempos -no tan destructores- pero que gustan. Un poco de demasiada pulcritud y precisión en la mezcla pueden que me parezcan el concepto menos gustoso... quizás algo de sobreproducción, pero claro, estamos en 2013 y posiblemente quisieron que hacer justicia a sus años en el ambiente. Creo que no hay nada dejado al azar en "Surgical Steel", en especial estando detrás el sello Nuclear Blast, que dudo se habría arriesgado a piruetas excéntricas... lo que no quiere decir que que el disco sea para complacer a un mercado, pero me habría sorprendido más si hubiera habido un retorno hacia el Grindcore.

En todo caso, sugiero a los oidores, nuevos o viejos, se dejen llevar por el disco y se permitan viajar con una de las bandas que ha contribuido a crear un género, a pesar de que puede que se hayan atrevido a menos de lo que eran capaces. Creo que "Surgical Steel" es de los discos que mejorará más aún con el tiempo y que finalmente mostrará cómo se hace buen Metal.

8/10. Posible Mejor Portada del Año, nominado sin duda en ese apartado.




martes, 10 de septiembre de 2013

Haken - "The Mountain" (Progressive)

"The Mountain" es un disco complejo, de los que ciertamente requiere tiempo y mentalidad abierta a los experimentos. Sin referencias discernibles a las deidades tutelares del género, como Dream Theater, pero también repleto de sonidos que evocan el Prog primitivo, a lo Yes, representa una realidad sólida y sustancial para el estilo. Yo considero este trabajo el "Pandora's Piñata" de Diablo Swing Orchestra de 2012, por lo ecléctico, cambiante, impredecible y contradictorio. El álbum se esmera durante todo su recorrido en confirmar el importante nivel de creatividad y calidad de los trabajos precedentes de la banda y reafirma el compromiso de Haken de lograr un perfecto equilibrio entre los instrumentos y voces, melodías intrincadas y evoluciones de sonido; con una personalidad que mezcla la modernidad y los clásicos de culto de los años setenta, este disco no deja a nadie impávido.


Los ingleses de Haken se encuentran sobre los escenarios del Metal/Rock Progresivo y los dominios de sus alrededores, desde el año 2007, presentando apenas su primer trabajo musical, "Acuario", en 2010, convirtiéndose este en el primero de los tres discos que han publicado hasta ahora, con "Visions" en 2011 y "The Mountain" en 2013. En su -relativamente- corta carrera han tenido fuerte exposición a la gente gracias a su trabajo, el cual ha sido siempre muy bien recibido, lo que les ha ganado un respeto y credibilidad importante, tanto por su nivel de calidad, como experticia en el manejo del género, dejando -al menos para mi- de ser considerados promesas, para convertirse en realidad palpable.

Este disco lleva al oidor a través de atmósferas líricas y evocadoras, diseñadas sobre voces y teclados, para hacer caer repentinamente en un vórtice Progresivo puro, con matices inquietantes, a veces extraños y otras armónicos, sin duda con rastros Avant-Garde, Jazz y Fusion. Canciones llenas de riffs intensos, largos y a veces, psicodélicos, que recuerdan bandas como Emerson, Lake & Palmer, se permiten digresiones de piano, bajo y batería, así como solos de guitarra complicados, altamente influenciados por elementos Acid Jazz.

Partes que discurren A capella y luego brincan en las profundidades de un Prog tormentoso, debido a sus cambios de atmósfera y el ritmo, dan a las pieza un toque de novedad que, repito, va a llevar algunos repasos para disfrutar a plenitud. La complejidad que se consigue entre pasajes instrumentales melódicos y asaltos sónicos rompen varios de los estándares actuales, enrarecen el trabajo, lo subliman y sumergen al oyente en lugares nuevos. No dejen de disfrutar el suave sonido de la guitarra acústica mezclada con la atmósfera tensa, la cual se eleva en melodías no siempre fáciles, pero de mucha destreza.

Aún a pesar de lo que he señalado, "The Mountain" tiene también su espacio para que el oyente menos intenso lo disfrute, ya que hay algunas canciones, como Because It's Here y As Death Embraces que muestran el lado amable de su Prog. Por ello, vuelvo a sugerir, si se decide entrarle a los setenta minutos de duración de este disco, hágase con mentalidad abierta: se descubrirán coros dulces, puentes complejos y multisónicos, efectos de voz y teclado, largos pasajes de diseño virtuoso y en general, todos los elementos -y más- que necesita un buen disco de Progresivo, con buen gusto, excelente producción y mejor songwritting.

"The Mountain" ha resultado ser uno de los álbumes más interesantes que he escuchado en 2013. Está bien pensado y el orden de sus pistas realmente es excelente, hay canciones más duras y en los momentos adecuados se torna lento y melódico. La voz de Ross Jennings es de primer orden y en general todos sus seis componente demuestran pura habilidad y buen gusto. Este disco estará entre los diez primeros del año, pero requiere paciencia y gusto por lo exótico.

9.5/10. Cercano a la perfección. Vigésimo noveno contendiente a Disco del Año de El Lado Oscuro - Metal Crítica.