En los anales helados del Black finlandés, donde el sol no se atreve a quedarse y las melodías se forjan en el crisol de fuegos antiguos, el último opus de Havukruunu, "Tavastland", surge como un formidable testimonio de la vitalidad del género. Este cuarto álbum consolida la estatura de la banda como abanderados del Black pagano, entrelazando hábilmente la ferocidad cruda con un estilo distintivo, melódico y vigorizante, que refrenda lo que se presentía con su anterior trabajo "Uinuos Syömein Sota" (2020), un dechado de virtudes.
Desde su inicio, "Tavastland" envuelve al oyente en un paisaje sonoro que es a la vez expansivo e íntimo, que recuerda una travesía por vastos terrenos nórdicos mientras se está en sintonía con los susurros de los espíritus ancestrales. El tema de apertura marca el tono con un riff cataclísmico (un motivo que se repite a lo largo del álbum) y que da paso a melodías grandiosas y una percusión atronadora. Esta composición ejemplifica la destreza de Havukruunu para crear epopeyas que son tan emotivas como imponentes desde el punto de vista sonoro.
Una característica destacada de "Tavastland" es su magistral equilibrio entre la agresión y la melodía. En el disco se personifica este equilibrio, con blast beats implacables que apuntalan melodías de guitarra altísimas, cuya calidad es más que notable en este trabajo, quedándose con el protagonismo del disco. Esta síntesis de ferocidad y armonía no solo rinde homenaje a las raíces Black de la banda, sino que también muestra su evolución hacia un sonido más matizado.
La calidad de producción de "Tavastland" merece un elogio especial. El álbum cuenta con un sonido rico y envolvente, con instrumentación en capas y armonías vocales grandiosas que elevan la experiencia auditiva. La batería resuenan con una intensidad primaria, proporcionando una base sólida para el intrincado trabajo de guitarra y las voces evocadoras. Esta meticulosa atención a los detalles en la producción realza la atmósfera épica del álbum, envolviendo al oyente en un tapiz sonoro que es a la vez majestuoso y visceral.
Las influencias de Havukruunu son perceptibles pero ingeniosamente integradas, lo que permite que "Tavastland" se destaque como una entidad única dentro del panteón del Black. Si bien los paralelismos con Moonsorrow son evidentes, particularmente en la atmósfera del álbum y las sensibilidades melódicas, Havukruunu evita la mera imitación. En cambio, infunden estas inspiraciones con su propia visión creativa, lo que da como resultado un sonido que es a la vez familiar y refrescantemente original.
En el ámbito de los sitios de costumbre , "Tavastland" ha sido elogiado por su composición cohesiva y su madurez artística con justa razón. En resumen, "Tavastland" es un logro monumental que no solo refuerza la posición de Havukruunu dentro de la jerarquía del estilo, sino que también amplía sus límites, incorporando melodía poderosa e inspiradora y una calidad de grabación poco común. Todos -todos- los temas del trabajo tienen algo que ofrecer, riffs recordables y desarrollo a profundidad, especialmente destacados son Kouleman Oma, Unissakävijä, Havukruunu Ja Talvenvarjo y Tavastland, nominada como contendiente a Canción del Año de ELOMC.
Disco indispensable para 2025 y uno de los mejores de fechas recientes del género, de necesidad absoluta.
9/10. Nominado como Disco del Año.
Muy muy bueno
ResponderEliminarhas escuchado el nuevo disco de Dwarrowdelf? te lo recomiendo
ResponderEliminarExcelente Review
ResponderEliminar10/10
ResponderEliminarMe ha crecido el pelo, discazo!
ResponderEliminarGran disco y gran banda que descubrí hace poco.
ResponderEliminarTe sugiero, si no los conoces, el último disco de los rusos Grima: Nightside, discazo.
Excelente álbum. Indiscutible reseña. Por otra parte, recomiendo bastante joyas como el último trabajo de Nekyros, proyecto alterno de la banda Los Males del Mundo y lo último de Bloodbark en materia de Epic Atmospheric Black.
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