Todos a bordo de "Power Train", donde Majestica diseña un viaje de Power Sinfónico tan emocionante como una montaña rusa y tan grandioso como la guarida de un dragón, con exactamente las mismas herramientas que el resto de bandas similares, pero digamos que con algo más de buen gusto que lo usual. Este álbum marca un regreso para los suecos, quienes tenían cinco años de parón, mezclando sus característicos riffs de alta velocidad con esplendor orquestal.
Desde el momento en que la canción que da título al álbum sale de la estación, los oyentes se ven inmersos en un torbellino de voces altísimas y solos de guitarra ultrarrápidos. Tommy Johansson (a.k.a. ReinXeed), el líder de la banda y ex guitarrista de Sabaton, muestra su talento multifacético, entregando una voz que podría hacer sonrojar a una valquiria y manejando su guitarra con la delicadeza de un guerrero experimentado. La canción marca el tono, prometiendo un álbum lleno de composiciones rápidas, extremas, melódicas y... rápidas.
No Pain, No Gain sigue, levantando un poco el acelerador, con intros y coros cargados de sintetizadores que se clavan en tu cerebro como una flecha bien apuntada, siendo ésta la mejor del disco desde mi perspectiva. No dudarán que el ritmo de la canción es contagioso, obligando incluso al oyente más estoico a seguirla, la voy a dejar nominada como contendiente a Canción del Año de ELOMC.
A medida que avanza el viaje, el disco suena un poco más estándar, con los elementos básico de los shows en vivo que creo tienen en ciernes. Sus introducciones vocales grupales y sus llamados a las armas evocan imágenes de batallas épicas en costas lejanas. La energía es palpable y uno casi puede escuchar a la multitud cantando al unísono.
Un momento destacado del álbum es My Epic Dragon, una canción que ha estado filtrándose en el repertorio de la banda durante años. Esta canción está bastante bien y combina potencia sinfónica con arreglos orquestales y la ridícula lírica del Euro Power -no se puede hacer nada contra eso-. Es un tapiz sonoro que transporta a los oyentes a un reino donde los dragones vuelan y los héroes triunfan... alto, altísimo, muy-muy-muy alto... bueno, eso.
La calidad de producción de "Power Train" es pulida, los instrumentos suena bien, desde los tambores de Joel Kollberg hasta las líneas de bajo de Chris Davidsson. La incorporación de Petter Hjerpe en las guitarras complementa la destreza de Johansson, creando armonías que son complejas y armoniosas. Las capas orquestales agregan profundidad sin abrumar, logrando un raro equilibrio que realza la sensación épica del álbum.
En "Power Train", Majestica ha creado un álbum que sigue rindiendo homenaje al género y aunque no lo lo eleva a nuevas alturas, combina la competencia técnica con la emoción sincera y un par de muy buenas canciones. Ya seas un fan de toda la vida o un novato en las propuestas de la banda, este álbum promete un viaje emocionante pero quizás olvidable tan pronto aparezca la próxima banda que hace esto.
7.5/10
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